Apenas escribo las primeras tres palabras, recuerdo tu nombre, tus ojos menguados de frio, el sol palido de la noche y tus pies deshabitados, el calor avinagro el desnudo brillo del rocio de la noche, mientras beso el recuerdo de tus manos desveladas

Enséñame hacer lo que nunca hice A correr por los pastos vírgenes A volar encubriendo el amor bordado en cada fibra compañero de nuestras pequeñas manos Enséñame a doblar las eternas flores que corren como lágrimas la brisa de los sueños Ayúdame a crear entre estas manos la esperanza que la condenada conciencia me arrebata Enséñame tanto, tanto que entre cada hora caiga en llanto mi alma de cansancio Ayúdame a llorar párrafo a párrafo y beso a beso lo que mi atezada memoria a hecho con estas manos Ayúdame tanto, tanto que levantes mi alma frustrada Ayúdame tú ahorita,  para que tantito un día yo pueda ayudarme

Yo carecía de gracia para sentir lo que tu compones ahora, Tenía  miedo, aun vivo muy inundado en el miedo Y entre en angustias, Había algo pasajero como un murmullo que en el viento soplaba tan sutil que no dejaba a nadie indiferente Me senté frente una gran muralla de vidrio Ahí estaba yo amurallada con miedo perdida bajo la presencia magnifica de la música cubana de la calle Estaba sentada intentando entender algo que mi miedo desprende y deja fugar los reales pensamientos Se acerco como amurallando algo que en algunos momentos parecía desconocido, lo mire con desconfianza un buen rato,  tanto tiempo había pasado que frente a esto que todos llamaban reflejo, El miedo a la imagen propia, El desconocimiento de si misma El sonido que me amurallaba entre la alegría y la nostalgia del desconocimiento El desconocimiento del cuerpo propio, De lo viscoso de los ojos corren lágrimas de perdón hacia mi misma Frene el llanto con una sonrisa algo perdida entre la gente del paseo ahumada que no era menor que no eran maniquíes, Estaban vivas y yo tenía la gracia de presenciar aquello Y más estar entre ellos Ser uno de ellos De estar viva! de un momento a otro la imagen mía parecía una más y la música entre la masa parecía un sonsonete fuera fe la rutina, un golpe de agua fría en medio de los 36 grados que inundaba de calor estaba yo y tenía la gracia de poder tener la suerte de ver correr tanta energía que fluía de cuerpo en cuerpo que fluía en mí y me hacia recordar que aun seguía viva.

  Vi caer la esperanza En aquel túnel se remeció el insomnio mañanero Tan solo ellos y ellas querían suspiros débiles sobre el callejón débil y sumergido No era tu esperanza ni el amanecer cobarde   No eran ellos el botón de la dolencia era que tan solo las calles de mi dama podrida Estaba tan consolidada en el dolor que recuerdo podrirme en el sendero cae en mi la energía de perderte cae en el poder de amarte partí tan lejos de mi cuerpos que el cielo me curo por completo de la nada me  creo tan pequeña que nunca nada olvide

Cuándo me encontré decidida hacer lo que yo quería noté que tus manos me arrebataban una sonrisa más, delire entonces unos segundos pensando en que yo estaba confundida, pero no, no lo estaba, eras tú que querías que me viera obligada a degollar mis sueños inconclusos y como una loba decidí que aunque una parte de mi muriese yo debía continuar lejos de mi confort de caricias que solías darme, mas hoy  que lo recuerdo me parece tan así que el día en que partí voltee una vez para mirar y no quedaba nada atrás.