• Ruka Hatake
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  • País: -
 
Lagrimas que se secan y renacen junto al amanecermientras mis ojos cansados le susurran a mi corazónque le mienta a la razón, que le mienta a mi amor...Un día y otro más vuelven a pasar en soledadviendo tras el cristal las sonrisas y palabras que le dasmientras yo aqui permanesco en la oscuridad.Lagrimas que no quieren parar de llenarel vacio que me dejas al marchar en buscade los brazos que amas en verdad. Y quiero gritar, quiero marchar lejos de aquien algun lugar donde ni siquiera tu nombre sea capas de volver a pronunciar. Pero entonces mi corazón doblega a la razón, y mientras mis ojos dejan caer calídas lagrimasdejó que el silencio me acompañe a esperar.Y tu le abrazas y le besas, la amas y la esperas.Y yo te amo y te beso en medio de un cuartosin luces y sentimientos que vayan a responder. Yo te amo y te la amas, yo te espero mientras tu te vas
La primera vez que te conocí el cielo lloraba mientras el sol brillaba. Fue triste verte partir tan pronto como te conocí, solo una mirada, un encuentro fugas y toda la emoción que nació tambien se marchito. La segunda vez que nos encontrabamos yo era ya muy mayor. Tu caminabas a su lado tomandole de la mano, tu cara sonriente, jovial mas hermosa no podría yo añorar. Esa vez cruzamos lado a lado en medio de una calle llena de personas que pasaban a prisa sin darse cuenta de su propia existencia. La tercera vez que nos encontramos caminamos muchas veces a la par, por el mismo sendero en silencio. Solo el cielo era capas de adivinar las ganas que tenia de poderme acercar y decirte que era yo la persona que habia nacido para tí. sin embargo,  en esa ocación tambien nuestros pasos se distanciaron y nuevamente no fui capas de decir adios.La cuarta vez tu eras mayor, nuestros labios se acercaron, pero era muy pequeño y no fui capas de decir que nuevamente estaba ahi a tu lado para hacerte olvidar toda la infelicidad que cargabas sobre tus hombros. Que era yo quien había nacido nuevamente para poderte encontrar, y ahora fuiste tu quien desaparecio delante de mis ojos sin que fuera cas de poderlo evitar. Tantas veces nos volvimos a encontrar y nunca era capas de poderte abrazar. Mis lagrimas llenaron el mar, mientras mi amor se desbordaba por el cielo sin poderte alcanzar, nací y morí al igual que tú, sin poder dejarte de amar. culpaba a Dios por no darnos la oportunidad de al menos poderte abrazar. Esta vez no detendre mis pasos porque puedo recordar cara vez que fuiste capas de sonreir. Avanzare porque puedo llorar por las veces que tu llanto cubrio tu rostro, no importa que no me puedas recordar, porque yo nací solo por tí, cada paso que dí ha sido para poderte ver, cada instante que morí pense en tí, porque cada vez que nací era a ti a quien espera poderme encontrar. Incluso si no sabes quien soy, incluso si he sido hombre y mujer tantas veces ahora solo soy un alma esperando darte el valor para que puedas abrazarle. tu eres mi amor, y él es tu amor. Seguramente cuando le abrazes mis recuerdos desapareceran. El sonido de la lluvia envuelve mi corazón, mientras das un paso más, mis brazos se deslizan. No he sido cas de poderte abrazar, pero él lo será y yo nacere y podre desesarte felicidad, porque eres solo tú a quien yo soy capas de mirar, eres quien me enseño que debo continuar avansando un poco más, no importa cuando dolor pueda sentir, nunca me disculpare, nunca me arrepentire, nunca dire que este amor fue inutil...Adios, esta vez no nos volveremos a encontrar, tu has sido feliz, incluso si no me recuerdas mi mundo esta hecho de recuerdos de tí, desde esa vez que cruzamos nuestros ojos por primera vez. Bajo el brillante día, bajo la lluvia fria. No habra proxima vez en la que nos podremos decir "hola", no podremos juntar nuestras manos y jamas podre besar tus labios, solo me queda el sueño de tantas vidas por las que cruzamos. Eres feliz al lado de él. Yo soy feliz viendoe sonreir. la mañana nace y muere mientras el tiempo corre. Dios me dio la oportunidad de poderte encontrar, por eso no voy a llorar, no voy a dar un paso atras, es la hora de decir "adios", sin que me puedas recordar... yo soy quien nacío para amarte.
Encuentros
Autor: Ruka Hatake  394 Lecturas
En una oscura habitación en medio de la noche sueño con rostros cariñosos a mi alrrededor, escucho palabras y cuentos dirigidos a mi buen dormir. En medio de una soledad somnolienta mis ojos divisan la palida luz por entre la puerta, las voces de los padres y la carente emoción de mi corazón por ser yo a quien den su atención.Un sonido dentro de mi cabeza rompe con la soledad y ahora me encuentro en un lugar donde no hay pared, donde solo existe el sol y el azul del cielo uniendose con el del mar.  Puedo correr y conocer mas de lo que vi jamas en el aparato de televisión, los olores que descubroson la magia para sentir sin tocar mientras nuevas formas ante mis ojos se comienzan a revelar.Pasos hacia mi habitación se escuchan llegar, la oscuridad vuelve a reinar, pero la puerta jamas es abierta y los leves rayos de luz que se colaban por la puerta desaparecen junto con las voces que imperaban y ahora la oscuridad se une al silencio mortal. Y quiero volver a soñar y quiero volver a dormitar en medio de colores sin uniformidad, pero...  es que nada de eso por ahora va a llegar. A mi llega la voz de quien me dio un pedazo de mi ser, a mi llega el sonido que nunca quiero dejar llegar, llega una y otra vez tratando se sonar casual, se cola entre las delgadas paredes, entre las puertas y ventanas como un murmullo que no quiere darse a conocer, más sin embargo, muere de ganas por dejarse escuchar. Y mi corazón no para de llorar.Sin amorCierro mis ojos con fuerza, tratando de olvidar mientras sonrio con fuerza limpiando lagrimas que escapan con sumisa autoridad. Es un murmullo y es silencio; es soledad y verdad; es simplemente el dolor de vivir y de querer morir; es él saber y querer olvidar sin lograrlo en sutotalidad. Es el resultado de un recuerdo en medio de la nueva soledad, es lo que soy y lo que no seré jamas, la decición y la oportunidad que abandone cuando aquello sucedio. Los años pasan sobre mí, la vida me come y quiero escapar mientras me aferro con mis manos a un trozo de ella sin querer perder una sola cosa que nadie me pudo arrebatar. Ahora la oscuridad no es total, esta pantalla donde escribo me da la luz suficiente para poder soportar en medio de un murmullo que nunca se ha logrado acallar. Al finalCierro mis manos abrazando la nada, cierro mis ojos que ya no dejan escapar lagrimas mientras la sonrisa instaurada en mi cara se asemeja a un cuadro en desconpocición que clama por perderse en los brazos de la sin razón.
Habitacion sin luz
Autor: Ruka Hatake  342 Lecturas
Sufro de una locura sin igual, sufro la locura de amar. Sin siquiera pensarlo mis dedos se deslizan ficticiamente por sus finos y rojos labios probando su suavidad. Estoy en medio de una locura de la cual no me quiero curar, si significa, que dejare de soñar con caminar a su lado mientras vamos tomando nuestras manos en una caricia suave y y fuerte. Muchas me habian contado lo que significaba estar enamorado, unos cuantos medio me explicaron que era el amar y ninguno lo que es ser amado. Lo que si me explicaron sin que siquiera yo les fuera a preguntar es lo que se siente cuando alguien te comienza a gustar, el deseo que alguien sobre de tí puede despertar. Y ahora que mis ojos se mueven al compas de como te mueves tú, y creo que comienzó dentro de mi locura a comprender que la luz del sol no es la que brilla más, que los colores de pronto no les ha dado por tener mayor nitidez. Nada de eso es real, porque eso solo pasa cuando tú ahi cerca estás. El suave aroma que desprendes al caminar, es solo comparable con el aroma al jardín del Edén que ni siquiera en sueños he alzansado a ver. Pero siendo el jardín del paraiso nada más a mi mente para compararte viene a mí. La locura que crece dentro de mí es igual de profunda que mi amor por tí. Lo cierto tambien es que no tengo ganas de encontrar una cura, incluso si de pronto me llegan arranques de celos e ira al verte junto a alguien más tocandote como yo no soy capas de lograr. Porque mi locura esta llena de miedo e inseguridad. Loco.Loco.Loco.Soy un loco sin remedio ni esperanza de quererse curar, un loco que desliza su corazón hacia donde tú estas, lo suficientemente cerca para saber que tienes a tu lado la felicidad, lo suficientemente lejano para no sentir un poco más la soledad. Mi corazón sube y baja en un juego de parque de diverción a complacencia de tí, el ingeniero y espectador. Muere y revive a mi propia voluntad como en una rueda de la fortuna con fallas tecnicas sin que las pueda o intente siquiera reparar. Estoy completamente loco y no sabes hasta que punto así quiero seguir. Porque a mi mismo me lo vuelvo a repetir, me gustan tus ojos y la forma en que me llego ahi mismo a distinguir; la forma en que se mueve tu cuerpo cuando estas feliz; me gusta tu pelo que se desliza entre tus dedos cuando no sabes que decir; adoro tu sonrisa y tú forma de reír.Esta locura que me infecta sin control, es quien ha despertado a mi sedado corazón. Si mañana me atrevo a poderte hablar; o pasado me atrevo ya contigo platicar; quizas en FUTURO hasta una cita podríamos tener. Y la locura nos contagie a los dos.
Locura
Autor: Ruka Hatake  370 Lecturas
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Golpes y sonidos
Autor: Ruka Hatake  387 Lecturas
Cada día que pasaba ella miraba por la ventana a través de los barrotes la luz traspasaba los enormes cristales. Rezaba cada día y cada noche para convertirse en ese resplandor y atravesar aquella carcel donde se encontraba encerrada. Admiraba los colores que se reflejaban en el cristal, los aromas que atravesaban la distancia, los esenarios que el tiempo traia y llevaba. Sentada frente a la ventana ella soñaba...Una mañana que de antemano sabía no hiba a llegar... sabía que su destino era en aquella perfecta carcel terminar, porque en lo profundo deseaba el confort que le podía brindar la soledad. Fue asi como cada vez que alguien intentaba acercarse  hacia crecer un poco más la distancia de su torre, se dice que incluso hasta las nubes alcanso a llegar, pero ella ni siquiera lo pudo notar. Reescribiendo una y otra vez su historia jamas se pudo librar de las cadenas que le pusieron cuando nació, de las cadenas que se impuso mientras crecio, en medio de la oscuridad en el enorme silencio de su agonía triunfal. Lloro como en un principio en su final,  palidecio y murio en soledad, la que nunca fue capas de abandonar.Ella miraba por la ventana y rezaba de mañana, soñaba tocando el cristal mientras suspiraba.  Caminaba dentro de la gran muralla arrastrando su famelico corazón sin darse cuenta de las heridas que en su cuerpo marcaban la perdida de la razón. Bailaba y cantaba mientras lagrimas surcaban lo que quedaba de palida y reseca piel. Ella soñaba y amaba la ilución de la multitud que la amaba y esperaba, una vendetta de su alma por desgarrarla, por abandonarla. Un principe en el aire incorporeo cargado de vida y esperanza anhelada y codiciada por ella que no aprendio siquiera a respirar. El cielo la deboro en su inmencidad, mientras el sol nacía y se ocualtaba, murio una blanca mañana figurando que era el sol quien la llamaba, que era la salvación que tanto anciaba. El tiempo se reflejo en la negrura de sus ojos secos de emociones insanas, la luz ilumino sus miedos y desesperanzas, mientras ella en el último suspiro susurraba su plegaria. Cada día que pasaba cantaba esperando ser escuchada, mirando los colores que el cristal transparente le regalaba, elevaba su torre cada vez que alguien se acercaba pero nunca fue capas de ver la distancia que ella misma formaba. Su carcelero incluso la abandono a su desgracia y Dios tan bueno la dejo a la deriba de sus sueños provinientes de paz ridiculamente disfrazada.Un perdón tarde por obtener, un alivio que no pudo conseguir y el tiempo que pasaba muriendo y renaciendo mientras en pequeños pedados se transformaba. Los angeles la abrazaban mientras tras la ventana miraba envuelta en sangre carmesi que de sus finas venas brotaba al contacto con el arma que ella como dios alababa. Ella sentada en el suelo de porcelana, dia y noche rezaba por salir de la carcel donde se encontraba, rogaba poder descubrir algo más que la vision que el vidrio transparente le regalaba. Rezaba en sus sueños la venganza que su alma le dictaba en el interior se su inconciente por las desgracias pasadas.
Ella...
Autor: Ruka Hatake  359 Lecturas
Una falsa sonrisa te regalo sin pensar tú quien me miras con falsa amabilidad a quien le cuento lo que quiere escuchar Las palabras que comenze a inventar mesclan y crean una extraña realidad que gustoso diario te atreves a probar Secretos, mascaras para portar en una obra cansada de actuar dirijo y actuo el papel principal Portando una falsa y carente amistad vamos tomados de las manos a caminar por senderos tan conocidos para esperar Los minutos que a la farsa pongan final para así con nuestras vidas continuar en un silencio sepulcral, ausente, desigual. Siempre soñando con poder abdicar con poder encontrar verdadera serenidad en medio de un azul, ancho y lejano mar
Mascara
Autor: Ruka Hatake  495 Lecturas
Sentia un sudor frio recorrerle todo el cuerpo. Sus ojos estaban más dilatados de lo que él mismo esperaba, pero era inminente que se sintiera así después de aquello, solo recordarlo hacia que un nuevo calambre calara desde su estomago hasta su columna haciendole doblarse un poco más de lo que era posible en aquel diminuto espacio. Dio una mirada fugas a la puerta entre abierta llamando por que la cruzara. “Es imposible”, pensó regresando su vista hacia donde aquella mujer se mantenía parada abriendo y cerrando sus grandes como si de un depredador se tratara, como si el rojo escarlata en vez de ser una encantadora invitación, fuere la verdad inminente de todo lo vivo que podría tragarser de un solo bocado. Cuando un nuevo calambre le atravesó fue incapas de soportar reprimir un quejido que llamo la atención de todos a su alrrededor. Un montón de pequeños ojos afilados escrudriñandole con la mirada, los enormes ojos viejos de aquella mujer, solo atinaron a hacer que el sudor resbalara no solo por su cara y cuello, si no por todo su cuerpo como si de una lluvia maligna se tratará. La voz de ella resono dentro de sus oidos sin tener ningún significado, porque ahora para él estaba claro, no podía soportar más esa tortura enclaustrado mientras se despedazaba por dentró. En un acto de valentia y estupides se levantó aventando con fuerza su silla hacía atras para salir corriendo del salón que a pesar de ser tan grande desde que había entrado una hora atras le parecia terriblemente asficciante. Corrio como desesperado por los pasillos escuchando como se perdían en la lejania los murmullos y gritos de sus compañeros mientras hiba sosteniendo su vientre con recelo y su cuerpo le demandaba aquel maravilloso alivio. Encorbado pudo ver el pequeño muñequito que le indicaba había por fin llegado a su destino. Solto un suspiro de alivio cuando cruzo la puerta y pudo entrar al pequeño cubiculo. Y mientras unas lagrimas traicioneras se perdian con el sudor por un nuevo calambre en su vientre, maldecia todo aquello que había comido la noche anterior que había probocado todo aquello, más que nada una segura sanción por saltarse las clases de esa fiera de profesora que no permitia ni siqueira el movimiento del viento dentro de su monotona y aburrida clase de mas de dos horas. “Mentira”, dejó escapar dejando de precionar sus dedos contra sus rodillas, porque sabía que no se arrepentía y que la siguiente noche volveria a repetir el atracón.
Con Desesperación
Autor: Ruka Hatake  691 Lecturas
El cuarto practicamente a oscuras era llenado por el sonido del agua proveniente del baño, ahi la luz amarillenta del foco alumbraba cada rincon. El suave tarareo lo marcaba la compas del movimiento de sus pies descalsos sobre la loza blanca y fria, mientras se recargaba sobre la pared mirando de cuando en cuando de reojo la bañera.Cuando el agua sobrepaso la mitad detuvo el movimiento acompasado de sus pies más no el tarareo, para cerrar la llave del agua. Se acerco al lavabo para tomar un pequeño frasco de plastico del cual extrajo las pastilals y comenzo a tomarlas calmadamente una por una. Abrio el espejo del baño para sacar una daga un poco más grande que el tañamo de su palma, se acerco hasta la bañera para dejar sobre una de sus esquinas la daga, se quito la parte superior de la piyama de rayas naranjas para quedar con una blusa de tirantes. Se metio sintiendo en la piel el dolor por el agua caliente, aun así no se detuvo a pensarlo. Tomo la daga con la mano izquierda y tomando aire  doblo el brazo para que quedara horizontalmente, cortando de un tajo desde dentro del codo hasta la muñeca. Solto el aire con una finas lagrimas y el ceño fruncido, repitio la accion dos veces más, hasta que la sangre comenzo a brotar de forma libre. Cambio entonces la daga a su mano derecha para repetir la accion sobre su otro brazo, pero no pudo hacerlo, le dolio demasiado para mantener la preción suficiente para elaborar el corte, así que cerro los ojos con fuerza y corto de un solo tajo doblando un poco más su cuerpo hacia delante. Dejo caer el brazo sobre sus piernas sosteniendo aun la daga, el otro brazo solamente lo dejo caer al lado. Se hundio un poco más hasta que su cabeza descansara sobre el borde de la bañera, el techo comenzo a ensombrecerse a la vez que el sueño doblegaba sus sentidos, extrañamente a pesar de que el agua estaba caliente sentía un escalofrio recorrerle desde la planta de los pies hasta la cabeza. Sonrio, sonrio mientras la oscuridad se la tragaba por completo. -despierta-una lejana voz conocida-despierta-una voz que pensó no escucharia más-despierta-un corazón que no latia, pero que aun vivia.Abrio los ojos de manera peresosa, la luz blanca le molesto, por lo que llevo sus manos tapando su cara y tallando sus ojos lo necesario para poder ver adecuadamente. El blanco inmaculado de las paredes, del suelo, el blanco que devoraba todo a su alrrededor provoco un malestar dentro de su cabeza. Solo ella estaba demás en ese lugar de altas paredes en total vacío. Su pelo largo negro hacia juego con el vestido de tirantes que ahora portaba mientras sus pies descalsos dejaban una marca gris por donde pisaba. Caminó por lo que parecia un laberinto sin final, solo podia distirguirse en algunos lugares las enormes salas vacias y los pilares de marmol que tenian grabadas flores en diversas partes de su estructura. Después de estar caminando lo que parecerian horas, la joven se paro en frente de una de las enormes paredes blancas de su lado izquierdo, toco con ambas manos la pared mientras sus ojos seguian el movimeinto ritmico de éstas. Sonrió de medio lado unos segundos después de que parecia haber encontrado lo que buscaba, haciendo presión se escucho un clip bastante sonoro y al instante la enorme pared desaparecio. Entro a la enorme habitación soportada aparentemente de cuatro pilares, al centro una esfera hecha de agua se elevaba sobre el piso reflejando un cielo azul lleno de nubes blancas, pero  que si se miraba hacia arriba no se encontraba más que el blanco de las paredes que no suponian un fin.-Pense que dormirias un rato más- La suave voz le hizo voltear de manera rápida la cabeza encontrandose con una niña sentada con las piernas flexionadas hacia su izquierda, su pelo y ojos grises resaltaban sobre su piel morena y su vestido verde claro.Su mirada se perdia enfrente de esa espesa esfera de agua que aparentemente retenia a alguien o  algo, ya que una sombra se divisaba dentro. Se levantó hasta la otra joven dejando ver un pequeño peluche en forma de leon con una melena de hilos de colores.-ten, ya me canse de cuidarlo por ti- resongo mientras salia de la habitación siendo seguida por la otra.-espera, no te enojes. -  Una voz que reconosco, un sentimiento que detesto, es todo lo que tengo, incluso aqui los días, los meses, pasan lentamente hiriendo los restos que quedaron. Dio una rapida mirada hacia tras, para salir corriendo de ahi. Cuando alcanzó a la pequeña, esta ya se encontraba frentre a una enorme puerta de metal. 
Cortes de Personalidad
Autor: Ruka Hatake  424 Lecturas
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Existencia
Autor: Ruka Hatake  395 Lecturas
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Ecos de soledad
Autor: Ruka Hatake  641 Lecturas
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Catalepcia
Autor: Ruka Hatake  629 Lecturas
Llevaba años buscando el amor, llevaba decadas desencantandose de cada principe azul que había tocado a su puerta llevandose con sigo las páginas rosas de su cuento de hadas. Llevaba ya un alma marchita de esperar a la esperanza convertida en amor, ella que lucho y lucho estaba cansada de esperar por él. Y un día sin que ella abriera la puerta, aparecio un principe encantador que le llamo a hacer el amor, pero no se atrevio. Aquel pequeño principe aun podía correr en medio de una novela a placer. El fragante principe bailo frente a sus ya cansados ojos y le hablo del amor; él le cantó con su jovial voz en medio de una página ya cortada y desechada sobre el suelo de sus sueños; él susurro todas aquellas palabras que harian arder en medio de la pasión. Pero ella ya había terminado de esperar, no queria soñar y tener que ahogarse en lagrimas que no deverian de existir después de arrancar cada página de su cuento de hadas. Y él la tomo, tomo su mano que ya estaba comenzando a marchitarse por los pasos de los años y la invito a bailar en un ritmo suave. Ambos caminaban lado a lado, el cantando y armando una épica novela de amor, mientras ella trataba de quemar las páginas sueltas de su cuento que ansiaban con regresar. Entonces como en un lejano eco a sus oidos llegó el hablar de “esas” que la miraban mal, de “esos” que le miraban mal, de todos los que decian que ella estaba mal. Que una mujer de su edad con un hombre joven no podía estar, que solo la queria burlar... burlar. Su corazón lloro y esa parte de la conciencia que queria deseear el sueño se comenzó a marchitar como tantos años, atrás, tan atrás. Dejando en un color negro su corazón. Porque muchos principes aparecieron frente a su puerta y todos ellos pedazos de su historia de cuentos a pedazos arrancarón, se quemo hasta los huesos, cada pequeña esperanza de encontrar el amor, de hacer el amor. Y él joven principe lloro cuando ella cerro con llave todos los candados de su corazón, y él borro su novela y comenzó a escribir un nuevo cuento de hadas donde todos los mounstruos no pudieran dañar a su bella dama que dormitaba en medio de la soledad. Se esforzó. Él lucho. Peleó. Contra una tomenta muy larga se esforzó por por cruzar, para encontrar a su dama recostada en medio de la nada. Pero había logrado acallar todas las demás voces que la lastimaban y en un abrazo la enredo prometiendole un amor como en el cuento que ella soño y pintando algunas páginas con sus nombres en medio de una novela épica. Él con tiernas palabras, palabras de amor, llenas de amor, de verdadero amor, él acallo cualquier duda y cualquier dolor, pudo borrar el recuerdo de todo falso principe. Repitiendo su nombre él la llevo ahi hasta que el tiempo reclamo a su amor. Hasta que el tiempo dicto su carta final, él estuvo ahi, dandole su amor, porque él era el principe que ella estuvo esperando, y ella era la dama que él siempre soño. En medio de su feliciadad ella escribio un final como ni siquiera imagino. Ella logró abrir las cerraduras de su corazón, obtuvo su cuento de hadas sobre amor. Mientras él cumplio la promesa de crear ese maravilloso cuento de hadas donde la llevo a vivir con toques de novela en algunas de sus páginas.
Páginas rosas
Autor: Ruka Hatake  649 Lecturas
El dolor recorria su cuerpo como una serpiente hambrienta. Apenas era consiente de su misma existencia fuera de aquel asfixiante y nauseabundo olor de su propia carne; sangre; orin y defecasiones. Afortunadamente no era necesario que se esforzara por mantener sus parpados cerrados para evitar aterrarse con sus propios huesos fuera de su piel, pues su cara estaba lo suficientemente hinchada para que sus parpados se combirtieran en masas moradas y sangrantes que taparan su visión.Lo único que hacia mantuviera un poco de cordura dentro de aquella sala de torturas era el recuerdo de su pequeña hija esperandole dentro de su austera casa junto a la chimenea jugando a los pies de su padre. Ese hombre alto y fornido de faciones asperas y riginas pero de corazón noble y manos cálidas. Como ansiaba poder salir de aquella jaula infernal para poder estrechar entre sus brazos a sus dos grandes amores, como deseaba convertirse ya en ceniza que volara por los aires lejos de tanto dolor y trasformar su alma en un beso para ellos de adios. ¿Cuántos días había permanecido ya ahi?   Lejos del sol, del aire. Lejos de la luz brillante del astro sol.  ¿Cuánto más podria resistir? En medio de sus pensamientos el ruido de las rejas abriendose hicieron dejara escapar todo el aire de su cuerpo. Los pasos lentos y pesados resonaron por completo dentro y fuera de cada una de las celdas. Haciendo rogar egoístamente a cada uno de sus habitantes por que vinieran por el de al lado, el de enfrente, cualquiera menos ellos. Le rogaban al Dios por el cual habían sido encerrados, le rogaban a la nada y maldecian cuando los pasos se detenian y su cuerpo era arrastredo a veces entre gritos, a veces en esa silenciosa esperanza de la muerte.  Lloro o al menos creyó escucharlo llorar cuando la fiera batalla por tratar de escapapar del desdichado termino en otro largo silencio. Y ella lloró, no lloro por el pobre infeliz que en estos momentos estaria ya siendo torturado, sino por su alma llena de alivio de no ser nuevamente ella quien se dirigiera a la sala de “interrogatorio”.            Un día, otro día más o quizas un minuto enrealidad. ¿Comó poder saberlo?      
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Extraña obsesión
Autor: Ruka Hatake  647 Lecturas
Su estomago gruño cuando lo que le dieron por alimento cayó de sus labios maltrechos a causa del dolor de perder otra parte de sus dientes o lo que quedaba de ellos. Como pudo tanteo dentro de la oscuridad para recoger aquella masa biscosa y llevarla nuevamente hacia su boca en otro intento por llenar el vacio de sus intestinos. Apenas creía llevar un cuarto de su ración cuando la puerta de su celda fue abierta con un gran estruendo. Dejo caer el resipiente de sus manos con gran facilidad culpando a su pequeña mente de no ponerla alerta del peligro inminente. No tardo nada en sentir un par de brazos a cada extremo sostenerla fuertemente por la parte inferior de sus brazos para levantarla de un solo golpe. No pudo evitar soltar un chillido de dolor al ser levantada abriendo las heridas que la habían mantenido totalmente inclinada sobre si misma. La luz y el calor que desprendían las antorchas por su paso eran como llamas rosas que clamaban su nombre. Ya no quizo ni pudo gritar. Atrajo vehementemente el recuerdo de su hija, el sabor de los ladios de su esposo en el momento en que la volvieron a montar en el potro. Cada que sus brazos y piernas eran sarandeados para amarrarla evocaba una a una las palabras de sus botos matrimoniales. -Perdonenme.- dijo lastimeramente en un grito de agonía -Perdonenme...- repetia con cada aliendo que se le escapaba de vida Pero esa palabra no hiba dirigida a ninguno de sus verdugos que la azotaban con preguntas e injurias. Esa palabra de arrepentimiento era por no ser ya lo suficientemente fuerte como para seguir luchando por su vida, por aferrarse a la esperanza de salir de ahi y abrazar a su amada familia. Solo una carta, solo una palabra malintencionada bastaron para que una joven mujer acabara en las masmorras de la carcel de un viejo monasterio. Y cuando el último suspiro regalo a la vida, lo hizo evocando su más feliz recuerdo, ese donde ella acostada en su cama le dan a sostener a su pequeña niña, esa donde su marido entro a abrazarlas y besarlas. Así en medio de tanta sangre y dolor ella murio en una memoria grandiosa.
Les dices que somos una familia feliz.Mientes sonriendo mientras lloras tras las paredes creyendo que no te logran escuchar. Pero yo seYo lo seQue toda la felicidad es solo falsedad escondiese entre la piel que se quema por los rayos del sol. Yo sé que los gritos se extienden por día y noche para que los silencios de meses se conviertan en otras cicatrices. Y ahí nuevamente tú dices  que  "todo está bien" y ella miente diciendo que te quiere y yo miento diciendo que "nos amamos", que "mañana las cosas se arreglaran" y que" nunca paso" hasta que nuevamente las palabras salgan como una tormenta llevándose las pocas cosasbuenas.Pero yo seYo lo seLos recuerdos se estropean con el polvo de la indiferencia por las palabras que hieren hasta casi matar y el silencio que se convierte en nuestro funeral.Y la sonrisa falsa se hará una segunda piel y los recuerdos de palabras que me solían herir serán la biblia donde yo rezare pidiéndole a Dios, pidiéndole al Diablo que termine toda la falsedad, que me ayuden a encontrar la libertad. Y las mentiras continúan y los recuerdos en falsan palabras se tranquilizan diciendo que "este fue un hermoso hogar "y donde todos repetirán "te quiero" murmurando en ecos cuanto desprecian la familia que llegaron a crear, porque ahí nunca existió el amor, porque ahínunca existió un hogar. Y yo lo seLo sé de verdadAunque lo trate de ocultarNo hay un lugar al cual regresar, no hay un lugar en donde pueda descansar pero si hay uno donde las palabras son cuchillos que matan y los largos silencios la tierra del cementerio donde se va a descansar.
Palabras
Autor: Ruka Hatake  580 Lecturas
Es cierto que te vi pasar junto a mi lado, Tu mi alma gemela la persona que siempre En todo tiempo he estado amando. Sueño con que nos hemos declarado, Que tus besos me has regalado en presente Más es pasado cuando voy despertando. Nos abrazamos silenciosamente esperando Que el final no llegue tan fríamente Borrando los recuerdos que fuimos creando.  ¿Qué posibilidades hay de que estés junto a tu alma gemela y solo una parte de ti se dé cuenta? Yo estoy ahora aquí recordando lo que fui. Tu estas aquí sonriendo para mí sin recordar Sin saber que fui yo para ti. Tu estas ahí mirando siempre por mí. Yo estoy aquí viéndote sin poderte observar Sin saber que eras tú para mí.  ¿Qué posibilidades hay de que este junto a tu alma gemela y solo una parte de ti no se de cuenta? 
Junto a mi
Autor: Ruka Hatake  558 Lecturas
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Princesa encadenada
Autor: Ruka Hatake  594 Lecturas
Es dificil recordar mas cuando uno se empeña en olvidar la mayor parte posible de la vida que ha tenido que sobrellevar. Es por ello que he tenido que tomar medidas con mi corazón para poder sobrevivir bajo esta intensa tormenta que obliga a esconderse detras de una falsa sonrisa.     Es por ello que le he ordenado a mi corazón hable con mi cerebrero y pueda hacer que solo recuerde ese dia cuando te conoci, si, solo quiero mantener vivida tu imagen en medio una ciudad gris llena de ruido de autos y gente que no para de andar lejana en medio de si misma. Yo solo quiero recordarte a tí coloreado con una gentil sonrisa sosteniendo entre tus pequeñas manos una flor amarilla siguiendo al sol en lo alto de la tierra. Quiero que ese sueño que cree donde estabamos los dos no se pueda borrar por culpa de mi propia debilidad, que este sueño añorado perdure hasta que mi corazón decida el tiempo de descansar.        He hecho todo lo posible porque mi corazón dialogue con mi razonable cerebro mientras el medicamento hace efecto, es cuando se hablanda más y suele ceder un poco más de lo habitual. Es cuando me regala imagenes de tí en medio del bullicio torrencial de un sin fin de niños de nuestra edad jugando a ser mayores; a malas personas; a odiasas personas; a ellos mismos. Mientras tu me cuentas quien es el heroe del mundo dentro de un comic que ni siquiera he mirado y mucho menos me ha interesado.         Es entonces cuando puedo sentir tus calidas manos envolviendo las mias despues de haber torpemente caido por intentar seguirte, cuando puedo verme incluso dentro de tu iris cafe sonriendo bobamente de mi propia locura.         Pero algunas veces a mi cerebro le da por golpear a mi corazón una vez la medicina deja nuestro cuerpo, y es ahi cuando puedo ver nuestra triste despedida, cuando marchaste con tu familia. Esas imagenes a veces logran hacerme llorar, aunque yo les miento diciendo que es el dolor lo que hace a mis ojos derramar tantas lagrimas que en el futuro puedo utilizar.   -Trata de aguantar, todavía no te podemos inyectar más.-   Me dicen tratandome de calmar. Yo se que el dolor no se calmara, se que mi corazón esta sediendo y mi cerebro me llena de más malos recuerdos. Soy fuerte para engañarme a mi misma diciendo que pronto podre caminar, que dentro de poco saldre y encontrare otro girasol siguiendo al sol. Que sere yo quien sin lastimar mis ojos pueda observar el cielo durante todo el día y en la noche me transformare para nadar sobre la luna.      Otros recuerdos vienen a mí cuando logro soñar nuevamente y en esos sueños aparecen dos personas más otras dos personas que me llenaron de inagotable felicidad. Pero no te engañes, no solo ustedes tres me dieron ese brillo incalculable para no desear borrarme. Esos cuatro pequeños que llegaron a mi vida como un regalo fueron los que me mantuvieron con vida mientras a ellos les conocia.   -Ahhh es verdad, más de la mitad de mi vida ha sido buena.-   No se necesita tener mucho o vivir mucho. Nunca he entendido ese deseo de inmortalidad, de tan larga y prospera longevidad. Apenas he logrado sobrevivir entre lagrimas y mentiras, entre soledad y agonía sin darme cuenta de a quien a mi lado tan fervientemente tenía, no son mascotas, son amigos; padres; hermanos; consuelo; tu y ellos tampoco fueron mis amigos, fueron mucho más, quizas como familia les pudiera tambien calificar, como el amor que me enseño y rescató. Hay demasiadas cosas que quiero olvidar, hay muchisimo por lo cual llorar y sin embargo, mis lagrimas salen por ustedes a quienes tanto he querido. Por ustedes a quien he perdido. Mi corazón ya no puede dialogar con el testarudo de mi razonable cerebro más tiempo.   Creo que esta noche podré soñar nuevamente solo que esta vez no solo estaras tú en medio de esa bulliciosa ciodad, estara un prado lleno de girasoles siguiendo al sol, estaran mis dos hermanos que en el camino encontre y estará esa familia que ni personas son.   Es hora de que mi corazón vaya a descansar, es hora de que ese resongon y racional cerebro se tome unas largas vacaciones de tanto pensar, de tanto recordar.    
De cerebro a corazón
Autor: Ruka Hatake  572 Lecturas
Yo estaria mintiendo si dijera que te he olvidado. Seria una mentira si te dijera que ya no te amo. El cielo perdio un poco su color y durante mucho tiempo no fui capas de dejar de llorar mientras nadie miraba y siempre pensaba en llamarte olvidando que ya no estabas. Esos días despues de que te fuiste no sabes cuanto te odie por dejarme aqui tan triste y solitaria...yo quiera tenerte aqui un poco más. Yo era muy egoista y creo que aun lo soy porque no puedo evitar llorar cada vez que decides aparecer dentro de un pequeño sueño donde no soy capas de decirte “gracias”. Pero cuando abro mis ojos ojos nuevamente me siento terrible con mi mal comportamiento porque yo en relidad quiero decirte que por favor no te vayas otra vez. Pero ese sueño en el que me dejaste desde que te marchaste comienza a florecer y las personas a mi alrrededor me hacen feliz; me hacen llorar; me hacen enojar; y a veces olvidar. Soy esa clase de personas que se dejan llevar, y se que tu estas feliz de que yo siga adelante pero por algun motivo no quiero decir “adios”. “Adios y gracias” Esas palabras son las que deberia decir para dejarte descansar pero quizas seria mejor si te dijera un “lo siento” por no poderte acompañar en ese momento en que te marchaste, por no sostener tu mano y por guiarte, por no haber estado mientras partias. Pero quizas tu sabias que me culparia por no ayudarte aun estando a tu lado, por eso tu te despediste con una sonrisa, con esa sonrisa que tan bien conocia y ahora extraño tanto. No se si existe Dios o el paraiso, pero quiero creer que ahora eres feliz, que ya no hay más dolor para tí y que alguna vez nuevamente podremos encontrarnos bajo este hermoso cielo lleno de estrellas que contienen nuestras memorias, se que ellas nos ayudaran a no olvidar este sentimiento... No te olvidare. “Gracias” “Adios” “Encontremonos de nuevo”            
Ella ahora besa tus labios mientras trago el humo de mi cigarro. Y lloro mientras sueño, mientras tu la abrazas yo siento el frio de la soledad. Soy tan feliz recordando mientras ella va creando un mundo a tu lado. El fuego consume la vida que tuvimos juntos durante un exuberante grito de pasión. Y es ahora cuando comprendo que las palabras faltaron. Tengo hambre de tí, pero tu la alimentas a ella, así que tengo que comer el aire que dejaste atras. Y mi me encanta imaginar que regreasas que tu volveras a mis brazos Porque aún te amo Porque aún te llamo Y mientras cantó, el cigarro se ha terminado. Nadie me dijo que fuera facil. Todo esta terminando y yo aqui con otra cajetilla me insito a seguir esperando.
Besando Aire
Autor: Ruka Hatake  554 Lecturas
Cuando la noche cae el pequeño ratón sale de su escondite por la habitación donde menos luz hay esperando paciente que el gato no lo vaya a encontrar. El pequeño ratón ha desidido volar por entre la vida y la muerte para encontrarse con ella.        El gato sabe, que el ratón volvera noche tras noche y a él que le gusta jugar a esperara que él pequeño se mueva entre las sombras hasta la princesa y una vez que lo vea acercarse él saltara delante, triste y asustado el ratón correra hasta el hoyo de donde salio para volver a esperar a que llegue una nueva noche.      Que triste, que triste.      Noche tras noche el ratón volvera a pasear en busca de un encuentro con la princesa que duerme sobre la mesa, esperando que el gato salga a cantar a algún callejón o le de por cantarle a un viejo amor. Un pasito se escucha por la alfombra, va despacio con su premio en mano esa delicia preparada solo para ella y esperando que el gato no se encuentre en casa, finalmente la ve en medio de la sala a ella dormida con la luz reflejando el brillo en sus enormes ojos.      El gato sonrie, el gato esta por reir.         El sabe que la princesa duerme y nadie la podra despertar, así que esta vez deja que el pequeño suba hasta donde ella esta y lo mira hablarle de una vida juntos, darle el queso que hurto, que guardo. El gato lo sorprende y el ratón se interpone entre el y su princesa que mira desde la nada.         Un movimiento y la princesa llace en el suelo.         El pequeño ratón llora tratando de recoger pedazo a pedazo a su amada princesa.         El gato rie admirando su obra, pero el gato no es tan malo. Es solo que él gato no quiere ver más a ese tonto ratón noche tras noche añorando a ser feliz con esa princesa de fragil ceramica, el gato ha llegado a apreciar a su presa.         Nada ya queda ya.         Las noches vuelven a la calma, el gato duerme en la sala mientras el ratón regresa cuando la luna no sale para llorar donde su amada estaba.          
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Demasiado tarde
Autor: Ruka Hatake  556 Lecturas
Esta noche me apetece escribir sobre el amor, sobre lo que sentí por ti la mañana en que te conocí. Esta noche no quiero ser yo, no quiero ningún recuerdo que me aleje de ti ni que pueda acercarme más de lo que debería de estar. Porque amarte también es esperar, es soñar con un futuro que vendrá y otro que quizás ni siquiera se llegue a plantear. Esta noche jugare a ser un adivino más, un juglar que te hipnotizara con palabras finas llenas de erotismo, de enigmático valor. Seré la persona más mentirosa y la que jamás te mentira porque esta noche voy hablarte sobre el amor, sobre este amor que arde en mi pecho como si fuera fuego que lastima pero no mata. Todo será sobre el amor que sentimos nosotros dos, sobre ese amor indomable que la gente de antes y de ahora se ha complacido de tachar mal, sobre los desdichados que murieron sin probar el sabor de un beso de amor y pasión, y por todos aquellos que murieron por sobredosis de amor que su cuerpo y mucho menos su cerebro pudo procesar. Y es que si repentinamente dejo mi burbuja de protección, este núcleo que me aparta de ti y de todo lo demás, es porque se que este amor llega a su punto final de dolor, de ese sabor amargo que gratifica con soledad y un mayor fragor de obviedad que es el amor de verdad, ese que no se puede olvidar. Esta noche me apetece hablar sobre el amor, sobre lo que siento por ti cada vez que estas junto a mi. Esta yo quiero ser simplemente yo, quiero crear un recuerdo que te cubra aunque yo me extinga, que te acompañe incluso en el camino a la eternidad. Esta noche seré yo y nadie más y solo por esa noche te hablare del amor.                 
Esta noche
Autor: Ruka Hatake  552 Lecturas
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Diez mil años
Autor: Ruka Hatake  539 Lecturas
Un ventana rota en medio de una desolada casa deja entrar la luz de la luna y la del sol. Alimenta la esperanza de las paredes que quieren morir con el oscuro silencio y es que ya no son capases de escuchar el eco que habían dejado sus voces atrás antes de partir. Esa ventana que traía aire de fuera, que alimenta los sueños con flores que crecen en ese lugar, ella es la única que ha dicho que el tiempo pasa más rápido y más lento de lo que los desgastados muebles creen y es que ellos ya no tienen el calor que dejaron antes de marcharse y no volver. Cuando la lluvia cae y llega a pasar por esa ventana rota se convierte en las lágrimas de todos los recuerdos que ellos formaron durante el tiempo que habitaron en ese lugar. Cuando el sol entraba por todas partes, y el aire se respiraba diferente. Ahora ya nada queda, una ventana rota al igual que una casa sola. Ellos se marcharon sin siquiera mirar atrás. Y la casa entiende porque tuvo que ser así, incluso si ella quiere regresar a los días donde ellos habitaban ahí quiere también borrar las cosas grises que se suscitaron los días que la ira era controlada por el vino y las pastillas que hacían volar a su mamá. La casa quiere otra noche para soñar, ella quiere los momentos en que los escuchaba reír, esos donde ella era un castillo donde poderse esconder. Una nueva oportunidad. Una nueva oportunidad. El polvo se acumula capa sobre capa borrando los rastros de todo recuerdo que hambriento se va a pasear debajo de él a ver si encuentra los pedazos que comienzan a faltar, queriendo sentirse acompañado de uno que otro compañero que creyó no volver a encontrar. Pero a veces las telarañas los dividen y los encierran sin que puedan llegar a reunirUna casa abandona llora su derrota desde esa ventana rota, ve el mundo cambiar de color mientras ella se mantiene a penas a pie mirando todo desde su azul opaco que se destiñe de estación a estación. Ella se queda quieta mientras sus entrañas se desmoronan en un crujir que suena a suplica por aquellos que la dejaron ahí sin siquiera volverse una vez. Los últimos pedazos de la ventana también se vendrá abajo mañana y la soledad se volverá otro recuerdo sediento en la tierra junto con lo que ahí una vez estuvo. Nada permanece intacto y nada puede olvidarse incluso si nadie les recuerda una sola vez ellos ahí estarán por siempre sonriendo, llorando, viviendo en la casa que dejaron atrás, a la que nunca regresaron a darle otra oportunidad.
Ventana rota...
Autor: Ruka Hatake  554 Lecturas
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Juntos y lejanos
Autor: Ruka Hatake  516 Lecturas
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Viaje en nave
Autor: Ruka Hatake  538 Lecturas
Hoy tengo ganas de enamorarme de ti. de comenzar una historia de amor de esas que están en los libros pero que pocas veces se vuelven realidad. Hoy te voy a robar el primer beso y te abrazare mientras tiemblo. Voy a escribir una carta de amor sin la ayuda de mi mejor amigo, una carta de amor donde escriba la historia de amor que seremos. Yo voy a besarte y a robar tu aire, mientras me escondo en tus brazos. Voy a temblar esperando tu respuesta sin apartar mis ojos de tu figura, quizás me olvide de respirar esperando esa historia que podemos crear. Me pondré a llorar como un niño cuando se ha perdido, sea un sí o no. Hoy tengo ganas de enamorarme de ti. Como lo hice la primera vez que te vi de esa forma en que todo cobra color tan anormal que dan ganas de vomitar. Yo quiero abrazarte sin soltarte porque ya estamos volando sobre nubes. Voy a cantar una canción de amor con la música que me has hecho escuchar esa que no esta escrita en papel, que nunca se escuchado en ningún escenario. Hoy te voy a amar escribiendo lo que puede ser el principio de un libro, voy a amarte como se debe amar de esa forma que no se puede esconder. Hoy tengo ganas de amarte y que sepas que lo hago desde esa vez que me miraste y te mire. Voy a escribir la mejor historia de amor de esas que comienzan y terminan con un beso. Hoy necesito de ti como el escritor necesita las hojas y la tinta. Hoy voy a comenzar la historia de nuestras vidas y solo tu dirás si termina en un verso o en toda la vida.
Hoy te amare
Autor: Ruka Hatake  547 Lecturas
Esas lágrimas que me urgían por salir eran mis recuerdos más preciados sobre esa época donde nosotros logramos coincidir, eran la marca del dolor y la felicidad que me negaba a dejar ir, que no podía permitirme dejar escurrir por miedo a olvidarme de ti.   Eran lágrimas que me tragaba mientras recordaba claramente los colores que el día lucia,era rebobinar mis latidos y el calor en mi pecho que bullía como una risa. Solo eso queda ahora de todo cuanto eramos, de cada cosa posible por ser y ya no hay forma de vivir.Así que noche tras noche y día tras día trago todas las lágrimas que se me acumulan en el alma como una triste tonada, las dejo que pesen igual que tu cuerpo cuando me abrazabas y el mundo se transformaba en emoción y silencio solo para nosotros dos. Llevo cargando con un nudo en la garganta desde ese día que nos llego la despedida, sigo sobreviviendo en una cuerda floja en la que no encuentro lógica ni cabida. Sigo tragando mis lágrimas hasta el día que nos lleve una nueva bienvenida, hasta el día que el peso de mi alma se nuble con todos los recuerdos creados y todos esos que ambos callamos pero siempre soñamos.
Esas lágrimas
Autor: Ruka Hatake  781 Lecturas
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Dama de noche
Autor: Ruka Hatake  568 Lecturas
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Un sabado por la tarde
Autor: Ruka Hatake  481 Lecturas
Tengo un nudo en el pecho, algo así como una piedra permanente que me provoca una inamovible ansiedad; es como una nostalgia inagotable que proboca lágrimas en la soledad de la noche, en los días con sol, con lluvia o en los tranquilos fáciles de olvidar pues no hay nada más que la repetición constante de la nada interesante. No hay nadie con quien platicar, no sobre esto o todo lo que pasa alrededor de la aflicción de este peso en mi pecho, hay muchas personas a mi alrededor, amigos y familia que quizás estén dispuestos a escuchar, pero siento la necesidad de callar pues cada que pienso en decirselos siento la distancia entre nosotros aumentar. Carece de sentido. Y busco canciones con las cuales poder llorar, esas que pueden con sus letras o la simple melodía llevarme hasta un rincón dentro de mi mente donde pueda descansar; la lista de reproducción cambia constantemente, algunas se adhieren y suenan más fuerte pero nada que llene realmente. Son las cinco de la mañana cuando me despierto a media noche, recuerdo el sentimiento de mi sueño pero no el sueño como tal, es un poco extraño pues siempre recuerdo mis sueños incluso mejor que la realidad. Mi pecho se adormece aumentando la ansiedad y son ya las tres de la tarde pero nada dentro de mi parece cambiar mientras el paisaje detrás el vidrio de la combi sucumbe a la velocidad. Hay que cerrar los ojos humedos sin lágrimas que derramar, la sonrisa es espontánea día tras día sin saber como es eso posible siquiera. Pero ahí esta asomándose, serpenteando sin sentido; se cuela, se engancha y se siente no solo viva sino como todo lo correcto. Todo parece mantenerse, incluso ese nudo en el pecho es constante y te dices que no crece aún cuando las pocas estrellas que logras ver en el cielo se han movido conforme la tierra también lo ha hecho. Hay solo verdad escondida entre tus mentiras, son todas mentiras convertidas en verdad. Desde el día que la nostálgica pena se instalo como copos de nieve en tu pecho sumiendo tu alma conoces no solo la respuesta para esa carga, no obstante, la callas en la parte más apartada de tu conciencia, lo haces pues es la manera más fácil de sobrevivir, de seguir adelante sin derrumbarse a la mitad de la vida que aún tienes por sobrevivir. Tiene todo el sentido. Es mañana, es medio día y es tarde; son días, son años y es la vida completa. Es lo que hay y la forma en que puedes continuar, incluso cuando las canciones dejan de tener sentido y la melancolía es una tristeza secando los ojos de lágrimas imposibles de llorar. Es toda la existencia pesada de un alma convertida en plomo, son los versos que no logras rimar y es la tumba bajo un árbol verde sin frutos o flores donde sueñas eternidad. Eres tu no hablando de ti ya, si no de alguien más.   
Nostalgia Inagotable
Autor: Ruka Hatake  688 Lecturas
El sonido de un piano resuena en su memoria de niño y de  hombre mientras los días y las noches aclaman por un amor que nunca encontró un final feliz; la noche cae día tras día con toda su oscuridad permitiéndole llorar. Y si la luna cierra sus ojos tras las nubes puede escuchar la voz de este hombre cantándole una canción a ella que se fue...Nadie puede entender la tristeza del hombre taciturno cuyos ojos se pierden entre la bruma del tiempo y de los recuerdos que nunca fueron realidad pues no tuvo oportunidad de decirle “buen día mi amor”.Solo el viento que choca contra sus lágrimas, las acaricia mientras se lleva su voz hasta un lugar tan lejano que casi parece no existir, en ese lugar hay una figura hecha de luz que recibe con felicidad y nostalgia las promesas que fueron incapases ambos de cumplir.La noche cae nuevamente cuando él levanta la vista hacia la luna que brilla esperando tras las nubes un mensaje que no es para ella pero aun así anhela. Y en un acto de final bondad el hombre la abraza diciendo "Adiós, mi amor. Buenas noches...”Así que la luna cierra sus ojos diciéndole "Adiós, hasta pronto...” mientras una lluvia de estrellas surca el firmamento sin pena ni gloria entre las luces de una ciudad siempre brillante y ruidosa que no logra percatarse del dolor de la perdida, que no ve como la luna se nubla de dolor.   
Mi amor
Autor: Ruka Hatake  456 Lecturas
Un día deje de escribir. No hubo motivos reales que pudieran impedírmelo, los horarios de la vida siempre dejan un hueco donde te dejas caer en sin un lugar, para hacer lo que quieras sin que nadie te pueda mirar, y esos huecos los tengo aun constantes en mi existir; es simplemente que ya no soy capas de escribir. Y eso duele más que vivir. Duele porque escribir era la existencia mas sagrada para mí, duele porque era por medio de las letras que burbujas de aire entraban a mí, porque escribir era poner un poco de orden en mi desbordante imaginación, era lo que me hacia posible dormir en los días en los cuales anhelaba morir. Como puntos suspensivos negando mi existir. Me dejan estática en el limbo anhelando proseguir, me dejan en la incógnita de cientos de historias entretejidas unas con otras formando laberintos dentro de mí. No hay salida pero tampoco un final, no hay un principio al que nuevamente me pueda aferrar solo estos tres puntos suspensivos a la mitad.   
No puedo escribir
Autor: Ruka Hatake  433 Lecturas
Mi padre murió; lo hizo en la noche dejando atrás un último suspiro, se fue sin decirnos adiós con la inocente creencia de un nuevo mañana de un despertar igual a los demás. Se fue dejando un par de corazones rotos que lloran su ausencia como pajaritos caídos del nido.  Dejo de existir como todo lo que existe ahora, nos dejo con el vació de su presencia en un mundo que sigue su curso infranqueable. Nos ha dejado en un planeta donde el sol sale todos los días a alumbrarnos pero ya no nos calienta, donde el brillo de la luna en las noches se pierde entre las nubes de nuestros ojos siempre cegados por la pena. Escucho el murmullo del mundo donde una vez escuchaba su voz y quiero retornar a lo que era, añoro con todo mi corazón resucitar su presencia, hacer retroceder el tiempo hasta el primer recuerdo donde nos encontramos aunque mi razón me grita que la realidad es permanente e inmutable como tantas cosas más en nuestra pequeña y fugas existencia.  Y me digo entender la muerte, me consuelo con las fracturas de nuestra relación sanadas y en mis propias palabras en la antesala de su partida cuando sufrió por las enfermedades del cuerpo, cuando los achaques de los años lo rasgaban como navajas era entonces que yo me decía que comprendía que su vida se estaba apagando y lo aceptaría de la mejor cuando llegara, pero veme hoy aquí con la pena atravesada en el pecho dejando un vació en el vientre. Mi padre murió, y no tengo nada más que decir sino que con él una parte de mí. 
Mi padre murió
Autor: Ruka Hatake  437 Lecturas
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