Pensamientos que llegan en esas mañanas eternas, en aquellas tardes tristes, grises, en noches que parecen años, en las que los sonambulismos se apoderan de nuestro cuerpo para dominarlo…
Pensamientos que nos atacan, que invaden nuestro ser, que discurren sin control alguno en la sede de los sentimientos, esa que tantas veces adornamos con alegrías huidizas que nos dejan con el sinsabor  de querer  saciarnos para siempre del júbilo perpetuo…
Pensamientos negros que enlutan nuestro sano juicio, que nublan nuestra capacidad de pensar, que nos someten a tribulación, esos que se adueñan de nuestras ilusiones, que marchitan nuestros sueños, ay… esos que nos envuelven en su circulo de duelo, que exprimen los mas nobles de nuestros sentimientos, nos hacen derramar lagrimas que nunca quisiéramos que salieran, nos alejan de la realidad externa, muchas veces hacen que ansiemos  compañía o que busquemos refugio en la soledad, pensamientos que nos hacen gritar en silencio, nos derrumbamos, nos doblegamos ante lo que creemos es el fin… ese mismo que decidimos adelantar, se activa la carga emocional negativa, y vemos hundidas nuestras fuerzas… comienza la cuenta regresiva… cinco, cuatro, tres, dos, uno, ya no aguantamos, no podemos con tanta desdicha… cero… ahí termina todo…