LA MALA ALIMENTACIN.
Publicado en Mar 22, 2013
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Carmen era víctima de la mala alimentación. Buscaba una forma de resolver su problemática indefinida por el tiempo. Resuelta, se disponía a robar. -Será fácil- se decía, -sólo una pieza de pan para poder comer hoy-. Ya tenía todo visualizado completamente. Entraría a la panadería, le pediría a la empleada un pastel de esos que tienen en exhibición y cuando se diera la vuelta para ir a la bodega, saldría corriendo con el pedazo de pan como liebre perseguida por un leopardo. Fácil, en serio, tanto que ni la desnutrición que padecía le podía afectar su conciencia y buen juicio, el plan era infalible y lo empezaba a llevar a cabo con perfecta ejecución.

Entró al expendio de pan, saludó gustosamente a la vendedora, le pidió el pastel más grande que tenían en venta, la empleada la miró atónita, ¿Cómo una persona tan andrajosa podría atreverse a pedir tal cosa? En fin, la última vez que pensó lo mismo su patrón le llamó fuertemente la atención porque no le quiso vender al millonario del pueblo quien ese día había ido con sus peores ropas. No, se dijo ella, no me pasará lo mismo. Entonces fue hasta el fondo de la tienda para poder traer aquello que con tanta insistencia se le pedía. Carmen entonces tomó el primer pan que vio, un bolillo, cuando estaba por salir observó que por un lado de la puerta estaba uno de esos pastelitos que su madre le compraba cuando era una niña, cuando aún vivían sus padres y ella era feliz, no una adolescente a punto de desvanecerse por no comer. Entonces volteó para ver a la empleada, apenas empezaba a entrar a la bodega, tenía el tiempo suficiente.
Rápidamente tomó el pastelito cuando observó a un lado de ella el congelador, empezó a imaginarse lo placentero que sería acompañar esos manjares con un poco de leche, por lo que
volvió a voltear y la empleada apenas había entrado a la bodega. Abrió el refrigerador y vio varios galones, medios galones, litros y presentaciones infantiles. Tomó un litro de leche, pensando en que igual no podría sostener por mucho tiempo un galón puesto que al carecer ella de nevera lo más seguro sería que la leche se agriara. Una vez con el bolillo, el pastelito y el litro de leche, se disponía a salir cuando entra un hombre de aproximadamente unos 40
años a la tienda, la saluda con gusto, ¿quién no saluda con gusto los domingos por la mañana? Ella contesta el saludo pero se empieza a preocupar, ¿Qué diría el señor si saliera en ese momento? ¿Sería el dueño? ¿Le pediría la nota de pago antes de salir? Esa variable no fue contemplada en su plan, no le quedó más que responder el saludo y recibió una pregunta que la aturdió mas ¿Dónde está Josefina? ¿Siempre es lo mismo, cuando llego no está ella, usted la ha visto? Carmen le contesta que no, luego empieza a idear una forma de saber si esa persona era solo un cliente más o el dueño, le comenta que fue a la bodega por un pastel de los que tienen en exhibición. El señor se queda pensando, y por fin dice que regresa luego, y se va musitando cosas sobre el matrimonio y lo difícil que es cuando ambos trabajan.

Fue un respiro para Carmen, no se trataba del jefe, pero debía apresurarse, cuando de repente escucha un grito: -señora no tengo más del que se encuentra en exhibición, ¿desea algún otro como el que está al lado del que me pidió, que es de chocolate? Entonces Carmen le contesta que sí, a lo cual sale Josefina con el pastel inmediatamente. Carmen se preocupa. La falta de alimento no la deja pensar con claridad y lo que está por hacer se publica al día siguiente en los periódicos como el obituario de la empleada de la panadería que aún no le decía a su esposo que estaba embarazada.

Todos en el pueblo buscan a Carmen, la buscan ahora que cometió un crimen, no antes que estaba desamparada y con hambre. El pueblo se hace responsable de sus errores y persigue a la causante de la extinción de una familia que eventualmente iba a crecer. Solo que cometen el error más grande, olvidan que ellos crearon el problema del cual ahora se lamentan.
 
F.J.R. Blanco.
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Foto del autor felix.d.ramirez
Textos Publicados: 34
Miembro desde: Mar 22, 2013
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Descripción

La corresponsabilidad entre las personas sobre una accin ilcita.

Palabras Clave: Hambre necesidad delito muerte pan policial suerte destino

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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