• Enrique Dintrans A:
enriquedintrans
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  • País: Chile
 
 Parece que esta nocheoculta tu rostro a la luz de las estrellasy el lejano tambor de los bosquesse disuelve aquí... ¡Y no llega!Parece que el violín inquietael canto de los grillos en la hiedray tu ausencia de rebelde brisahace ecos de lluvia en la pradera.Yo te he visto sonreír junto a la lunaen el estanque de lirios y camelias;Más ahora que reina la tinieblame parece cruel y pálida tu ausencia.Parece que el dolor se me hace un nudomientras va la carroza entre la niebla.
TU AUSENCIA
Autor: Enrique Dintrans A:  369 Lecturas
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EL REBUZNO
Autor: Enrique Dintrans A:  365 Lecturas
Estaba mirando las estrellasy en el intentoperdí los ojos de mi memoria.Una de ellas se acercó a mi oídoy junto a su hermana gemelame dijo en voz baja:"Bienaventurados los limpios de corazón,porque ellos verán a Dios"Desde entonces busco a Diosa pesar de mi ceguera.Una rebelde promesa se me apareció en sueños:"En el día de mi muerevendrán estas estrellasy por las cuencas de mis ojos,me cogerán el alma".
El amor bendice y acompaña El amor sobrevuela y aterriza en las heridasy sana. El amor conduce silencioso en el peligro. El amor penetra en los abismos de la muerte y regresa. El amor reparte fibras del alma y con ellas eleva nuestra vista a la montaña y anima.  El amor a veces llora y otras sonríe se detiene ante el dolor de un niñoy escucha. El amor no tiene prisa que le arrebate la música sagrada de su danza. El amor sorprende en el filo de una crisisy desnuda las maniobras de injusticia. El amor construye un reino de alegría que desborda de su intrínseca abundancia. El amor no puede olvidar sus accionesni esos rostros infinitos porlos que se desangra. Quiso el Amor romper el cerco de la Nada y gorjear como un pequeño pajarillo en la libertad humana.
En el palacio de la melancolía deambulan unas sombras tangenciales. Ellas pelan con sus uñas un huevode escorpión. El sapo cantor de la aurora me lo ha dichoen una confidencia gástrica. ¿Acaso está en mi poder evitarlo?  He aquí la trizadura del espejo: "Algún carruaje de botones voladores ha irrumpido rotundo y jactancioso en mi frágil madriguera".El estallido de una bomba sacude las raíces de mi viejo árbol. ¿Dónde, dónde han huído las sombras tangenciales? ¡Ah, las he oído perderse en la lenta tuberíamientras rasguñaban el olvido!Entro por el arcoirisde la velocidad invertebrada mientras canto un himno seco. Las sombras tangencialeshan dejado rastros de uñas de cristal y emergen por ellas un enjambre de ratas obcenas; todas vuelan directas a mi narizmenos una; la que salpica una furibunda saliva tricolor mientras grita herida por la picadura  del octogenario alacrán de los sueños.      
MIRANDO LA LUNA ¿Tiene la luna un sombrero, algún lunar en la mejilla o tal vez la cicatriz que deslumbra al agorero? Yo la vi desnuda con sus grandes ojos grises navegando más allá del vapor en que respiro. Hoy he salido a buscarla, pero ella rueda distraída por el cielo. Una taza de café para la Luna Tengo ganas de oírle algún poema misterioso de esos que cantan las sirenas.
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CHOCOLATES
Autor: Enrique Dintrans A:  381 Lecturas
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SUEÑO DE LUNA
Autor: Enrique Dintrans A:  418 Lecturas
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TU MEMORIA
Autor: Enrique Dintrans A:  433 Lecturas
DE HOJAS Y LA SOMBRAEn una hoja hay un libroy en el libro, sombra. En la sombra encontré olvido y en el olvido ... más sombra. Y en la sombra perdí mi libroy lloré por sus páginas. Hoy vengo de la sombraen busca del libro,y el olvido me recibe y su voz me nombra. Entonces me pierdo en la hoja y con ella increpo al libro deshojado. El olvido se retira y me expone a la luz. Y desde la hoja viene saliendo un árboly en un colosal estornudo vegetal su madera se revuelca. Voy centro de la página perdiday una hoja me sonríeal pasar por la sombra.    
El por qué está meditando en la superficie de las tinieblas. ¿Dónde está el camino? Hay un acertijo atragantado en el destino resistente a la comprensión de si es posible el encuentro de dos gotas de agua y su convivencia junto al arroyo. El por qué de uno mismo permanece oculto mientras no broten lágrimas que limpien la mirada de la actitud ególatra. El porque sí invita a una fiesta universal. Todas las gotas de agua están invitadas al proyecto oceánico. Lo único que parece claro es que el mar nos espera con sus brazos abiertos, pero ¿Dónde está el camino? E.D.A 
¿Y EL CAMINO?
Autor: Enrique Dintrans A:  394 Lecturas
HOJA Hoja tierna de la rama, abandonadadeja que el viento te lleve liberadavuela ligera en loca bocanadasalta por los techos, huye a la quebradaQue la muerte viene, feroz y emancipada a robar el alma en furia destemplada. Hoja brillante de la madrugada, ¡no te olvides nunca que fuiste iluminada!   
HOJA
Autor: Enrique Dintrans A:  357 Lecturas
LLEGÓ LA HORALlegó la hora de preguntarle al tiempo¿Qué haces aquí?Pero no estoy seguro que el tiempoentienda mis preguntas.Llegó la hora de decírselosin rodeos.Y no entiendo por qué el desgraciadose demora tanto en responderme.Llega la hora de insistir:Tiempo, ¿Qué haces aquí parado,sin responder?¿Acaso crees que soy un idiotaque estoy aquí parado sin hacer nada?Vamos, yo te voy a hacer retrocederde tu presente inconcluso.Por su puesto que no tengo la menor ideade cómo voy a cumplir mi amenaza.Pero no me preocupaTengo todo el tiempo del mundo.  
LLEGÓ LA HORA
Autor: Enrique Dintrans A:  424 Lecturas
EL AUTORECLAMO El insecto decidió que era hora de volary entonces sacó alas.Dos alas grandes sacóde su nervudo vientre. Pero se aburrió de los árboles y de las complicaciones del espacio aéreo.  Y regresó a la roca. Pronto llegaron las lagartijasy detrás de ellas una rata. El insecto se sintió decepcionado. y vociferaba a gritos para sí mismoen un idioma que sólo podía ser comprendido mientras sonaba la alarma de un automóvil. Y a estos desgraciados, ¿Quién los invitó? ¿Acaso no tengo yo "derechos de propiedad"sobre esta feca humana? ¡Yo la vi primero!
EL AUTORECLAMO
Autor: Enrique Dintrans A:  399 Lecturas
 CONVERSACIÓN ANGELICALLa última vez que conversé con un ángelestaba distraído,tirando migas a las palomas.Trataba de acordarme de una cancióny me fallaba la memoria.El ángel gesticulaba moviendo sus ojosyo estornudé por la impresión.Una paloma defecó en mi narizy el ángel me pasó una servilleta.Llegaron tres palomas más:Una blancauna negray otra desplumada.Y la desplumada me dijo: ¡Hasta cuando nos dasestas mugres incomibles!El ángel se rió con ganasy después me ofreció galletas de agua.La paloma desplumada lo miró con furia:¿Qué haces con esas alas ridículas?Y le quitó el paquete de galletaspara dárselo a los gusanos.
HUEVO Huevo de los colores mágicos huevo de los suspiros insustanciales huevo de la aventura prohibida huevo de los tiempos que nunca fueron, Huevo comprometido huevo de la perdida indiferencia huevo de la melancolía huevo del invento arrepentido. Huevo metafísico huevo de los olvidos involuntarios huevo del pensamiento estrafalario huevo del místico rosario. Huevo de las pálidas emociones huevo de los hábitos nocturnos huevo de las indecisiones huevo de los riesgos en cálculo. Huevo del conflicto intra-psíquico huevo de la salud encadenada huevo de la música rockera huevo de los alfileres hipocondríacos. Huevo de los astronautas huevo de los Iluminati huevo de los vinos sobre la mesa huevo del Fondo Monetario Internacional Huevo del amor profundo huevo de la belleza multiplicada huevo de los incendios forestales huevo de los escombros del Puente de Cal y Canto. Huevo de los tambores africanos huevo del estrés de los emprendedores huevo de la Sra. Alcaldesa huevo de las peinetas llenas de piojos huevo de los duendes y las ardillas Huevo de las páginas ignotas huevo de los estornudos con gotas de limón huevo del ying y el yang huevo descascarado, huevo desterrado Huevo en su proceso interno desplumado huevo heroico de los pantanos, huevo de los loros parlanchines huevos que se fueron conversando en amena plática, y nos dejaron aquí, esperando.
HUEVO
Autor: Enrique Dintrans A:  455 Lecturas
MICAELAMe sorprende la estela  de la nube perdida en las alturasy tu andar de gacelapor la hierba en que siento la premurade alcanzar tu sonrisay tus labios, Oh, dulce Micaela Yo sintiendo la brisatu mirar profundo de candela...¡Ah, qué dicha y ternura!        
MICAELA
Autor: Enrique Dintrans A:  358 Lecturas
 OVEJA EN LA NIEBLALa oveja está trasquilada en pleno invierno. Ella siente fríoy vaga por las lomas mientras la niebla traga su balada. Un corderillo corre a buscarlaen pleno invierno.
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VIENTO...
Autor: Enrique Dintrans A:  370 Lecturas
Gracias que descansáis ocultas en el silencio de Dios. Gracias que anidáis entre esperanzas  aún no manifiestadas,  y que correteáis alegresen la eterna fantasía de los niños.  Gracias de las nieves, que guardadasen el tiempo imaginarioaún evocáis destellos de lucesy el fluir enamorado de la dicha Gracias, no me dejéis sólo en este trance ¡Venid, venid prontoque estoy muriendo! 
GRACIAS, VENID
Autor: Enrique Dintrans A:  356 Lecturas
Siento la espumadesfallecer en burbujas.Algo parece decirmientras desaparece;un sueño de olas,el ala rasante de una gaviotao la energía benditade un suspiro enamoradobajo la luna.
CONTANDO BOLETOSCuento los boletos y se va el tren.Se va y se fue, Y qué.Es decir que pasó y yo andaba en otra.Sigo contando los boletos,ahora de atrás para adelante.Siguen pasando los trenes.Pero me da lo mismoporque no voy a ninguna parte.Y sigo contando los boletos que nunca tuve.Pero esta vez tengo el problemade no saber por donde comenzar.En todo caso el tren acaba de pasarDe atrás para adelanteY desde adelante para ninguna parte.He encontrado un nuevo fajo de boletos.Esta vez el tren se detiene,y la gente baja desesperadaen empujones apocalípticospara arrebatarme los boletosque no van a ninguna parte.  
EL HELADOMe gusta el helado que vi fabricarcon leche de coco y rico manjar. Me alegra el barquillo le oigo crujir ¡qué rico tomarlo,ya siento el festín!Me apuro en llevarlo a mi paladar de pronto me hiela y no puedo hablar. María sonríeme dice "glotón" me deja invitadoen otra ocasión.
EL HELADO
Autor: Enrique Dintrans A:  370 Lecturas
AL CENTRO DE LA NUEZAbro una ventana en la nuezcorro por la hebra del hilo,Miro, la huella del cienpés. Nuez de la mañana, nievecanta en el vapor y el fríorío,tú cáscara se mueve.      Nuez de tu nogal paternoen que tu madera crece sietelos días del encuentro.
Digo que ignoro aquellas razones en que el silencio de las palabras oculta la huelladel texto peregrino.  ¿Dónde encontrar el derrotero áureoo la simple brizna mensajeradel rocío esplendoroso de tus versos (en Textale)?  ¿Tiempo deambulante en pantalla oculta?¿Acaso desconfigurada y molesta que no muestra en su página de inicio?  Vaya suplicio,ignorante del astuto astuto trucoque pudiera llevarme a los textos ahora perdidosa mi ánimo lector.  Y es de corazón del verso  o del simple hábito textálico visitar páginas amigas...  Razones y pausas ...dónde se fueron los textos y pantallas de la página de inicio?   
POEMA PRECARIOMas allá de esta nubeque levanta un destello de alegríao incluso, en el vértice del pétalode mi rosa marchitavengo recogiendo el airede un poema. Caminé con él en mis horas de bullicioy sus letras se estiraban en asamblea mágica. A veces, el poema se sentaba sobre una piedramás nunca dejaba de peinar,su cabellera ausente. He aquí un farol republicanoque grita por sus ampolletas cadavéricas;y reclama a plena luz del día:¡Ea, ea, encended las luces,que tiempo ya no queda! El perfume de no se qué melancolíaparece escalar por el tallo del geranio. Mira el zorzal y suelta su trino. Mi rosa reúne sus coloresy me abraza en sus espinas. Yo le canto en mi delirio ella recoge su entereza y adentra sus raíces en las aguas del dolor. Algo de témpano y misterio me disuelve.Un paraje de soledades recicladasvibra en este poema mientras el barquito de papel avanza temerariorumbo a las alcantarillas.      
POEMA PRECARIO
Autor: Enrique Dintrans A:  395 Lecturas
CONSULTA IMPREVISTAUna sonrisa pasarevolotea como helicóptero,pero se estrella en un ojo,que la descuartiza. Más viene subiendo en el rostrouna hermana tan bella,tan dulce y leve su impulso,que el ojo torcido se nublapor una lágrima seca. Y otra hermana sonrisabrota despreocupadacomo si no hubieraninguna prisa. El ojo consulta al otro lado de la narizcómo se hace"para sonreír".
ÁRBOL, BRINDO POR TI No había necesidad de llegar tan lejosdisputándole a las palabrasalgo que tuviera sentidosin que por esose levante una ceja. Bastaba con poner el ojo atentoy observar a las hormigasteniendo claro mis limitaciones para escucharesa música con la que marchan. Ahora, aquí, bajo la sombra,sueño con una copa que levanto en brindispor algún motivo desconocidoy por el descanso de las hojasque se sueltan de los árboles. Por su puesto que mi brindis está contaminadocon la contradición de mi pensamiento. El árbol podría botar todas sus hojas y cancelar de inmediato mi brindis, por lo que he pensado en una negociación. Amo sus hojas al levantarse de la sombra,amo sus recuerdos vivos y su jubiloso grito.Amo también al viento que le honra con su saludo, y en especial, cuando recoge de la lluviael mensaje misterioso de las aguas. Yo le ofrezco al árbol el brindis de mis lágrimas, le pido que acepte mi nostalgia de la nievey que crea que no tengo un hacha oculta entre mis manos. Ojalá me escuche, yo le tengo un cariño extrañoy por eso brindo por él. !Árbol, nunca abandones mi paisaje! Yo quiero ir de plaza en plazacamino en camino, incluso, más allá de los desiertos de mi memoria fragmentada, para agradecer tu hermosa madera, por esos nudos gloriosos y sus vetas abiertas  por el aroma y canto de tus hojas.Y ahora no sé qué podría ofrecertesalvo el tiempo de las horas para visitarte con un chorro de aguae imaginar la música de Haendelmientras tú sonríes.    
MORBOHay un ojo deslumbrado por el morboEstá un tanto alteradocomo pestañeo de castañuelas. El otro ojo permanece atento al crepitar de las chispas. El morbo sacude sus ropasy desata sus olores. Un ojo se cierra y el otro no alcanzaa salvar la distancia. 
MORBO
Autor: Enrique Dintrans A:  345 Lecturas
SEQUEDAD DEL ALMALentas y frágiles hojasvan por el suelo en congojas. Ellas olvidan la muertesin que pudiera la suerterecuperar el querertepor las espinas que arrojas. Hay una sed en la sierra  lágrima seca que encierrala soledad de la tierra  que de las aguas despojas.   
BELLA FLOR He salidode alguna supuesta trizadura óntica, indemostrable y precariacon una extraña sed de infinito.Dormí bajo la higueramientras preguntaba al destinosi la felicidad juega entre las flores. Yo conocí una florElla aún brilla en mi sepulcro.Yo estoy vivoporque ella nunca ha dejado su aroma. Los gusanos y diminutas larvasincluso los ácaros de la tierra áciday las nauseabundas excentricidades de los mosquitosnunca dejan de vociferar su gozoal fagocitar los jirones de mi carne. Sí. Es verdad; ¿Qué quedó de mi "ego-sistema"? Ese es mi drama. Aún no sé qué fue "eso". Mis lágrimas o mis carcajadas son ecosen un espejo dolido por la tiniebla.Y el pensamiento; ¿dónde se ha escondido el principio de identidad? ¿hay algún pliegue que conserve mi pomposa humanidadentre estos harapos? Bueno. Es lo que hayLa fisura tenebrosa no tiene por qué ser indefinida. El vacío que me desborday la absurda prisión de la memoriatampoco tienen qué ser eternos. Insisto. yo conocí a mi bella florYo la amé en cada uno de sus pétalosy ella es un poema viviente.Su ternura es un misterio inefabley su aroma...¡Qué maravillosa era mi flor!Sí, ¡ella vive!y por sus lágrimasyo me siento navegando hacia el infinito.  
BELLA FLOR
Autor: Enrique Dintrans A:  382 Lecturas
Un alicate gira sobre el alambre de la irapero está hecho de hieloy se derrite antes de tiempo. Se mofa el alambre con ácidas palabrasmientras el vapor de la palanca se disuelveen los hondos agujeros. ¿Quién es el más destacado para el arreglo improvisado de las fallas? ¿No soy yo, el alambre justiciero? Más el vapor tiene un vago recuerdodel frío nebuloso de las rocasy la fiesta metalúrgica.Vuelve sobre el agua y se eleva en busca del hierroTiene la vaga memoria de su antiguo ser alicatey de las punzantes carcajadas del iracundo alambre. El alambre avanza como vibora insaciableviene cargado de veneno a la sopa de las palabras.Ha recopilado sales y mezclas imprevisibles.Recorre las cartas, las boletasincluso las recetas de cocina: ¡quiere fuego! El vapor de los halos lo alcanzapor el fétido aliento de su piromanía jactanciosay lo va cortando en trozos en implacables tenazasAlicate que regresa de sus telúricos vaporesvuelve y vuelve, casi en danza giratoria a cortar los airesdel alambre a quien maldice.Quien lo maneja se quema las manos.¿Valía la pena?Los trozos quedan tirados en el barroy esperan algún incendiopara volver a sus andanzas.Las manos, ésas manos han quedado marcadasy en los trazos de sus palabrashay dolor y lágrimas.Las tenazas regresan al taller del herreroy las aguas se disuelven en las olasal milenario vuelo de las gaviotas mensajeras.

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