De golpe,
sin mas ni mas,
sin ruidos, sin luces, 
sin aspavientos,
te humanice...
Ya no eras griego, 
ni romano,
ni un efebo alado...
Ya no eras Zeus
domando los mares de mi alma,
ni Jupiter quemando mis entrañas.
Ya no eras dueño de la verdad absoluta,
ni eras lo perfecto vuelto carne,
ni el instaurador de mis culpas diarias,
Ni la poesía que hacía brotar mi lágrima, 
De golpe, solo eras vos,
solo hombre,
solo un puñado de miedos,
y otro de inseguridades...
Solo un manojo de rencores
y otro atado de amor encapsulado en sinsabores...
Solo vos, 
mirandome en la penumbra de un cine viejo,
Solo vos,
volviendo a mi,
luego de tanto tiempo.