Me siento a escribir, pero no sé a ciencia cierta sobre que tema hacerlo, sobre la vida, la mía, tal vez, la de mis seres queridos, quizás de los seres que me rodean, que están siempre a mi alrededor, o escribiré sobre el tema en sí "Vida", esta palabra encierra un significado muy profundo, lleno de matices y también ¿Porque nó?, de colores según se desarrolle de una manera determinada, para poder experimentarla en toda su magnitud, deberíamos reflexionar en la palabra muerte, para así, hacer una comparación, contraponer una contra otra, vivir, sentir, tocar, pensar, emocionarse, en todo esto se puede traducir la vida, y lo podemos percibir no solamente cuando tenemos frío, calor o hambre, sino cuando al contemplar la belleza de la naturaleza a veces nos decimos me siento vivo, viendo el cielo de noche plagado de estrellas y luceros, al ver y oler el perfume de las flores, la sonrisa de un niño, la mirada llena de ternura de un anciano, la madre que trabaja en su hogar y fuera de el para sacar adelante a sus hijos. Al despertar cada mañana, a veces me pregunto ¿Acaso es más difícil vivir que morir?, al reflexionar en la respuesta, me respondo, así es, la vida es una lucha constante, día a día, minuto a minuto, y para poder sobrevivir, primero necesitamos tener Fé en Dios, en nosotros mismos y en la humanidad, creer en que tenemos una misión en ésta vida y tenemos que llevarla a cabo, pensar mi existencia no es inútil, soy importante para el Creador, después para mi y para mi familia, no desesperarme cuando las cosas me salen mal, y sobre todo, cuando el pensamiento de la muerte se mete en mi cabeza y me pregunto ¿Tanto para nada? nacer, crecer, reproducirnos y morir, para que tanta lucha cotidiana si moriremos al fin, somos seres mortales, llegaremos a ella algún día, o tal vez, ella nos sorprenderá cuando menos lo imaginemos, seria importante no dejarnos avasallar con esa idea, y me gustaría proponer algo importante, que al despertarnos cada mañana vivamos ese día plenamente, disfrutando hasta del aire que respiramos, amémonos nosotros mismos y amemos a los seres que nos rodean, pues el amor siempre, vence al temor, cojamos el miedo a la muerte y arrojémoslo por la borda, pues este pensamiento pesa tanto, que llega un momento en que nos ahoga y nos asfixia. Vivamos cada momento, cada segundo, como si fuera el último disfrutemos las cosas más sencillas de la vida, que por añadidura son gratuitas, hagamos felices a los seres que nos rodean, trascendamos, no siendo personajes en la política, en la historia, en la ciencia, sino como seres humanos de primera categoría, que cuando partamos y hayamos llegado al misterio de la muerte, nos recuerden con cariño, con una lágrima y después con una sonrisa de satisfacción, pues habremos sabido vivir con plenitud, y amar de una manera total y diremos, "He cumplido, mi vida no fue estéril ni inútil, dejé sembrados árboles frutales que no logré verlos crecer ni fructificar, pero mis hijos y los hijos de mis hijos, los disfrutarán, vida he cumplido, vida estamos en paz"
MARIANO DOROLA
Hermanazo, amigo, hijo del alma (nacido el mismo año que Federico, mi hijo mayor)...Poeta divino...
Nada pues...en fin...solo deseaba pasar por tu Templo, Tu bello portal, tu castillo encantado y decirte desde el fondo de mi alma que te estimo muchísimo.
Que te quiero mucho, que aprender día a día a quererte mas mientras mas te voy conociendo, ha llenado de alegría mi vida, mi corazón y mi alma.
A Dios le ruego para ti, la misma felicidad infinita que para mis hijos le ruego...
eso... perdón por mis nostalgias... Por mis visitas extemporáneas...
y por no haberte dicho todo esto mucho tiempo antes.
UNA ABRAZO FUERTE DE TU AMIGO
MARIANO DOROLA
Francisco Perez