el misterio de la roca
Publicado en Mar 28, 2013
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Cañadas estaba perdido en el tiempo, la superstición era la única acompañante en sus caminos solitarios, caminos solo utilizados por los comerciantes que salían del pueblo a traer suministros de la cesta básica y algunos otros menesteres relacionados con la agricultura y la endeble ganadería que sustentaba lo necesario para vivir. Aun sus calles conservaban la misma estampa colonial, sus casas representativas de bareque y tejas envejecidas y llenas de capas vegetales derivadas del descuido y el tiempo con el llamativo color con que se recubrían cada año, las callejuelas resaltaban en la meseta, aceras de piedra, carrozas tiradas por caballos, mulas dejadas en frente de las tiendas de víveres, lo típico de un pueblo, aun los lugares se buscaban no por el nombre del establecimiento sino por el nombre del dueño. Justo en medio de la meseta donde estaba fundado Cañadas se encontraba un cuadrado perfecto cada uno de sus lados media ocho metros de longitud exactos, en medio una gran roca rodeada de arbustos culantrillos y muscíneas de colores que crecían de manera espontanea a causa de la humedad que dejaba el moribundo brote de agua que provenía del inmenso pedrusco cuyo descenso era desconocido, de seguro corrían ríos subterráneos. A cada lado del cuadrado estaban posicionadas unas bancas de mármol de una forma ligeramente parabólica representaban los cuatro puntos cardinales en su espaldar tenían cincelados los nombres: Nordri, Sudri, Austri y Vestri haciendo referencia al mito nórdico de los cuatro enanos que sostenían la cúpula celestial, estos representaban el norte el sur el este y el oeste consecuentemente. En el sur estaba la iglesia exactamente posicionada al Este el cabildo y la biblioteca en el oeste se encontraba la jefatura de policía y al norte daba al campo abierto de frente a la montaña de los zafos, el fundador del pueblo era un estudioso Español llamado Ricardo Valverde que llego a América a Mediados del siglo XVIII y en un intento de poblar las altas montañas de los Andes compartió sus conocimientos astronómicos, teológicos con los aborígenes de la zona que entendían perfectamente el comportamiento de los astros y creían en la influencia de estos sobre su entorno, domino con gran fluidez el lenguaje de los indígenas y esto facilito el asentamiento sin necesidad de recurrir a medios violentos, luego de pasar algunos años de haber llegado Ricardo a Tierras aborígenes, en señal de afecto al mozo que se convirtió en su vecino y para reafirmar su acuerdo de paz, tallaron una alta roca en similitud al obelisco egipcio y por orden de Ricardo fue puesto en medio de la Plazuela donde años después nacería el misterioso manantial. 
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Foto del autor jesuseduardo.mo
Textos Publicados: 3
Miembro desde: Mar 25, 2013
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Descripción

Caadas es un pequeo pueblo que aun no aparece en el mapa pero su historia es rica y bondadosa al conocimiento critico

Palabras Clave: caadas

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Derechos de Autor: Jesus Moreno


Comentarios (1)add comment
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Gerardo Llamozas

Buen Relato, interesante.

Saludos
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November 30, 2016
 

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