Me atraes con tus labios sensuales y traviesos
carnosos y suaves que me invitan a besarlos,
te gusta ir provocándome con su movimiento
y tu sonrisa dibujada sobre es rojo de la pasión.
 
Déjame probar la fresa que saboreas en tu boca
recoger con mi lengua el jugo que va resbalando
por la comisura de esos labios que me reclaman
morder esa fruta que sostienes entre los dientes.
 
Me seduces como una niña coqueta y juguetona
con tu aurea de Diosa y toda llena de inocencia
que vaya a recoger las gotas con ese sabor dulce
pidiéndome que te quite con mis labios la fresa.
 
Alborotando todo mi torrente de fuego ardiente
y con esos ojos de mirada picara y provocadora
vas pidiendo que acerque mis labios a los tuyos
fundiéndonos en un beso para quitarte la fresa.