• Eduardo Fabio Asis
Eduardo Fabio Asis
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  • País: Argentina
 
Tu soledad es una orquídea roja en un cielo desnudo. El prefacio del libro que aún no se escribió y contiene los arcanos que llevan felicidad a los tristes.   A veces…  campea tu soledad también por la mía y trae el aroma febril del deseo.   Tu soledad es la última obra de un angel secreto, y te clama única, y te nombra cierta. Tu soledad, amiga, tu soledad …  es mía.
Se fueron mis amigos se fueron juntos todos a buscar sus destinos y me dejaron solo   Qué importa si se fueron detrás de la quimera lo que importa es que ellos ya pusieron primera   y van a la victoria aunque no sea conmigo para mi es la gloria de haberlos conocido   Y me dejaron solo para hacer mi destino solitario entre todos soy mi mejor amigo      
Yo presentí la espina verdadera hiriendo mis entrañas mientras me halagabas con la rosa de plástico de tu sonrisa falsa y tu fingida amistad hueca. Ahora mi jardín está más vacío que antes. Ahora te he perdido, aunque pensándolo bien, ¿puede perderse lo que nunca se tuvo? Finalmente, feliz, te fuiste con otro. Y cada tanto apareces como quien visita un cementerio y deja la rosa de plástico, la misma, en el jarrón sin agua. Quiero que sepas que aún hay vida en el nicho del cornudo. Y que juntaré toda la indiferencia del universo para dártela en la mano…    que jamás mereció la mía.      
Bebí de tus ojos, vuelo sin destino, pero no era eso. Tomé fuerte mis manos a las tuyas, pero no era. Tampoco tu cuerpo, cripta de mis deseos, era eso. No y no. Mucho más.   Tu oscuridad es la que me alumbraba Tu silencio el que elocuente se posaba en mi oido. Tu soledad, espléndida, la que me acompaña. Oxímoron de mi dolor gozoso, eterna presencia ausente.
¡Ámame! con caricias de metal y que el roce de tu ternura se hunda en mi soledad, como una espada. No te prives de herirme fuerte, si así fuera necesario, con tal que me ames mucho hasta que debas…¡ matarme ¡ Que la muerte del grano de trigo, desde otro lado, se llama pan que alimenta al mundo.
Ámame
Autor: Eduardo Fabio Asis  548 Lecturas
Pájaro sediento, triste de flores ¿puede la letra revivir a los muertos? Alejandra, de la cara marcada y la magia en las manos… ¿pudiste arrancarle sus secretos al misterio? Te ruego que vivas nuevamente y me ayudes a escribir, por una vez, el poema. Yo te amaba,  como la noche ama la noche, oscuramente, y callado. Pero es tarde, y digo como si dijera, vuelve a vivir, ¡te ruego que vivas nuevamente! que amanece la razón de tu sinrazón en la locura de mis huesos.
Cuando duermo,  el mundo sigue al lado mío,  ignorando el ritmo de mi corazón. Y aquel río que no conozco canta, quizás, mi nombre mezclado, sabrosamente, con el tuyo   Cuando duermo, fluye invisible y tiránica la sabia por los árboles.   Cuando duermo algunas cosas pierdo, otras, las voy a buscar. Sin embargo duermo, como quien puede olvidarse un poco, del mundo, del río, del árbol.   Pero aun así no puedo olvidarme de vos y de esa parte tuya que soy yo.
Cuando duermo
Autor: Eduardo Fabio Asis  1000 Lecturas
Léeme como si fornicaras a una hembra golosa que la abandonó el novio, y la dejó sin tocarle, siquiera un pezón. Léeme como rezan los beatos, con la voz baja y el corazón alto, con la alegría que los escucha Dios. Léeme con el fervor heroico tributado a una patria que no existe, pero tus ojos, saben crear. No me leas como puedas, léeme como sabes, porque mis poemas han muerto de soledad, pero en tu corazón, magia y destino, resucitan y este muerto que escribe, ¡oh lector mío! ¡oh lectora mía! contigo…     resucitará.
He perdido un poema en los huecos de la memoria;hablaba de un bosque sublime,de pájaros luminososque beben en una fuente antigua,y cantan una canción nueva.Pero no lloro.He perdido un poema,y su raiz secretabrota en estas palabrascon lágrima muda, con húmeda alegría.
Para ponerle nombre a tus silenciosquería escribir el poema perfecto,y desentrañar este amor que se evade.Queria hablar de tu alma,de su toque ultramarino y su delicadeza en sombras,pero apenas pude decirque extraño tu cuerpo,terrícola y luminoso.Ahora,escribo un poema como vos,un poema como yo,soberanamente imperfecto,como este que hoyestoy pariendo.
    Por alguna razón escondida en los pliegues de la sinrazón, sin quererlo, concientemente, al menos,  Helena pisó la tumba de alguien, cuando abandonaba el cementerio.  Instintivamente, pidió perdón.- Miró en la placa de bronce un nombre,  Eleuterio Cruz, fallecido en 1922, decía.- En este estado del relato, para no lesionar la buena fe de nadie, ni ganar por sorpresa o exageración nada,  yo,  el escritor de este texto, te pregunto a vos, lector del texto:  ¿Crees que un hecho como este puede ser casual?  Que el pie de Helena se hundiera en  la tumba de tierra de Eleuterio…     ¿no habrá sido acaso una insospechada venganza, inconciente, sutil y extemporánea..?   Aunque parezca mentira, el hecho fue absoluta y totalmente casual.    Helena no había vivido ninguna vida anterior y ahora venía a vengarse de Eleuterio.   En realidad Helena había nacido cuarenta años después de la muerte de Eleuterio.  Nunca se conocieron y la pisada de la tumba fue simplemente “casual”.-   Todo esto implica que no escribiré ninguna novela con este hecho,  que fue como todos, casi, los hechos…   absolutamente trivial, a pesar de su pesada carga simbólica.-   Amigos,   cuando escriba una novela, será con otro argumento, no con el de Helena pisando la tumba de Eleuterio.    Saludos, Salud!    
En el principio,  mi nombre era un deseo oscuro, quizás, en el corazón de mi madre.  Y se convirtió en un hallazgo luminoso, por la perspicaz acción de mi padre. Sea como sea,  en los abismos del tiempo intuyo, desencuentros y sucesivos reencuentros, entre mami y papi, para decidir  ,  sin mi, lo que sería, ni más ni menos, una de las cosas más importantes mías, mi nombre.     Ya elegido y consagrado,  caras extrañas lo susurraban para mi, y yo les devolvía una sonrisa cómplice, sin saber todavía que significaba lo que estaban diciendo, es decir, sin saber comprender mi propio nombre.-   A fuerza de constante repetición, logré aprehenderlo, es decir, lo aprendí, y desde entonces yo fui mi nombre, y mi nombre fui yo. Cuando alguien lo pronunciaba, igual que ahora, yo, mi primera persona del singular, se sentía, como ahora, aludida.-   Así pasaron los años, y finalmente alguien, que me quiso mucho, y que yo quise muy poco, me pronunció llorando.  Entonces mi nombre supo,  la paradoja, humana y terrible,  de ser al mismo tiempo olvidado por alguien,  que yo quise mucho, y que me quiso muy poco.   Cosas de la vida del nombre, del derecho y del revés.-   Pero no importa, me quedan, Felices, Atentas, Bellas,  Interesantes, y Orgullosas, las cinco letras de mi nombre, para que alguien alguna vez las nombre con amor, y para que yo,  las reciba en mis oídos,  también con amor…       como un nido que recibe, cinco golondrinas de oro que atraviesan el caracol de cristal de la vida plena.     Esta es la historia de mi nombre,  en muchas cosas, ciertamente, parecidas a la historia de tu nombre, lector,  de todos los nombres.-  
Esa noche era distinta. Howard, estaba solo…  completamente. Quería acción, sentirse otro. Más bien, quería ser otra, o …  sinceramente, quería ser la que era, puta, puta, muy puta, siquiera por una noche.- Ya no tenía la mirada atenta de mamá,  que le encontraba ropa interior femenina en los lugares más insólitos, y le amonestaba…   “Howard, eres un hombre”  “Howard, basta de jugar a la nena, sino le digo todo a papá”.  Quizás esa noche, después de todo, Howard no estaba solo, al contrario, Howard estaba consigo mismo, con “Helen”. Ese era el personaje que a Howard en realidad lo acompañaba. Su otra parte. Mejor dicho, su parte verdadera, él era ella,  él era Helen.-   Vistió sus diminutas ropitas interiores, en su cuerpito que ya disfrutaba plenamente. Ceñida de sedas y topacio, de chanel nº  5 y  tacos altos.  Venía el mejor momento. Atravesar el umbral de la puerta, y … por primera vez,  salir al mundo, siendo la que es, siendo la que soy, se dijo, con aire de triunfo.-   Las primeras miradas, lejos de ser censurantes, fueron agradablemente curiosas. La peluca rubia iluminaba la noche oscura. Un niño de la calle le lanzó un silbido sensual, ella siguió sin hacerle caso, no le gustaban los niños. Quería hombres, hombres recios y tiernos, hombres maduros y deseosos…    de su cuerpo depilado, de su alma desnuda.-   En la esquina, detenida frente a un semáforo, la abordó un transeúnte…   “ven conmigo nena esta noche…    tengo mi auto a media cuadra… acompáñame”…Con ese hombre, solamente con ese hombre, ella…   toda tabú, no hubiera aceptado jamás.  Era el papá de Howard, que acaso deseó a Helen, secretamente… siempre.-   Esa noche no era distinta. Era la misma noche de siempre, con la luna vestida de luna.-  
¿Qué puedo decir de esta noche?   Noche indecisa, pero sabe hostigarme certera con un recuerdo que no quiero.   Noche furiosa, pero sabe que ansío la paz de sus caricias antiguas.   Noche muda, pero sabe que tengo el amor en el tono de mi voz.     Estoy tan solo, tan solo sin ella, que no alcanzo a exorcizar la noche, con ningún adjetivo
Hoy he vuelto a ser nada un nadie incapaz sombra de otra sombra que no arroja jamás ninguna luz   en el borde de este poema, que intento y no puedo, extraño una mirada que me entrañe para ser algo…
Quiero ser algo
Autor: Eduardo Fabio Asis  471 Lecturas
    El niño hace preguntas cortas, que los mayores no contestan, con sus respuestas largas.   ¿qué había antes de que hubiera algo? ¿por qué existe algo y no la nada? ¿quién inventó la muerte? ¿qué hay del otro lado de la vida?   algunos niños, de noventa años, ya saben que no saben, y cuestionan su no saber   como quien está pariendo un monstruo lúcido o un dios borracho.  
Huelo tu sangre a la distancia.   Cuando otros miran que se apaga el cielo, yo veo encenderse las estrellas.   Pobre de mi! vampiro optimista, pobre de mi! Del otro lado, quizás seas…  no el amor, sino el espejo.   y para qué sirvió mi nariz?
Quienes creen que Estados Unidos amenaza con una guerra a Siria, por la excusa esa de las armas químicas, son demasiado ingenuos. Quienes saben la verdad y aún así apoyan a Estados Unidos, son unos hijos de puta.- No fue el “régimen” el que utilizó armas químicas, fueron los terroristas que el Estado Terrorista de Estados Unidos infiltró entre los rebeldes.- La misma excusa que se usó contra Irak y contra Libia, demostrándose después, que era falso.  El pastor mentiroso miente siempre con lo mismo, porque además, carece de imaginación. Y esta vez el pastor o gendarme del mundo, vuelve a mentir, porque en este caso, jamás dirá la verdad.   Y la verdad es que la guerra les conviene económicamente y estratégicamente…    pero les conviene “ganarla” y esa es la cuestión…    esta vez, como en Vietnam… pierden y pierden peor.- ¡Pobre el pueblo de los Estados Unidos!   si callan, son cómplices…   de la amargura temporaria que sufrirá Siria y del desconsuelo peor que sufrirán los Estados Unidos. Y si alzan su voz, no serán escuchados, pero habrán salvado, al menos,  lo más, la dignidad humana.- Con fervor, con valentía, muchos británicos han levantado el “Stop the war”  ojalá muchos estadounidenses también lo hagan.-  A estas alturas, un ser humano bien informado, debe tener abiertos los ojos…  para contemplar la ciudad más antigua del mundo… la amada Damasco.-     ¡Dios la bendiga y la humanidad la apoye con amor! Obama necesita un dedito en su trasero, antes que señalar con el dedo un ataque a la humanidad, un ataque a Siria.    
¿Alguna vez sentiste la necesidad de transformarte en luna, agua oscura, puré de papas o acero candente? ¿otra cosa?   ¿Sentiste miedo de ser demasiado feliz y te sentiste muy solo y muy triste, un rato, para ser como los demás?   ¿Te dolía el sexo cuando tu cabeza estaba espléndidamente bien?   ¿Olvidaste ser vos mismo y,  al olvidar tu nombre, inventaste otro que era exactamente igual al tuyo?     Estas cosas me han pasado. Y no tengo vergüenza de responder si. ¿Te atreves a responder con otra pregunta… tuya?  
Hubiera querido ser otroel que bebe la fuente del silencioy atraviesa indemneel desierto de la palabraPero en este mundo de otredadser otro, también, es ser lo mismo.Yo fui aquel que no creyó en Dioshasta que Dios, creyó en mi.Y lo hizo antes que yo naciera, mucho antes, de mi primer no.
HABEMUS PAPAM:  La Tercera Posición.-   En la Iglesia Católica,  cuya principal y más importante misión, está el anuncio del Evangelio,  se ha proclamado un nuevo Papa, Francisco,  y la persona es el Cardenal Jorge Mario Bergoglio,  argentino y  por lo tanto, latinoamericano.   Personalmente soy católico desde la teología de la liberación, es decir, comulgo con la fe de la Iglesia pero de un modo crítico,  asumiendo que el cristianismo auténtico, se juega la vida junto a los explotados y marginados y a favor de la liberación de las causas opresivas.  Hay una situación de explotación, donde una minoría dominante, somete a las mayorías dominadas.  Y que el cristianismo esté junto al pueblo,  no significa que  se haga cómplice de los dominantes,  desconociendo la opresión,  sino todo lo contrario,  solidario con los oprimidos para derribar el muro de la división, que no es otro, que el esclavismo disimulado de los tiempos actuales.-   Ahora bien, expuesto el marco teórico desde el cual intento esta reflexión, quiero referir al nuevo Papa.-   Como dato que  considero positivo,  el Cardenal Bergoglio,  ha llevado una vida austera,  y en este sentido, ojalá sepa transmitir a la Iglesia Romana,  su propio estilo de vida, para que la austeridad personal que lo caracteriza,  contagie e impregne un estado de cosas que resulta inadmisible por lo contradictorio:   predicar a Cristo pobre,  en una Iglesia suntuosa, llena de fanfarrias de lujo y esplendor.-  Espero que el nombre “Francisco”  de resonancia clara de humildad, sea un presagio, un destino, una misión.- El lujo es insultante, más aún, cuando quienes lo ostentan dicen pertenecer nada menos que a Jesús,  el que nació en un pesebre y el que murió en una cruz.-   Como dato negativo,  y que no se debe disimular, sino todo lo contrario, debiera esclarecerse, es la participación que tuvo el Cardenal Bergoglio en los tiempos de la dictadura militar.  Se lo acusa de haberle negado la protección a dos sacerdotes jesuitas que fueron desaparecidos,  Orlando Yoria y Francisco Jalics.   Al respecto,  he leído que Adolfo Pérez Esquivel ha dicho:   “Hubo obispos que fueron cómplices, pero Bergoglio no. Él no tuvo vínculos con la dictadura”.-      Con sinceridad, yo personalmente no lo sé.   Pero creo en el testimonio de una persona que considero honesta y comprometida con los derechos humanos.- ¿ Qué otra cosa puedo hacer si yo no viví esos acontecimientos?  Pero sería bueno que el Papa Francisco,  en algún momento que crea oportuno, no para sí mismo, sino para el bien de la verdad, se exprese al respecto.  Porque el que calla, de algún modo, siempre queda en la sospecha.  Si no fue responsable que lo diga y lo explique,  porque no sería bueno que lleve la mochila pesada de haber colaborado con un proceso dictatorial y haber entregado a dos de sus sacerdotes.- Y si hubiera tenido responsabilidad,  que pida perdón y explique, si los hubo, los atenuantes del caso.-   Yo no estoy dispuesto, para nada, ha cometer ninguna de las dos conductas que consideraría gravemente indignas de un cristiano:  encubrir un crimen, o …   difamar a un inocente.     Que se sepa la verdad, como dice Jesús, la verdad nos hace libres.-                                                   
No hay un lugar en el mundo que no sea hermoso. Una higuera, un viejo arado enmohecido, un cañaveral simplemente la tierra seca y sedienta. Todo, todo es hermoso en la vida, y no hay geografía que no entrañe si bien se la mira, algo de sagrado, o si quieren, de mágico. Yo no sé por qué me ocurren estas cosas justo ahora, exactamente ahora, que creo no estar enamorado. Y soy pobre, y no tengo más que el fruto de mis manos, y mis manos se cansan, a veces, y también yo. Pero siento una alegría intensa, un íntimo regocijo, en esta soledad tan sola, que sin embargo, ya ven, me lleva a dialogar con todos.  Y me expreso, en este escrito, con la algarabía de un hijo, que veinte años después de su muerte, otra vez,  besa la frente de su madre…     que siempre vuelve. Si, he de confesarlo,  mi casa es el mundo, y mi madre, son aquellos que al leerme…    me regalan un momento, un pedacito de su frente.
Te tornas lila, repentinamente, como presagio antiguoque viene a cumplirse ahora, en mi pupila marrón.Antes fuiste azul, no como un hechizosino como conspiración de alta mardonde mi barca rojanaufraga eterna.Y será verde en el sueñode un bosque empezando a crecer, plateado por la luna.Después de todo, amor mío, eresinfinitamente negra, en la soledad quieta de mis blancos
No sigas ningún consejo. Ni siquiera éste.( Es decir, elige seguir el consejo que quieras, sólo eso)Dicen que el adjetivo, cuando no da vida, mata.Lo mismo ocurre con sustantivos y verbos, de modo que… adelante!Dicen que el buen escritor escribe para si mismo, no para los demás.Entonces ¿por qué publica? Yo no entiendo a los escritores, al menos, a los demás.Ama las palabras, aunque no lo creas, siempre dicen algo más de lo que dicen,por lo menos, en la poesía.No desprecies al lector, al contrario, yo lo hice muchas veces,y me di cuenta que sólo él, en esencia, puede mejorar y mucho, lo que yo escribí.No olvides que la poesía es misteriosa, no abuses de ello, sé claro.Claro no como la luna, para evitar el tópico. Como el amor, que es oscuro, pero alumbra.Y no me preguntes por qué te doy un consejo, sencillamente, sé que lo necesitas,porque nunca lo has pedido. ¿Te das cuenta? de eso se trata, de imaginar lo que el lector no hubiera pedido… ni podido, sin vos.
Te tornas lila, repentinamente, como presagio antiguo que viene a cumplirse ahora, en mi pupila marrón.   Antes fuiste azul, no como un hechizo sino como conspiración de alta mar donde mi barca roja naufraga eterna.   Y será verde en el sueño de un bosque empezando a crecer, plateado por la luna.   Después de todo, amor mío, eres infinitamente negra, en la soledad quieta de mis blancos
Yo batía el azúcar dentro de la taza como quien está buscando en el fondo oscuro la palabra   Apreté los dientes dentro de la boca como quien no la encuentra todavía la palabra   Y me quedé callado con un silencio distinto a todos los silencios y te fuiste como si nada, te fuiste y me dolió mucho sobre todo pagar los dos cafés, yo solo, solito…solo.
No tengas en cuenta, Señor, mi falta de pericia en las letras, y recibe generoso mi intento literario de agradarte.   Cada cual se enamora de vos, Jesús, por algunas de tus palabras.   A mi me cautivaste por varias: “El que esté libre de pecados, que arroje la primera piedra” “Buscarán la verdad, y la verdad los hará libres” “No ruego sólo por ellos, sino también, por los que a través de ellos, creerán en mí”   Quiero hacerte un chiste, una broma, Señor mío, ¡No me demandes por plagio, Señor, no me demandes!   Que me faltó la inspiración y nadie dijo todavía en el mundo entero cosas más hermosas y más ciertas, que Vos.   Con todo respeto, Señor Jesús, eres el más maravilloso de todos los escritores de todos los tiempos. Maravilloso milagro si se recuerda…  que nunca escribiste nada salvo…     unos signos que nadie sabe, en la tierra…  aquella tarde que iban a lapidar…  a una de tus amadas.    
A veces nunca sabré por qué siento vivir en el hueco de mis olvidos alguien distinto a mi que curiosamente soy yo mismo   Cuánto trabajé para conseguir, por ejemplo, por vez primera decir mamá   Y…  cuando supe de la muerte. Era Hugo el que moría, a sus dieciocho años, yo tenía cuatro. Me levantaba con sus manos, muy alto, y yo sentía miedo y alegría, nunca más fue así. Cuánto sufrí para saber que alguien que es, ya no sería más.   ¿Qué decir de mi primer beso en los labios, ese lenguaje mudo? Ella era la casa de mi deseo, entonces, y también el deseo de mi caza…   ¡cumplido!   A veces, no se por qué, vive más lo olvidado que lo que alcanzo a recordar, pero en contra de los doctores de la ley, de la ley misma, y de mi…  prefiero recordar, amén.
Me cansé de escribir intentando lo bello, negando mi ser. El reflejo de la luna sobre el charco sucio, no afea a la luna, pero tampoco embellece el charco, o si? Lo cierto es que soy torpe, como esa periodista que le preguntó al astronauta ¿si usted orina en el espacio, habrá lluvia ácida? y el astronauta contestó, sólo amarilla, sólo amarilla.   Me cansé de escribir como deben hacerlo los que dicen saber.   Ahora escribo como soy. Un solitario que lo único que busca es esa cosa imposible, que lo amen.   Y lo demás,  lo demás es cuento,  y yo no soy cuentero.   Me cansé de escribir y lo único que puedo hacer, es contarlo por escrito.
Sé el poder de dos letras, en un instante. Aquella vez lo comprobé. Me quedé en un bosque vacío de árboles, y en la noche no había luna. Si. Sé el poder. Simplemente dijiste No, como quien inaugura un vasto espacio de nada como una flor sin corola, desnuda y sola. Sé el poder.  ¿Y para qué me sirve saberlo, cuando es imposible el Sí?
De dónde viene esto de ponerle palabras al silencio como si nombrar la nada nos redimiera de todo   esto de jugar con el predicado para sanar al sujeto   De dónde que la metáfora del agua calme la sed   o el oxímoron del sol negro nos siga alumbrando   No lo sé.  Pero he visto un halo de luz oscura sobre la vacía laguna de mis olvidos, recordándome.  
Tan lleno de mi mismo. Que ya no soy yo. Rebalsa mi no ser, una furia incesante, que no es. ¿para qué engañarme con la plenitud de una risa hueca que no redime tus lágrimas? Quiero salvarte, porque de otro modo, solitariamente me quedo, sin salvación yo.    
Salvación
Autor: Eduardo Fabio Asis  371 Lecturas
De dónde viene este dolor antiguo, mezcla de rabia sin causa, decir gritando lo que no aprendí a susurrar.   No por gastar mi piel, lo sé, desnudaré mis huesos. Ni el ave que vuela tus sueños, será mío, lo sé.   Ahora debiera cambiarle los pañales, al hijo que llamaríamos “nuestro”, y ya ves,  apenas intento este poema.
Amor kenóticoNo es fácil saber qué es el Amor. Nosotros experimentamos el amor en el corazón del hombre y de la mujer, en la historia humana, pero en Dios, ¿qué cosa es el amor? Para ello hay que observar lo que hace Dios cuando su Hijo viene para el misterio de la salvación. El Hijo tomó una ruta muy difícil de entender. Dios es todo, pero cuando viene a nosotros se hace pequeño para encontrarse con el hombre y la mujer. ¿De qué otro modo entender Belén? Ninguno sabía que en Belén había nacido Dios, hijo de María y de José. Los pastores, los ángeles, los magos, un puñado solamente ¿Qué es este Dios que se abaja, que va a la cruz? La cruz es justo lo contrario a lo que es Dios. Dios es santo, la cruz es pecado. Dios es eterno, la cruz es muerte. Dios es belleza, la cruz es fealdad. Entonces, ¿por qué este camino? En cierta población indígena, el padre se coloca siempre en cuclillas para hablar con sus hijos en el encuentro de las miradas. Esta es la actitud de Dios: colocarse a nuestro nivel. Tenemos que asumir más decididamente el camino de esta kénosis, que es la esencia del amor. El amor no se impone, se da. Parece una debilidad, pero es una fuerza. Nos introduce en la problemática, pero para transformarla.Debemos pensar que en el caso del Hijo de Dios hay una manera de actuar extrema. No se podía ir más allá de aquello que El hizo. Debemos detenernos en el momento previo a la muerte de Jesús. Jesús está en relación íntima con su Padre, pero no entiende más a su Padre porque asumió nuestra situación hasta la contradicción. Como si por estar de nuestra parte perdiera al centro de su vida, su Padre, humanamente hablando. “Dios mío, Dios mío por qué me has abandonado” (Mc 15,34). Grito de soledad. Grito sin respuesta humana. Grito dificilísimo. Y el Padre no responde. Pero Jesús permanece fiel: “en tus manos, Padre, entrego mi espíritu” (Lc 23,46), mi vida. Entonces podemos hoy decir que en el misterio de la cruz, en el misterio pascual hay un testimonio de Dios para nosotros tan grande, que es capaz de llegar a este límite del amor. Si queremos amar como Dios ama tenemos que llegar a estar lo más cerca posible de Jesús.Todo esto es fundamental, más aún hoy cuando la Iglesia se siente llamada a abrirse 360 grados en todas las direcciones: hacia dentro, hacia el ecumenismo, hacia el diálogo interreligioso, hacia las personas que no tienen fe. Dialogar sin juzgar, evangelizar sin imponer. Tenemos que adquirir este equilibrio. Hay que dar testimonio del amor kenótico al mundo hasta que el otro pueda decir “esto es lo que yo procuro”. Pero para ello tenemos que desprendernos de todo aquello que no transparenta el Evangelio y recibir todo el valor que proviene de él. Si no tenemos madurez humana, si nos pesan las carencias, si nuestra propia historia nos hace daño, no podremos transparentar al Dios amor. Necesitamos trabajarlo fuertemente. Llegar a amar con este timbre es uno de los puntos que tenemos que adquirir en la vida religiosa y consagrada: que dondequiera que estén sean respetados por esta manera de ser, de vivir.
Quiero sumergirme de nuevo en el mismo río, y seguir siendo yo mismo. Y el río también.   Saber que las aguas que corren, aparentemente se escapan, pero quedan para siempre en mi.   Renuncio a la superstición del tiempo, al ultraje del movimiento, al sabor amargo de aquello que se va.   Hubo un niño llamado Heráclito que no nació. Y otro, Parménides, detestó la Filosofía.   Yo soy Parménides, el otro, un impostor.
Soy Parménides
Autor: Eduardo Fabio Asis  410 Lecturas
Agradezco públicamente a Marcelo Sosa Guridi, que publicó el enlace.  Gracias a ello envié algún poema a la revista literaria Letralia,  que es una revista de internet.   Y tuve la suerte de ver mi publicación, en el número 275, actual, de la revista.   Aquí les mando el enlace, felices fiestas para todos. Salud!  http://www.letralia.com/275/letras04.htm  Salud! 
No soy un loco. No tengo ese honor. Simplemente me duele, de vez en cuando, que haya tanta cordura y tan poca imaginación.  ¿Saben que pasa?  Ser el mismo todos los días, todos los días ser el mismo, cansa, del derecho y del revés. Es el juego perverso al que nos invita…    el sentido común, la sociedad organizada y los prejuicios de siempre. Tengo ganas de ser loco, así nomás, sin honor.   Sueño que su Santidad el Papa, decide salir del closet, y convocado el periodismo mundial, declara simplemente, soy homosexual.  Y… por qué no?  decide ir a vivir a Buenos Aires para formar pareja y casarse ante el Registro Civil, como la ley manda.-   Imagino al Presidente de Estados Unidos, decir sin doble discurso:  “ Me he equivocado, sepan perdonarme, mi gobierno hasta ahora ha sido mediocre y lamentablemente, he seguido siendo, como mis antecesores, dictador de un Estado Terroristas.  Por favor, les pido paciencia, voy a cambiar”.-   Presiento, sin temor a equivocarme,  que los cinco millonarios más ricos del mundo, deciden donar la mitad de todos sus bienes, para calmar el hambre de África.-   Y entre tanta locura, que siento sublime y divina, también creo firmemente, que algún ser humano lúcido y sin mentir, me diga claramente…  después de leer este artículo, con todo el corazón…   ¡sos un buen escritor!      
Mauricio el que tenía miedo de los truenos y odiaba las almendras.   Mauricio a sus trece años, el que me hablaba que había un jardín, más allá.   Mauricio…   ¿ están las flores y los pájaros y los árboles que no son almendros, en tu jardín sin tormentas?   Mauricio…   ¿qué cosa hay del otro lado? ¿existe la nada? ¿es verdad Dios?  
Nadie lo sabe en tus ojos oscuros vive mi luz     Siento nacer cuando me miras fuerte un no se qué   Quiero vivir tu mirada de mar naufragio azul    
Si ya todo está, como dicen, ¿para qué estoy yo?No. No quiero creer al mundo sin mi.No. No quiero creerme para siempre sin vos.Me rebelo.En cada dolor, seré alegría.En cada muerte, vida.Y aunque no lo sepas nunca. En tu olvidoallí, exactamente allí, estaré. Contigo, en vos.

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