...Y llegó un ángel y le dijo: "Marcaré en tu cuerpo cada experiencia que tengas, cada conocimiento que atrapes, cada momento indescriptible que viviste". Y así, una a una fueron apareciendo las arrugas en su cuerpo y sólo ella se daba cuenta, pero también una a una se fueron extinguiendo con la muerte y cuando los demás se percataron era demasiado tarde, ya la muerte se la había llevado a ella y a cada una de sus arrugas sin ser contadas a nadie, sin ser escritas por nadie.