Si las calles hablaran, ¿que nos dirían?, nos contarían sus ratos fúnebres de soledad lúgubre, o tal vez aquellas tantas veces que se llenaron de alegría con los murmullos de todos sus caminantes...
Y qué tal si nos remontaran en aquella imagen de aquel niño perdido, de aquella chica ilusionada que le regalo sus sonrisas perdida en sus pensamientos sumergida en su alegría y que quizás para ella pasaron desapercibidas, o si nos llevaran con aquel hombre con andar desalentado, cansado de ir y venir sin calma, cuya única compañía es la desesperanza...
Las calles son esos testigos mudos que en cada uno de sus centímetros están llenos de recuerdos, de rostros,  son esas cómplices que acompañan a todo aquel que vaga por sus caminos, tal vez por años o quizá solo por unos segundos...
No importa el lugar, no importa el destino, siempre cruzaremos una calle, anhelantes de que serán las que nos acerquen a cada paso que damos al triunfo de nuestros sueños...