NADA PERSONAL.
Publicado en Mar 22, 2013
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En una soleada tarde de verano se encontraban los dos hablando en un restauran cualquiera de de banalidades, cuestiones sin importancia. Ella mencionaba aspectos de su vida que el desconocía, por lo cual estaba atento a lo que mencionaba, mostrando todo el interés del mundo en quien en ese momento parecía  ser la única persona en el mismo. De repente es bruscamente interrumpida. -No te lo tomes personal, pero empiezo a sentir algo por ti- Ella empezó a recogerse su cabello, que dejaba caer una cola por el hombro izquierdo y un mechón que de repente le tapaba el ojo del mismo lado, lo cual la hacía verse cada vez más interesante. -¿Por qué me dices eso?- Dijo ella sorprendida. -Porque lo siento, pero no quiero que te lo tomes personal, háblame como siempre, mírame como siempre, solo quiero que lo sepas- aseveró el, con una mirada que podía hacer que cualquier persona viera el universo en sus ojos.

¿Pero cómo no quieres que me lo tome personal si es un sentimiento que estás teniendo la confianza en decirme? -replicó con suma extrañeza, como si lo que se le acabara de decir fuera de lo más extraordinario. -Porque realmente no has hecho nada para que yo me sienta así,
verás en mi mente te llevo en todo momento, tu puedes ser cualquier persona para las señoras que se encuentran frente a nuestra mesa, yo puedo ser nadie para la mesera que nos viene a atender, pero para mí tu eres la persona más importante en este mundo y por lo menos en este momento solo existes tú para mí. Pero te repito, no has hecho nada más que ser tu misma, en todo caso quien pudiera estar mal soy yo, al parecerme fuera de lo común un ser humano por demás ordinario. Y te repito, no pretendo que hagas nada, solo quiero que lo sepas.-

Consternada ella empezó a reír. -En serio, que divertido eres, nunca pensé que fueras tan gracioso-. Él se quedó atónito, -¿Cómo puede ser que me equipare a un payaso si es una de las cosas más serias que he considerado en mi vida? Pensó y se le quedó mirando a sus ojos,
mientras ella seguía jugando con su mechón de cabello que iba y venía a lo largo de su rostro, como uno de esos prodigios de Dios que uno puede observar solo una vez en la vida. -Mira, si lo que me dices fuera cierto, en serio sería personal porque guardas un sentimiento hacia mí, por lo que me siento implicada por supuesto.- Él se queda sorprendido y haciendo gala de su perspicacia le contesta: -Me hace sentir tan bien que te sientas implicada porque significa
que te sientes responsable de mis sentimientos, pero te repito, no has hecho algo tan significativo, verás yo empecé a tener una lucha interna por decidirme si me gustarías o no, cuando me decidí por lo primero entonces mi idea fue dirigida hacia la forma en que lo trataría, si sería un amor en silencio o pediría consejo a alguien, ya decidiendo el amor en silencio opté por buscarte, sin encontrarte en ningún lado por más que buscaba, y cuando te encontraba te
evitaba, para negar a mí mismo una felicidad en potencia que tal vez nunca se vuelva acto. Después que pese a mis intentos te encontraba, te empezaba a ver en todos lados, me decías que te gustaba un cierto tipo de música, que a donde quiera que iba escuchaba, que te gustaba un olor de perfume que de repente ubicada a donde fuera, e inclusive veía problemas legales en todos lados para recordarte. Fue cuando tomé una decisión más, empezar a invitarte a salir sin medir las consecuencias, sin pensar en que me enamoraría más al tratarte fuera del ambiente laboral. Y ahora estoy aquí explicándote algo que tal vez si fuera un adolescente pensaría en decirlo.

Ella cambió su semblante. Un aire de seriedad la rodeaba, meditabunda empezó a observarlo, sus reacciones, su rostro, él también tenía un aire reflexivo después de haberse desahogado, como quien da una buena noticia pero desconoce si la otra persona la tomaría como tal. Se empezaron a observar el uno al otro, en silencio, como pensando lo que seguirá después, que harán con ese sentimiento que ella también empieza a tener.

-Entiendo porque veas que no es algo personal y que tus sentimientos son eso, tuyos, y no pienso cambiarlos. Tampoco puedo aceptar responsabilidad porque bien lo dices todo ha sido idea tuya, creaste un microcosmos donde yo soy el centro y sin yo saberlo, sin saber que soy reina donde ni siquiera lo imaginaba, sin saber que soy la magnificencia en ese pequeño mundo tuyo. Pero realmente, ¿qué papel he jugado en eso?, tu creación mental. Te advierto que te puedes desilusionar, no soy quien parezco y las personas más allegadas a mí me huyen porque me temen. Pero además ¿no pretendes que haga nada? Entonces no haré nada, me quedaré al
margen. Y al decir esto un halo de tristeza se dibujó en su rostro, como el de alguien que no cree que sea posible ser feliz.

Él se quedó atónito, esperaba cualquier respuesta, pero no estaba preparado para recibir cualquier respuesta. La tomó de la mano y la miró a los ojos. Se quedaron segundos así, claro para las demás personas, para ellos parecían eones, ella intentó retirar su mano pero él no la dejó. Acercó sus labios a los de ella y la besó. Entonces se detuvo todo a su alrededor, por lo menos ese instante, dejó de ser personal y el problema se empezó a compartir.

F.J.R. Blanco.
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Foto del autor felix.d.ramirez
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Descripción

Palabras Clave: AMOR AMISTAD BESO PERSONAL EL ELLA DECLARACIN

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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