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Tu soledad es una orquídea roja en un cielo desnudo. El prefacio del libro que aún no se escribió y contiene los arcanos que llevan felicidad a los tristes. A veces… campea tu soledad también por la mía y trae el aroma febril del deseo. Tu soledad es la última obra de un angel secreto, y te clama única, y te nombra cierta. Tu soledad, amiga, tu soledad … es mía. Se fueron mis amigos se fueron juntos todos a buscar sus destinos y me dejaron solo Qué importa si se fueron detrás de la quimera lo que importa es que ellos ya pusieron primera y van a la victoria aunque no sea conmigo para mi es la gloria de haberlos conocido Y me dejaron solo para hacer mi destino solitario entre todos soy mi mejor amigo Yo presentí la espina verdadera hiriendo mis entrañas mientras me halagabas con la rosa de plástico de tu sonrisa falsa y tu fingida amistad hueca. Ahora mi jardín está más vacío que antes. Ahora te he perdido, aunque pensándolo bien, ¿puede perderse lo que nunca se tuvo? Finalmente, feliz, te fuiste con otro. Y cada tanto apareces como quien visita un cementerio y deja la rosa de plástico, la misma, en el jarrón sin agua. Quiero que sepas que aún hay vida en el nicho del cornudo. Y que juntaré toda la indiferencia del universo para dártela en la mano… que jamás mereció la mía. Bebí de tus ojos, vuelo sin destino, pero no era eso. Tomé fuerte mis manos a las tuyas, pero no era. Tampoco tu cuerpo, cripta de mis deseos, era eso. No y no. Mucho más. Tu oscuridad es la que me alumbraba Tu silencio el que elocuente se posaba en mi oido. Tu soledad, espléndida, la que me acompaña. Oxímoron de mi dolor gozoso, eterna presencia ausente. ¡Ámame! con caricias de metal y que el roce de tu ternura se hunda en mi soledad, como una espada. No te prives de herirme fuerte, si así fuera necesario, con tal que me ames mucho hasta que debas…¡ matarme ¡ Que la muerte del grano de trigo, desde otro lado, se llama pan que alimenta al mundo. Pájaro sediento, triste de flores ¿puede la letra revivir a los muertos? Alejandra, de la cara marcada y la magia en las manos… ¿pudiste arrancarle sus secretos al misterio? Te ruego que vivas nuevamente y me ayudes a escribir, por una vez, el poema. Yo te amaba, como la noche ama la noche, oscuramente, y callado. Pero es tarde, y digo como si dijera, vuelve a vivir, ¡te ruego que vivas nuevamente! que amanece la razón de tu sinrazón en la locura de mis huesos. Cuando duermo, el mundo sigue al lado mío, ignorando el ritmo de mi corazón. Y aquel río que no conozco canta, quizás, mi nombre mezclado, sabrosamente, con el tuyo Cuando duermo, fluye invisible y tiránica la sabia por los árboles. Cuando duermo algunas cosas pierdo, otras, las voy a buscar. Sin embargo duermo, como quien puede olvidarse un poco, del mundo, del río, del árbol. Pero aun así no puedo olvidarme de vos y de esa parte tuya que soy yo. Léeme como si fornicaras a una hembra golosa que la abandonó el novio, y la dejó sin tocarle, siquiera un pezón. Léeme como rezan los beatos, con la voz baja y el corazón alto, con la alegría que los escucha Dios. Léeme con el fervor heroico tributado a una patria que no existe, pero tus ojos, saben crear. No me leas como puedas, léeme como sabes, porque mis poemas han muerto de soledad, pero en tu corazón, magia y destino, resucitan y este muerto que escribe, ¡oh lector mío! ¡oh lectora mía! contigo… resucitará. He perdido un poema en los huecos de la memoria;hablaba de un bosque sublime,de pájaros luminososque beben en una fuente antigua,y cantan una canción nueva.Pero no lloro.He perdido un poema,y su raiz secretabrota en estas palabrascon lágrima muda, con húmeda alegría. Para ponerle nombre a tus silenciosquería escribir el poema perfecto,y desentrañar este amor que se evade.Queria hablar de tu alma,de su toque ultramarino y su delicadeza en sombras,pero apenas pude decirque extraño tu cuerpo,terrícola y luminoso.Ahora,escribo un poema como vos,un poema como yo,soberanamente imperfecto,como este que hoyestoy pariendo. Por alguna razón escondida en los pliegues de la sinrazón, sin quererlo, concientemente, al menos, Helena pisó la tumba de alguien, cuando abandonaba el cementerio. Instintivamente, pidió perdón.- Miró en la placa de bronce un nombre, Eleuterio Cruz, fallecido en 1922, decía.- En este estado del relato, para no lesionar la buena fe de nadie, ni ganar por sorpresa o exageración nada, yo, el escritor de este texto, te pregunto a vos, lector del texto: ¿Crees que un hecho como este puede ser casual? Que el pie de Helena se hundiera en la tumba de tierra de Eleuterio… ¿no habrá sido acaso una insospechada venganza, inconciente, sutil y extemporánea..? Aunque parezca mentira, el hecho fue absoluta y totalmente casual. Helena no había vivido ninguna vida anterior y ahora venía a vengarse de Eleuterio. En realidad Helena había nacido cuarenta años después de la muerte de Eleuterio. Nunca se conocieron y la pisada de la tumba fue simplemente “casual”.- Todo esto implica que no escribiré ninguna novela con este hecho, que fue como todos, casi, los hechos… absolutamente trivial, a pesar de su pesada carga simbólica.- Amigos, cuando escriba una novela, será con otro argumento, no con el de Helena pisando la tumba de Eleuterio. Saludos, Salud! En el principio, mi nombre era un deseo oscuro, quizás, en el corazón de mi madre. Y se convirtió en un hallazgo luminoso, por la perspicaz acción de mi padre. Sea como sea, en los abismos del tiempo intuyo, desencuentros y sucesivos reencuentros, entre mami y papi, para decidir , sin mi, lo que sería, ni más ni menos, una de las cosas más importantes mías, mi nombre. Ya elegido y consagrado, caras extrañas lo susurraban para mi, y yo les devolvía una sonrisa cómplice, sin saber todavía que significaba lo que estaban diciendo, es decir, sin saber comprender mi propio nombre.- A fuerza de constante repetición, logré aprehenderlo, es decir, lo aprendí, y desde entonces yo fui mi nombre, y mi nombre fui yo. Cuando alguien lo pronunciaba, igual que ahora, yo, mi primera persona del singular, se sentía, como ahora, aludida.- Así pasaron los años, y finalmente alguien, que me quiso mucho, y que yo quise muy poco, me pronunció llorando. Entonces mi nombre supo, la paradoja, humana y terrible, de ser al mismo tiempo olvidado por alguien, que yo quise mucho, y que me quiso muy poco. Cosas de la vida del nombre, del derecho y del revés.- Pero no importa, me quedan, Felices, Atentas, Bellas, Interesantes, y Orgullosas, las cinco letras de mi nombre, para que alguien alguna vez las nombre con amor, y para que yo, las reciba en mis oídos, también con amor… como un nido que recibe, cinco golondrinas de oro que atraviesan el caracol de cristal de la vida plena. Esta es la historia de mi nombre, en muchas cosas, ciertamente, parecidas a la historia de tu nombre, lector, de todos los nombres.- Esa noche era distinta. Howard, estaba solo… completamente. Quería acción, sentirse otro. Más bien, quería ser otra, o … sinceramente, quería ser la que era, puta, puta, muy puta, siquiera por una noche.- Ya no tenía la mirada atenta de mamá, que le encontraba ropa interior femenina en los lugares más insólitos, y le amonestaba… “Howard, eres un hombre” “Howard, basta de jugar a la nena, sino le digo todo a papá”. Quizás esa noche, después de todo, Howard no estaba solo, al contrario, Howard estaba consigo mismo, con “Helen”. Ese era el personaje que a Howard en realidad lo acompañaba. Su otra parte. Mejor dicho, su parte verdadera, él era ella, él era Helen.- Vistió sus diminutas ropitas interiores, en su cuerpito que ya disfrutaba plenamente. Ceñida de sedas y topacio, de chanel nº 5 y tacos altos. Venía el mejor momento. Atravesar el umbral de la puerta, y … por primera vez, salir al mundo, siendo la que es, siendo la que soy, se dijo, con aire de triunfo.- Las primeras miradas, lejos de ser censurantes, fueron agradablemente curiosas. La peluca rubia iluminaba la noche oscura. Un niño de la calle le lanzó un silbido sensual, ella siguió sin hacerle caso, no le gustaban los niños. Quería hombres, hombres recios y tiernos, hombres maduros y deseosos… de su cuerpo depilado, de su alma desnuda.- En la esquina, detenida frente a un semáforo, la abordó un transeúnte… “ven conmigo nena esta noche… tengo mi auto a media cuadra… acompáñame”…Con ese hombre, solamente con ese hombre, ella… toda tabú, no hubiera aceptado jamás. Era el papá de Howard, que acaso deseó a Helen, secretamente… siempre.- Esa noche no era distinta. Era la misma noche de siempre, con la luna vestida de luna.- ¿Qué puedo decir de esta noche? Noche indecisa, pero sabe hostigarme certera con un recuerdo que no quiero. Noche furiosa, pero sabe que ansío la paz de sus caricias antiguas. Noche muda, pero sabe que tengo el amor en el tono de mi voz. Estoy tan solo, tan solo sin ella, que no alcanzo a exorcizar la noche, con ningún adjetivo Hoy he vuelto a ser nada un nadie incapaz sombra de otra sombra que no arroja jamás ninguna luz en el borde de este poema, que intento y no puedo, extraño una mirada que me entrañe para ser algo… El niño hace preguntas cortas, que los mayores no contestan, con sus respuestas largas. ¿qué había antes de que hubiera algo? ¿por qué existe algo y no la nada? ¿quién inventó la muerte? ¿qué hay del otro lado de la vida? algunos niños, de noventa años, ya saben que no saben, y cuestionan su no saber como quien está pariendo un monstruo lúcido o un dios borracho. Huelo tu sangre a la distancia. Cuando otros miran que se apaga el cielo, yo veo encenderse las estrellas. Pobre de mi! vampiro optimista, pobre de mi! Del otro lado, quizás seas… no el amor, sino el espejo. y para qué sirvió mi nariz? Quienes creen que Estados Unidos amenaza con una guerra a Siria, por la excusa esa de las armas químicas, son demasiado ingenuos. Quienes saben la verdad y aún así apoyan a Estados Unidos, son unos hijos de puta.- No fue el “régimen” el que utilizó armas químicas, fueron los terroristas que el Estado Terrorista de Estados Unidos infiltró entre los rebeldes.- La misma excusa que se usó contra Irak y contra Libia, demostrándose después, que era falso. El pastor mentiroso miente siempre con lo mismo, porque además, carece de imaginación. Y esta vez el pastor o gendarme del mundo, vuelve a mentir, porque en este caso, jamás dirá la verdad. Y la verdad es que la guerra les conviene económicamente y estratégicamente… pero les conviene “ganarla” y esa es la cuestión… esta vez, como en Vietnam… pierden y pierden peor.- ¡Pobre el pueblo de los Estados Unidos! si callan, son cómplices… de la amargura temporaria que sufrirá Siria y del desconsuelo peor que sufrirán los Estados Unidos. Y si alzan su voz, no serán escuchados, pero habrán salvado, al menos, lo más, la dignidad humana.- Con fervor, con valentía, muchos británicos han levantado el “Stop the war” ojalá muchos estadounidenses también lo hagan.- A estas alturas, un ser humano bien informado, debe tener abiertos los ojos… para contemplar la ciudad más antigua del mundo… la amada Damasco.- ¡Dios la bendiga y la humanidad la apoye con amor! Obama necesita un dedito en su trasero, antes que señalar con el dedo un ataque a la humanidad, un ataque a Siria. ¿Alguna vez sentiste la necesidad de transformarte en luna, agua oscura, puré de papas o acero candente? ¿otra cosa? ¿Sentiste miedo de ser demasiado feliz y te sentiste muy solo y muy triste, un rato, para ser como los demás? ¿Te dolía el sexo cuando tu cabeza estaba espléndidamente bien? ¿Olvidaste ser vos mismo y, al olvidar tu nombre, inventaste otro que era exactamente igual al tuyo? Estas cosas me han pasado. Y no tengo vergüenza de responder si. ¿Te atreves a responder con otra pregunta… tuya? Hubiera querido ser otroel que bebe la fuente del silencioy atraviesa indemneel desierto de la palabraPero en este mundo de otredadser otro, también, es ser lo mismo.Yo fui aquel que no creyó en Dioshasta que Dios, creyó en mi.Y lo hizo antes que yo naciera, mucho antes, de mi primer no. HABEMUS PAPAM: La Tercera Posición.- En la Iglesia Católica, cuya principal y más importante misión, está el anuncio del Evangelio, se ha proclamado un nuevo Papa, Francisco, y la persona es el Cardenal Jorge Mario Bergoglio, argentino y por lo tanto, latinoamericano. Personalmente soy católico desde la teología de la liberación, es decir, comulgo con la fe de la Iglesia pero de un modo crítico, asumiendo que el cristianismo auténtico, se juega la vida junto a los explotados y marginados y a favor de la liberación de las causas opresivas. Hay una situación de explotación, donde una minoría dominante, somete a las mayorías dominadas. Y que el cristianismo esté junto al pueblo, no significa que se haga cómplice de los dominantes, desconociendo la opresión, sino todo lo contrario, solidario con los oprimidos para derribar el muro de la división, que no es otro, que el esclavismo disimulado de los tiempos actuales.- Ahora bien, expuesto el marco teórico desde el cual intento esta reflexión, quiero referir al nuevo Papa.- Como dato que considero positivo, el Cardenal Bergoglio, ha llevado una vida austera, y en este sentido, ojalá sepa transmitir a la Iglesia Romana, su propio estilo de vida, para que la austeridad personal que lo caracteriza, contagie e impregne un estado de cosas que resulta inadmisible por lo contradictorio: predicar a Cristo pobre, en una Iglesia suntuosa, llena de fanfarrias de lujo y esplendor.- Espero que el nombre “Francisco” de resonancia clara de humildad, sea un presagio, un destino, una misión.- El lujo es insultante, más aún, cuando quienes lo ostentan dicen pertenecer nada menos que a Jesús, el que nació en un pesebre y el que murió en una cruz.- Como dato negativo, y que no se debe disimular, sino todo lo contrario, debiera esclarecerse, es la participación que tuvo el Cardenal Bergoglio en los tiempos de la dictadura militar. Se lo acusa de haberle negado la protección a dos sacerdotes jesuitas que fueron desaparecidos, Orlando Yoria y Francisco Jalics. Al respecto, he leído que Adolfo Pérez Esquivel ha dicho: “Hubo obispos que fueron cómplices, pero Bergoglio no. Él no tuvo vínculos con la dictadura”.- Con sinceridad, yo personalmente no lo sé. Pero creo en el testimonio de una persona que considero honesta y comprometida con los derechos humanos.- ¿ Qué otra cosa puedo hacer si yo no viví esos acontecimientos? Pero sería bueno que el Papa Francisco, en algún momento que crea oportuno, no para sí mismo, sino para el bien de la verdad, se exprese al respecto. Porque el que calla, de algún modo, siempre queda en la sospecha. Si no fue responsable que lo diga y lo explique, porque no sería bueno que lleve la mochila pesada de haber colaborado con un proceso dictatorial y haber entregado a dos de sus sacerdotes.- Y si hubiera tenido responsabilidad, que pida perdón y explique, si los hubo, los atenuantes del caso.- Yo no estoy dispuesto, para nada, ha cometer ninguna de las dos conductas que consideraría gravemente indignas de un cristiano: encubrir un crimen, o … difamar a un inocente. Que se sepa la verdad, como dice Jesús, la verdad nos hace libres.- No hay un lugar en el mundo que no sea hermoso. Una higuera, un viejo arado enmohecido, un cañaveral simplemente la tierra seca y sedienta. Todo, todo es hermoso en la vida, y no hay geografía que no entrañe si bien se la mira, algo de sagrado, o si quieren, de mágico. Yo no sé por qué me ocurren estas cosas justo ahora, exactamente ahora, que creo no estar enamorado. Y soy pobre, y no tengo más que el fruto de mis manos, y mis manos se cansan, a veces, y también yo. Pero siento una alegría intensa, un íntimo regocijo, en esta soledad tan sola, que sin embargo, ya ven, me lleva a dialogar con todos. Y me expreso, en este escrito, con la algarabía de un hijo, que veinte años después de su muerte, otra vez, besa la frente de su madre… que siempre vuelve. Si, he de confesarlo, mi casa es el mundo, y mi madre, son aquellos que al leerme… me regalan un momento, un pedacito de su frente. Te tornas lila, repentinamente, como presagio antiguoque viene a cumplirse ahora, en mi pupila marrón.Antes fuiste azul, no como un hechizosino como conspiración de alta mardonde mi barca rojanaufraga eterna.Y será verde en el sueñode un bosque empezando a crecer, plateado por la luna.Después de todo, amor mío, eresinfinitamente negra, en la soledad quieta de mis blancos No sigas ningún consejo. Ni siquiera éste.( Es decir, elige seguir el consejo que quieras, sólo eso)Dicen que el adjetivo, cuando no da vida, mata.Lo mismo ocurre con sustantivos y verbos, de modo que… adelante!Dicen que el buen escritor escribe para si mismo, no para los demás.Entonces ¿por qué publica? Yo no entiendo a los escritores, al menos, a los demás.Ama las palabras, aunque no lo creas, siempre dicen algo más de lo que dicen,por lo menos, en la poesía.No desprecies al lector, al contrario, yo lo hice muchas veces,y me di cuenta que sólo él, en esencia, puede mejorar y mucho, lo que yo escribí.No olvides que la poesía es misteriosa, no abuses de ello, sé claro.Claro no como la luna, para evitar el tópico. Como el amor, que es oscuro, pero alumbra.Y no me preguntes por qué te doy un consejo, sencillamente, sé que lo necesitas,porque nunca lo has pedido. ¿Te das cuenta? de eso se trata, de imaginar lo que el lector no hubiera pedido… ni podido, sin vos. Te tornas lila, repentinamente, como presagio antiguo que viene a cumplirse ahora, en mi pupila marrón. Antes fuiste azul, no como un hechizo sino como conspiración de alta mar donde mi barca roja naufraga eterna. Y será verde en el sueño de un bosque empezando a crecer, plateado por la luna. Después de todo, amor mío, eres infinitamente negra, en la soledad quieta de mis blancos Yo batía el azúcar dentro de la taza como quien está buscando en el fondo oscuro la palabra Apreté los dientes dentro de la boca como quien no la encuentra todavía la palabra Y me quedé callado con un silencio distinto a todos los silencios y te fuiste como si nada, te fuiste y me dolió mucho sobre todo pagar los dos cafés, yo solo, solito…solo. No tengas en cuenta, Señor, mi falta de pericia en las letras, y recibe generoso mi intento literario de agradarte. Cada cual se enamora de vos, Jesús, por algunas de tus palabras. A mi me cautivaste por varias: “El que esté libre de pecados, que arroje la primera piedra” “Buscarán la verdad, y la verdad los hará libres” “No ruego sólo por ellos, sino también, por los que a través de ellos, creerán en mí” Quiero hacerte un chiste, una broma, Señor mío, ¡No me demandes por plagio, Señor, no me demandes! Que me faltó la inspiración y nadie dijo todavía en el mundo entero cosas más hermosas y más ciertas, que Vos. Con todo respeto, Señor Jesús, eres el más maravilloso de todos los escritores de todos los tiempos. Maravilloso milagro si se recuerda… que nunca escribiste nada salvo… unos signos que nadie sabe, en la tierra… aquella tarde que iban a lapidar… a una de tus amadas. A veces nunca sabré por qué siento vivir en el hueco de mis olvidos alguien distinto a mi que curiosamente soy yo mismo Cuánto trabajé para conseguir, por ejemplo, por vez primera decir mamá Y… cuando supe de la muerte. Era Hugo el que moría, a sus dieciocho años, yo tenía cuatro. Me levantaba con sus manos, muy alto, y yo sentía miedo y alegría, nunca más fue así. Cuánto sufrí para saber que alguien que es, ya no sería más. ¿Qué decir de mi primer beso en los labios, ese lenguaje mudo? Ella era la casa de mi deseo, entonces, y también el deseo de mi caza… ¡cumplido! A veces, no se por qué, vive más lo olvidado que lo que alcanzo a recordar, pero en contra de los doctores de la ley, de la ley misma, y de mi… prefiero recordar, amén. Me cansé de escribir intentando lo bello, negando mi ser. El reflejo de la luna sobre el charco sucio, no afea a la luna, pero tampoco embellece el charco, o si? Lo cierto es que soy torpe, como esa periodista que le preguntó al astronauta ¿si usted orina en el espacio, habrá lluvia ácida? y el astronauta contestó, sólo amarilla, sólo amarilla. Me cansé de escribir como deben hacerlo los que dicen saber. Ahora escribo como soy. Un solitario que lo único que busca es esa cosa imposible, que lo amen. Y lo demás, lo demás es cuento, y yo no soy cuentero. Me cansé de escribir y lo único que puedo hacer, es contarlo por escrito. Sé el poder de dos letras, en un instante. Aquella vez lo comprobé. Me quedé en un bosque vacío de árboles, y en la noche no había luna. Si. Sé el poder. Simplemente dijiste No, como quien inaugura un vasto espacio de nada como una flor sin corola, desnuda y sola. Sé el poder. ¿Y para qué me sirve saberlo, cuando es imposible el Sí? De dónde viene esto de ponerle palabras al silencio como si nombrar la nada nos redimiera de todo esto de jugar con el predicado para sanar al sujeto De dónde que la metáfora del agua calme la sed o el oxímoron del sol negro nos siga alumbrando No lo sé. Pero he visto un halo de luz oscura sobre la vacía laguna de mis olvidos, recordándome. Tan lleno de mi mismo. Que ya no soy yo. Rebalsa mi no ser, una furia incesante, que no es. ¿para qué engañarme con la plenitud de una risa hueca que no redime tus lágrimas? Quiero salvarte, porque de otro modo, solitariamente me quedo, sin salvación yo. De dónde viene este dolor antiguo, mezcla de rabia sin causa, decir gritando lo que no aprendí a susurrar. No por gastar mi piel, lo sé, desnudaré mis huesos. Ni el ave que vuela tus sueños, será mío, lo sé. Ahora debiera cambiarle los pañales, al hijo que llamaríamos “nuestro”, y ya ves, apenas intento este poema. Amor kenóticoNo es fácil saber qué es el Amor. Nosotros experimentamos el amor en el corazón del hombre y de la mujer, en la historia humana, pero en Dios, ¿qué cosa es el amor? Para ello hay que observar lo que hace Dios cuando su Hijo viene para el misterio de la salvación. El Hijo tomó una ruta muy difícil de entender. Dios es todo, pero cuando viene a nosotros se hace pequeño para encontrarse con el hombre y la mujer. ¿De qué otro modo entender Belén? Ninguno sabía que en Belén había nacido Dios, hijo de María y de José. Los pastores, los ángeles, los magos, un puñado solamente ¿Qué es este Dios que se abaja, que va a la cruz? La cruz es justo lo contrario a lo que es Dios. Dios es santo, la cruz es pecado. Dios es eterno, la cruz es muerte. Dios es belleza, la cruz es fealdad. Entonces, ¿por qué este camino? En cierta población indígena, el padre se coloca siempre en cuclillas para hablar con sus hijos en el encuentro de las miradas. Esta es la actitud de Dios: colocarse a nuestro nivel. Tenemos que asumir más decididamente el camino de esta kénosis, que es la esencia del amor. El amor no se impone, se da. Parece una debilidad, pero es una fuerza. Nos introduce en la problemática, pero para transformarla.Debemos pensar que en el caso del Hijo de Dios hay una manera de actuar extrema. No se podía ir más allá de aquello que El hizo. Debemos detenernos en el momento previo a la muerte de Jesús. Jesús está en relación íntima con su Padre, pero no entiende más a su Padre porque asumió nuestra situación hasta la contradicción. Como si por estar de nuestra parte perdiera al centro de su vida, su Padre, humanamente hablando. “Dios mío, Dios mío por qué me has abandonado” (Mc 15,34). Grito de soledad. Grito sin respuesta humana. Grito dificilísimo. Y el Padre no responde. Pero Jesús permanece fiel: “en tus manos, Padre, entrego mi espíritu” (Lc 23,46), mi vida. Entonces podemos hoy decir que en el misterio de la cruz, en el misterio pascual hay un testimonio de Dios para nosotros tan grande, que es capaz de llegar a este límite del amor. Si queremos amar como Dios ama tenemos que llegar a estar lo más cerca posible de Jesús.Todo esto es fundamental, más aún hoy cuando la Iglesia se siente llamada a abrirse 360 grados en todas las direcciones: hacia dentro, hacia el ecumenismo, hacia el diálogo interreligioso, hacia las personas que no tienen fe. Dialogar sin juzgar, evangelizar sin imponer. Tenemos que adquirir este equilibrio. Hay que dar testimonio del amor kenótico al mundo hasta que el otro pueda decir “esto es lo que yo procuro”. Pero para ello tenemos que desprendernos de todo aquello que no transparenta el Evangelio y recibir todo el valor que proviene de él. Si no tenemos madurez humana, si nos pesan las carencias, si nuestra propia historia nos hace daño, no podremos transparentar al Dios amor. Necesitamos trabajarlo fuertemente. Llegar a amar con este timbre es uno de los puntos que tenemos que adquirir en la vida religiosa y consagrada: que dondequiera que estén sean respetados por esta manera de ser, de vivir. Quiero sumergirme de nuevo en el mismo río, y seguir siendo yo mismo. Y el río también. Saber que las aguas que corren, aparentemente se escapan, pero quedan para siempre en mi. Renuncio a la superstición del tiempo, al ultraje del movimiento, al sabor amargo de aquello que se va. Hubo un niño llamado Heráclito que no nació. Y otro, Parménides, detestó la Filosofía. Yo soy Parménides, el otro, un impostor. Agradezco públicamente a Marcelo Sosa Guridi, que publicó el enlace. Gracias a ello envié algún poema a la revista literaria Letralia, que es una revista de internet. Y tuve la suerte de ver mi publicación, en el número 275, actual, de la revista. Aquí les mando el enlace, felices fiestas para todos. Salud! http://www.letralia.com/275/letras04.htm Salud! No soy un loco. No tengo ese honor. Simplemente me duele, de vez en cuando, que haya tanta cordura y tan poca imaginación. ¿Saben que pasa? Ser el mismo todos los días, todos los días ser el mismo, cansa, del derecho y del revés. Es el juego perverso al que nos invita… el sentido común, la sociedad organizada y los prejuicios de siempre. Tengo ganas de ser loco, así nomás, sin honor. Sueño que su Santidad el Papa, decide salir del closet, y convocado el periodismo mundial, declara simplemente, soy homosexual. Y… por qué no? decide ir a vivir a Buenos Aires para formar pareja y casarse ante el Registro Civil, como la ley manda.- Imagino al Presidente de Estados Unidos, decir sin doble discurso: “ Me he equivocado, sepan perdonarme, mi gobierno hasta ahora ha sido mediocre y lamentablemente, he seguido siendo, como mis antecesores, dictador de un Estado Terroristas. Por favor, les pido paciencia, voy a cambiar”.- Presiento, sin temor a equivocarme, que los cinco millonarios más ricos del mundo, deciden donar la mitad de todos sus bienes, para calmar el hambre de África.- Y entre tanta locura, que siento sublime y divina, también creo firmemente, que algún ser humano lúcido y sin mentir, me diga claramente… después de leer este artículo, con todo el corazón… ¡sos un buen escritor! Mauricio el que tenía miedo de los truenos y odiaba las almendras. Mauricio a sus trece años, el que me hablaba que había un jardín, más allá. Mauricio… ¿ están las flores y los pájaros y los árboles que no son almendros, en tu jardín sin tormentas? Mauricio… ¿qué cosa hay del otro lado? ¿existe la nada? ¿es verdad Dios? Nadie lo sabe en tus ojos oscuros vive mi luz Siento nacer cuando me miras fuerte un no se qué Quiero vivir tu mirada de mar naufragio azul Si ya todo está, como dicen, ¿para qué estoy yo?No. No quiero creer al mundo sin mi.No. No quiero creerme para siempre sin vos.Me rebelo.En cada dolor, seré alegría.En cada muerte, vida.Y aunque no lo sepas nunca. En tu olvidoallí, exactamente allí, estaré. Contigo, en vos. Hay instantes en que reconozco mi instinto,y vuelo sobre el tiempo, pesadillas de un demente arropándose en el miedo. Así los viajes son refugios para medir la sangre,o días en que se esparce el hastío flotando en parcelas imperfectasdel alma. Sin embargo percibo los primeros designios:esa mano hechizando al único hombre que miro su espejo,la mesa abandonada por el arrebato de la enajenación del hambre,y el cuerpo destrozado para que la victoria reconozca su propio límite. Cuando lo líquido de mi piel escapa, el pálido inventarioal que acudo en sitios como éste,me enardece,porque suena un humo triste ente los dedos,y fatigosamente lloro como repitiendo frases ajenas, sin destino ni perduración. Con los rastros de mi última sonrisa me concedo la tentación de ser otro. Guillermo Capece Bálsamo infalible y económicoQue cuesta lo que cada quien elijaEntre el polvo de este lugar y el mas cósmicoCuando no tener idea es una idea fija ...Rey de reyes que perdieron su tronoPor ser esclavos de su excesiva conquistaSi yo otra vez me auto coronoProclamo a viva voz que soy artista !..y no por consensos mayoritariosSino por como quien se decreta libreAsí que ya no hay critica que asuste...Pues cuando uno pasa de calvariosGana autoridad para determinar el calibreDel disparo que apunta a que el resto le guste.... Maravilladacon la mirada de un niño de puebloal saborear el misterio del eclipse Dejando dividido el resquebrajado tiempo de las mil esperasal saquear mi boca besada en el desorden Lila, su extraño nombre abreviado en el resplandor de un deseo,maquillada de estrella erranteen el carnaval de las heridascreyéndose mareafingiéndose fuegotornándose magiatornándose verboen el alucinado latir de la esperanza... Si pudieras resumirel eco de tu presenciaentre los destellos de un torrentevaciado en mis lágrimas...si pudieras resumir con tu vozla mudez de los pájarosque se abandonaron al cielo,seguramente arrancaríasel núcleo de mi falso nombrey lo harías viajar por el huracán de la palabra Si tan sólo lanzaras una bengalasobre la herrumbre de mi pechocuando los cristales y la vigiliase retratan de antiguas heridas...si pudieras llegar hasta aquícuando la madrugada arde en mis ojos y me pesa el ayer,seguramente una luz erizaráel desesperado pelaje de las sombrasiluminándolo todo dentro de mí Si pudieras florecermeen la prodigiosa nochecon cerrar tus párpadosy darme el signo de tu frente,seguramente emigraría mi pielhacia los lindes del sueño...... sueño brotado de la nada y la piedraconfundiendo en azar al destinotransformado en vos misma Sueño que si perpetuaras en vosla silueta de las gotaspara ungirte y ser lluviaseguramente la verdad beberácon tu boca en mi boca,su único milagro. Verde Federico:yo hubiera querido estar en el momento de los gritos,o de los silencios heroicos;en el momento de las espadas,cuando caíste en tu agua bajo lluvia,mientras los cerdos, enamorados de las banderas subterráneas,tomaban el sol de mediodía. (La soledad de las últimas habitaciones mortifican la memoria.Hay ventanas abiertas, y quedarán así en el invierno.Es raro,pero caen ahora hojas marchitasy me gustaría jugar con ellas.) Verde Federico:desparramo tus gitanos en la mesa,donde con Miguel y Manolo tomamos la sopa de la noche.Tu vestido queda ajado por los toros de la vida,y ni siquiera Nueva York te salva, Federico,porque estás próximo a morir,a caer bajo las balas levantadas a velocidad de la muerte,quizá por el mismo gitano moreno que en tu verso montaba a caballoy era el jinete más audaz de toda Andalucía. Duermescon una palabra entre los labios,con un ramo de hielo en cada mano,bajo las calles empedradas de "pájaros" nocturnos.Al fondo de la tumba llevas,una porción de magia, de manzanas de fiebre,de sábanas de lino. El viento te saluda,las tierras de Granada borran tu contorno,tu sonrisa mira los espejos de la vida.Y se refleja. Guillermo Capece Para un aprendiz de escritor, para un balbuceador profesional de poquedades, para un emisario de la nada que busca el oído de ninguno... susurrar un escrito cualquiera es un acto estúpido de magia mayor.-A ello me avoco brevemente, en esta segunda parte, que si la primera salió como el culo, no puede ser menos.-Lego a todo aquel que me lea, la alta erudición que nunca tuve, la perfecta forma escrita que jamás logré, y la alegría que ahora me embarga.-No esperes a mañana para escupir mi tumba. Estoy tácito como sujeto de este escrito aberrante. Tus insultos, tu admirable desprecio, los necesito, para saber que al menos, en la reprobación, estoy escribiendo. Hay algo, solamente una cosa importante, que me gustaría decir, y no se hacerlo bien, aunque lo intento. Bástame decirte por ahora, una cosa: es un lugar común de nuestros días, afirmar que Dios no existe. Te puedo asegurar que tengo la constancia plena de su existencia y por eso escribo. Doy testimonio que una vez miré que caía una estrella, corrí a la Biblia y leí... "Yo veía a Satanás caer como una estrella, antes que el mundo existiera"... Jesús, el Cristo.-Desde entonces... no supe que hacer, no supe otra cosa que hacer para lograr transmitir la experiencia... con palabras. Y ya lo ven, apenas si puedo balbucear este escrito torpe. Pero es verdad, y me consuelo saber que no miento. Alguien que me salve.Que me quite la angustia de no poseerme.Que me enseñe que los muros pesan más que las pobres palomasque vuelan en su alto.Quiero que mi soledad me conteste por vez primerapara quién estoy.Yo, que fui el francotirador inasiblesoy ahora el eco lejano de lo que fui.Me inundan las máscaras, el olor de los moribundos,el terror de encontrarme con ellos bebiendode la misma copa ácida su vino.Si vinieron a matarme, que me maten ya.Pero que no me hagan tragar el humo vacíoque siempre llevan en su rostro.Los odio porque una vez los amé.Teñidos de mariposas venían a tracionarme.Usurpaban cada hueco de mi corazón.No sé si quiero que alguien me salve.Los músicos con sus cántigas dirán el resto. Yo soy el que espera. Guillermo Capece Soy el camino de mí mismo y la desolación que se abraza a su senda,y tiembla, y borra las huellas para que no me persigan. Estoy vacío de esos animales etruscos que me regaló la partidade unos ojos girando al viento. No puedo confiar en los sueños porque alguien les pone un asesino dentro. Me acuno cuando no me veo pues la vergüenza tiene el ropaje largode los locos. Hoy es domingo, y he estado todo el día ausente. Guillermo Capece IYa oscureció la tierra.Difícil es tener tu boca apretada.Tu estatura cerca de mi rostro.Sí, yo se. Es difícil.Se le caen a uno las montañas.Los lagos se hacen charcos diminutos.Todo es difícil.Compartir la sonrisa con vos.O este barco que nos quitan.¡A partir! ¡A partir!¿Pero cómo?Si nuestras plantas penetran en recodos de clausura.Alguien saldrá a gritarnos nuevamente.Debemos tener cuidado. Salvarnos. Pero ahora fumemos en silencio. IIEn qué quedó esa idea transparente,ese cuerpo sobre el que juramos tantas cosas sencillas.Una ilimitada ausencia marcó las señasde tus grandes ojos.Quedarse solo y recordar al otro díalas sombras de los pumas,las desoladas bestias persiguiéndose,hundiéndose conmigo como una gran casa de celos,sumergiéndose,perdiéndose conmigo.Arriba de los cielos, más arriba,la mitad de tu cuerpo fulguraba.Quienes somos, sino aquello que fuimos,sino el pasado de iguales invasiones,de iguales lejanías. Guillermo Capece Querido hijo: Te pongo estas líneas para que sepas que te escribo. Así que si recibes esta carta es porque te llegó, si no, avísame y te la mando de nuevo. Te escribo despacio porque sé que no puedes leer deprisa. El otro día tu padre leyó que según las encuestas que la mayoría de los accidentes ocurren a un kilómetro de casa, así que nos hemos mudado más lejos. La casa es preciosa; tiene una lavadora que no estoy segura si funciona o no. Ayer metí ropa, tiré de la cadena y no he vuelto a ver la ropa desde entonces, pero bueno... El tiempo aquí no es tan malo; la semana pasada sólo llovió 2 veces. La primera vez durante 3 días y la segunda durante 4. Con respecto a la chaqueta que querías, tu tío Pepe dijo que si la mandábamos con los botones puestos pesaría demasiado y el envío sería muy caro, así que le quitamos los botones y los pusimos en el bolsillo. Al fin enterramos a tu abuelo; encontramos su cuerpo con lo de la mudanza. Estaba en el armario desde el día en que nos ganó jugando al escondite. Te cuento que el otro día hubo una explosión por el gas de la cocina y tu padre y yo salimos disparados por el aire cayendo fuera de la casa; ¡qué emoción!, Era la primera vez que tu padre y yo salíamos juntos en muchos años. El médico vino a la casa para ver si estabamos bien y me puso un tubito de vidrio en la boca. Me dijo que no la abriera por 10 minutos y tu padre ofreció comprarle el tubito. Hablando de tu padre, ¡qué orgullo!, te cuento que tiene nuevo trabajo y es superior a 500 personas, ya que está sobre ellos. Lo contrataron de cortacésped en el cementerio. Tu hermana Julia, la que se casó con su marido, por fin dio a luz, pero como todavía no sé de qué sexo es, no te sé decir si eres tío o tía. Si el bebe es una niña, tu hermana va a nombrarla como yo. Se nos va a hacer muy raro llamar a su hija "Mamá". Tu padre le preguntó a tu hermana Pilar que si estaba embarazada, ella le dijo que sí, de 5 meses ya; pero ahí tu padre le preguntó que si ella estaba segura que era de ella. Dijo que sí. Moza de hierro tu hermana Pilar, qué orgullo, de tal palo tal astilla. Por cierto, que tu primo Paco se casó y resulta que le reza todas las noches a la esposa, porque es virgen. A quien nunca hemos visto más por acá es al tío Venancio, el que murió el año pasado. Tu perro Puky nos tiene preocupados, se empeña en perseguir a los coches que están parados. Aunque peor es lo de tu hermano Juancho. Cerró el coche y dejó las llaves adentro. Tuvo que ir hasta la casa por el duplicado para poder sacarnos a todos del coche. Bueno hijo, no te pongo mi dirección en la carta, porque no la sé. Resulta que la última familia de gallegos que vivió por aquí se llevó los números para no tener que cambiar de domicilio. Si ves a Doña Remedios, dale saludos de mi parte; y si no la ves, mejor no le digas nada. Tu madre que te quiere. Josefa. P.D. Te iba a mandar 100 euros, pero resulta que ya cerré el sobre. ¿Y ahora que hago con esta soledad?¡Herrumbrarme!¿Gastarme a muerte en versos que no riman?Rimarme con las sombras del silencioPara que los demonios del tormento¡me sonrían!¿y cómo se vive en esta eternidad?¡un minutoQue se burla cual si fuese una centuria!Azules fracturados se destiñen,Diamantes que en mis manos de derriten¡por mi culpa!¿Do yace lo feliz, lo que antes era?¡AgonizaTras la pérgola falsaria de la duda!Y camina en la arena y se quema,Y camina en el desierto a la espera¡de la lluvia!¿Qué importa el mañana y su promesa?¡nada importa!La fuerte necedad de esta locuraNo acepta la soberbia de las rosas,Ya es mía la cadencia de estas horas¡también tuya!Danzaran las ganas que no duermen¡ni de noche!Con el humo del pucho que desgarro,llegarás, moraras aquí en mi pechoPorque yo así lo exijo, así lo quiero¡porque te amo!CEMENTO.-PROTEGIDOS DERECHOS DE AUTORCódigo: 1004266112209 Julia no sabía decidirse entre la terrina de quesos o el crepe relleno. Eso de entrada, pero como primer plato no estaba segura de pedir la trucha en dos salsas o el lomo con duxelle de champiniones. Después de todo, lo que más le interesaba en ese saloncito paquete, era jugar un poco y ver los colores de los platos servidos por mozos lánguidos, en uno de los cuales le pareció ver al muchacho de La Cantábrica en ese sueño que no había olvidado.-No será la primera vez que me asome a un espejo y vea las huellas de mi rostro- ironizó para sí mirándose al espejo donde también se reflejaba la figura de Sergio.Él la había invitado a almorzar para decirle ¿qué?. Si el barco se hundía -se dijo- ¿él querrá salvarlo? ¿Por qué no levantarme y dejarlo solo? ¿Para qué acepté la invitación?Sergio estaba distraído. Ella se apuró a pedir y el mozo anotó con diligencia pero con cierta rigidez. Esto la divirtió. Luego el muchacho anotó lo que Sergio le dictaba.-Me llamo Fabio- dijo el mozo- estoy a sus órdenes; que tengan un agradable almuerzo.Y, mientras el mozo se iba, ella volvió a jugar otra vez con el espejo en la pared: los ojos tristes de Julia; los labios quietos de Julia como si recién terminaran de crecer."Aquí pronto se instalará una mueca y no lo podré evitar", pensó. En el espejo se miraba las manos y el busto, pequeño pero todavía erguido."Pronto esto se terminará. Seré vieja," se dijo.Y añadió para sus adentro:"Estos juegos comienzan divertidos y terminan crueles." "¿Por qué tener esta visión partida de la vida?"Porque ella también amaba el sol que entraba, y los colores de la comida que ahora le servían, y estaba segura de que también podía amar al muchacho de chaleco negro, algo desgarbado pero de manos finas, que a cada momento quería ser cortés.Lo miró sin disimulo y él se dejó observar. Luego volvió a mirar en el espejo y lo vió reflejado sirviéndole el vino.Mientras le ofrecía el primer plato le pareció que las manos del muchacho danzaban sobre la mesa.-Me entristece el campo a la hora del crepúsculo- dijo ella antes de que Sergio le preguntara por qué lo decía.-Cuando era chica me daba miedo ir al circo- dijo sin oírlo - un caballo se volvió rabioso, ¿sabés?,y saltó de la pista a los palcos.-El caballo se volvió rabioso o loco -repitió- ¿nunca supiste de un animal loco?Él le tomó la mano e hizo un esfuerzo para escucharla pues en realidad estaba pensando que todas las mujeres tenían algo de estúpidas.Ella se levantó para ir al baño con la idea del caballo rabioso y en Sergio, tan lejano.Pasó por la pequeña salita vacía dispuesta para que los clientes jugaran al billar que le pareció de un amarillo intenso, y vió al mozo, apurado, pero atenta a ella. Julia sabía que auque él no lamirara decididamente, había despertado su interés.Cuando salió del baño lo vió otra vez, y un ardor le subió al pecho."Dios mío" -pensó- "no poder amarlo ahora sería un castigo."Al pasar por la salita de billares entró. Se ocultó en el momento que el muchacho pasaba nuevamente. Esta vez la miró. Ella lo llamó y le pidió café. Cuando regresó con el pedido la vió recostada contra la pared, y no pareció asombrarse. Estaba acostumbrado a las trangresiones de algunas clientas, y por eso fue que no le acercó el café sino que lo dejó sobre la mesa de billar y cerró el cortinado. Se quedó frente a ella. Julia vio que el cuerpo de él se recortaba frente a la luz, y lo abrazó humedeciéndole la cara con los labios. Las manos del muchacho resbalaron sobre el vestido de ella, y lo subió de a poco, mientras la llevaba hacia la mesa de billar. Comenzaron casi en silencio, con pequeños quejidos de ella, y el silencio de él.Pronto Julia sintió la sensación dentro del pecho que el caballo loco del circo repetía la escena del asalto hacia el público. Creyó que su corazón galopaba hacia la libertad.Más tarde,mientras arreglaba su maquillaje, se sintió poderosamente libre. Rápidamente busco dólares en su bolso y los dejó debajo de la tacita de café. Fabio que la observaba, rechazó el gesto.Tuvieron un breve dialogo:-Soy de Mendoza, tengo viñales, no necesito dinero- dijo el hombre ya fuera de su máscara de mozo.-¿Y por qué trabajás de mozo? -preguntó al instante Julia.-Soy el dueño del restorán, y a veces me entretengo en atender las mesas sólo para conocer mujeres como vos.Julia no supo si eso era un halago, y no respondió.-Tengo una cadena de restoranes en sociedad en Mendoza, y otro en Puerto Madero- dijo el muchacho algo desgarbado pero con cierto orgullo.-No sé qué pensarás de mí- susurró Julia.-Cuando uno hace estas cosas no piensa nada más que en el placer instantáneo -respondió seguro.Y se fue dejándole una sonrisa.Sin embargo ella sintió que esa rápida aventura no era ni mas ni menos que una mariposa detenida en mitad de su corazón, pero dispuesta a volar en cualquier momento, por ejemplo en cuanto Sergio la mirase y le indicara la comida.-Se enfrió el lomo.Ella balbuceó una disculpa dispuesta a no dejar volar esa mariposa. Iba a pasar la lengua por el interior de la copa de vino por segunda vez, cuando la orden de él la detuvo:-No hagas eso.-Eso es lo que me interesa hacer en este momento. Lo quiero hacer.-A veces parecés una chiquilina caprichosa. Mejor comete el lomo. Es un plato muy caro -y Sergio enlazó los ojos de ella con una dura mirada.-No lo quiero, está frío- protestó ella mientras apoyaba su lengua en el cristal de la copa.-Comete el lomo -repitió él. Con un soneto vengo a enamorartecon este cuarteto abro y me dirijo,ojalá que no salga tan prolijo,que digno de ti, logre encantarte. En este cuarteto el alma se me parte,no obstante yo sigo y no transijo,te lo juro ante un sacro crucifijo,que a Petrarca le robaré su arte. En el primer terceto me acomodopara decir que ya no habrá ni modo,porque olvidarte, vida, yo no puedo. Y en este terceto digo, aunque duela,pues tu desdén me da dolor de muela y transido de amor, asi me quedo. Te vi corriendo en el trivial caminoquebrado el corazón de horror y miedo, te vi los párpados cansados, tristes…y a tu dolor escribiendo.Lluvia derramóse en tu piel de polvo cual ósculo de agua en el desierto,una lágrima miraba entre las gotas…y tus párpados cayeron.Tu alma sufre las caricias muertasde aquellos que no están ya en tu sendero,gime un zorzal en tu voz dormida…gime por ellos.La estepa que morabas, agoníade ave remontando el turbio cielo,caló en la gris arena de tu alma…llantos, espectros.Impío ardor que ulcera el alma gotas de vida en la arteria del tormento,alejóse la huella de tu infancia hermosay de tus sueños.Aurora de la vida en la dulce primaveramarchóse hacia el crepúsculo imperfecto, Colgada la ilusión al sol poniente de tu invierno.Y semblantes que fumígenas deambulan,¡cuál estrofas en papiros sempiternos!remojábanse en las lágrimas copiosasde tus recuerdos. Bordeando el precipicio de las penas,líado en la garganta todo anhelo, soledades, añoranzas y suspiros…por quienes se fueron.Trocóse en mi la infausta intemperie, con sales de tu mengua en el siniestro,tu vista atormentada impenetrable…a mis silencios.Besos estallantes, por tu faz de diosa,de mi oráculo infernal se desprendieron,¡coro bruno y arisco que reclama!tus oídos sedientos.Garfios rojos en la mar se mezclan,azules que reencarnan púrpuras y negros,el sepia ha fenecido ante tu mármol…como yo lo ordeno.¿cuántas veces el grito del osario,reclama tu pasión con tono austero?¡mas yo robe tu pose del olimpopara mi imperio!Pues yo acaté la orden de la mística,y en tu regia luz ardí al son violento,en la flama, que echa luz y no se apaga,de tus plectros.Serena brisa danzando en las praderasbálsamo que alivia las heridas del guerrero¡la calma sosegada y mi refugio!tras el viento.Venerable efigie en el santuario mío,silueta de esta fe que hoy profesodestellando tus azules refulgentes entre el incienso.Menguando la quimera y el destinoel signo de la suerte hemos impuesto,¡la hormona exasperada también canta! en mi deseo.Tertulia montaraz entre las pielesque unidas revelaron los misterios,¡coito y desayuno en la montaña!¡amor malevo!.CEMENTO.-Protegidos derechos de autor.Código: 1002185547676 En la rama erizada y prudentearrastrando su honor busca amparoy entreteje un capullo mierderoa donde esconder su pudor de gusano;pero al beso, rigor de la púaque la espina le clava en los labiosse derrama en los suelos, cual lágrima,y sirve tan solo de abono a los pastos.Sacrificio mordaz que le impidesacudirse la culpa en las manos,porque dobla rodillas, rompe alascuando siente el tonelaje del pasado;no se tapan los huecos del almacon la imbécil sanción de un contrato:allí suelen pudrirse ya infectoslos cadáveres de sueños muy soñados.La vergüenza apostada en sus sienesle conmueve el talante de pánico,mas si vibra el deseo escondido¡le arrancar gemidos, deseos mojados!Pero cae, fenece, despiertaen la ruin soledad de su páramoy no puede secarse las lágrimasyaciendo a la sombra brutal de sus pánicos.Alla va, como un beso perdidoaleteando con rumbo extraviado,del sopor de algún muro invisibleal bello dolor de algún muro bastardo;del tenaz e impiadoso supliciode la marcha fugaz de los años,de las ganas, del semen y el flujoal rigor de tener que cumplir lo pactado.De la obtusa caricia en la frente,que bordada de lineas y encantosaun protege el cosmos sublimedo estallan mil versos por cada calvario,¡de esa simple caricia apagadadonde no hay humedades mojando al procaz sentimiento pechandopor ver como bailan querubes y diablos!Del romántico sitio perdidodonde no hay ni mentiras ni engaños,al blasón de lo obvio y lo lícitodo solo se ensueña hasta el canto del gallo,de la mísera etapa marcadapor las leyes del mundo tiránicoa los vuelos azules y libresque buscan descanso en un pecho, abrazados.De la tumba llamada esperanza,esa forma sutil de maltrato,a la horrenda certeza del tiempoque trae la muerte entre risa y sarcasmo,¿donde vas a dejar que los huesosse transformen en piedra y en barro?:¿mariposas que viven de sueñoso gusanos que realizan lo soñado? CEMENTO.- -Buenos días, papá- y era la tercera vez que lo repetía-; buenos días, papá-volvía a decir.Entonces saltaba de su cama, recorría el flaco pasillo, y se internaba en el baño.La ducha, el agua fría, no le daba la grata euforia que necesitaba. Entonces trataba de secarse con la amplia tohalla, y se envolvia en ella imaginando que era el maharajá de Kapurtala, y mientras orinaba en el bidet, pensaba en cómo pasar ese día,vigésimo de diciembre.Ese diciembre que le calcinaba los huesos, porque se presentaba caluroso y húmedo como ninguno, y ya podía ver que lo había jodido bastante al pelarle la espalda el sábado anterior,en la pileta de Ricardo.Volvió a tener ganas de orinar, pero eran ganas nada más, porque al enfrentarse con el bidet,un chorrito indeciso se asomó por su pijita. Se la metió dentro del calzoncillo, se miró al espejo, se hizo alguna íntima pregunta que no contestó, y salió para atravesar otra vez el pasillo.-Buenos días, papá- dijo esta vez con voz más firme. Y siguió hasta la cocina:el mate,el café,el té, el vino. EL VINO. El vino era lo que conformaba su paladar aquella mañana de diciembre. Y mientras saboreaba su aspereza, se le ocurrió pensar en el viejo, en la navidad que ya llegaba,en lo llagado de su espalda, en Leticia, (en la costosa Leticia) que todavía se negaba a todo, y por último en él. Aquí se sirvió otro vaso de vino. ¿Quién era él?Sí.Le gustaba vestir bien.Andar por el centro mostrando exactamente lo que se debe, y lo que no se debe dejarlo para Leticia (cuando se decidiera), o para Ricardo, siempre que mediara un golpe de teléfono. Y mientras tanto, ¿qué?. Ir al bowling, caminar hasta el puerto, o tomar sol en Saint Tropez,y soñar con ese viaje a Río en Carnavales que le había prometido Ricardo.Después... su vida estaba ocupada con tantos sueños...; quería navegar, irse, tal vez a Europa. Pero no por el hecho de conocer Europa. París, Roma,Milán, eran sin duda lindos lugares. Pero no era eso loque realmente importaba. El hecho substancial era viajar en barco; sí, en barco..., a semejanza de esos barcos que mamá le hacía a los ocho años, doblando con ternura la hoja de diario y dejándolo reposar en la bañera. Creía que el fondo del mar era blanco, y que las fuerzas de las olas tenían, exactamente, el ritmo que le fijaban sus pequeñas manos.Pero ahora había pasado tanto tiempo... -Buenos días, papá- dijo esta vez con bronca, mientras servía hasta el borde otro vaso de vino. -Buenos días, papá- gritó mientras pensaba decir cálidamente -queriendo deshacerse de ese raro remolino de angustia- buenos días, mamá... cómo estás hoy?, buena y linda como siempre, mamá; mi mamá. Aquí traje el papel para los barcos. Pero la memoria de las tardes encerradas en el baño, viendo viajar ilustres barcos a los que mamá bautizaba con extraños nombres, no conseguía atenuar la tristeza grande que sentía,ni su gastada melancolía actual. Él era un hombre simple, gozador delas cosas sencillas, amante de la naturaleza, leal para los amigos...; pero había cosas en lo íntimo de su vida que no entendía.No estaba claro para él por qué al pasar por la habitación del viejo debía saludarlo, siendo que siempre dormía, o, en el mejor de los casos, leía el diario, y no le contestaba. Jamás le contestaba, y había llegado a pensar que el viejo estaba sordo. Pero no. Algo golpeaba en su cabeza, y en el sentido literal de la palabra. Algo se doblaba y rompía cuando saludaba al viejo. No era importante que no lo oyera, o que lo oyera y no le contestara. Entonces,¿qué era lo que en rigor lo perturbaba? Aquella mañana lo había descubierto. Lo había descubierto en la cocina, mientras llenaba otra vez el vaso de vino. El lugar vacío al lado de la cama que ocupaba el viejo era la clave: el lugar que ocupaba mamá en vida. -Buenos días, papá- dijo esta vez entre sollozos.-Buenos días, hijo- dijo el padre apareciendo en el marco de la puerta.Y él se entregó a sus brazos y lo abrazaba, lo abrazaba, mientras pensaba en viajes lejanos y múltiples, en viajes claros y magníficos.-Buenos días,papá- y lo miró a los ojos llorando plenamente. -Buenos días, hijo- dijo el viejo casi con miedo, sin entender, -buenos días, hijo. Si el corazón se secacomo fruto abandonado en tiierra,si los sentimientos se hacen piedra,si todo es desierto y arena yertaen los espacios vacíos del alma...¿en qué quedará tu vida? El dolor no es suficiente excusapara dejar los campos sin siembra. Es preciso alimentar la luz de la lámpara vertiendo en ella el aceite que la sostenga.La lámpara del corazón necesita el aceite de la esperanza,el aliento de la ilusiónpara que arda su llamaen medio de las tinieblas amargas. E.G.M.
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Eduardo Fabio Asis
María Ester Rinaldi
Te dejo un cálido abrazo.