GLOSA POR EL HOMBRE DOMINADO  
 
 
 
Nadie lo puede creer,
aquel hombre decidido,
hecho casero marido
lo domina su mujer.
 
José de la Cruz García Mora
 
 

 
 
Amigo, yo no lo creo
y me parece mentira,
ese rumor que retira
el don de señor ateo.
Esto se puso muy feo
y se debe componer,
que no seas el de ayer,
sino un marido casero,
tengo que verlo primero:
nadie lo puede creer.
 
 
 
 
 
Un amante de la casa
no se puede criticar,
ni se puede mal pensar,
amigo, sin nada pasa.
Pero si todo fracasa
y te veo ya perdido,
bajo un yugo sometido,
uno nunca se responde
cómo ni dónde se esconde
aquel hombre decidido.
 
 
 
 
 
Tu libérrimo albedrío
ha quedado limitado.
Eres un hombre casado
y no decides ni pío.
Como gritos al vacío,
nadie te presta sentido.
Eres la voz del olvido
ordenando ya sin eco,
pareces un patuleco
hecho casero marido.
 
 
 
 
 
Hay un rumor de desdén
que pregonan muchas bocas,
regando noticias locas
de cosas que no se ven.
Y libres por el andén
ninguno las puede ver,
ni las puede detener
un amigo disgustado,
pues, al hombre acorralado
lo domina su mujer.