Por qué temerle al futuro…  
si el futuro es una caja de regalo
con muchas sorpresas dentro.
 

Por qué temerle al mañana…  
si el mañana es una sala de espera
mientras el hoy no se acaba.
 

Por qué temerle a lo próximo…
si lo que tenemos no es permanente;
es una historia en trance que cambia de repente.
 

Por qué temerle a lo nuevo…  
si el ayer no se hizo para acompañarnos siempre.
 

¿Por qué tener miedo?  
el miedo es una tranca para obstaculizar tu vía
ya que te quita el aire y te roba las energías.
 

Por qué temerle a la luz…  
si la oscuridad no se creó para estar a nuestro lado todo el tiempo;
es un instante de pensamiento en que el más listo cambia la mente.
 
Por qué temernos a nosotros mismos…  
si al final nosotros fuimos los que construimos lo que en presente somos
y aparentemente lo hicimos bien.
 

Por qué temerle a lo que podamos hacer…
si para hacer es que estamos hechos.
 
 
Por qué temerle a caminar… 
si cada paso que damos es una puerta que abrimos y una ventana que cerramos,
ya que así lo deseamos.
 
¿Por qué tener miedo? …
el miedo son voces con ecos en medio de un hueco,
es un llanto frio que se ha congelado y es un pensamiento que tú has creado
para que te acompañe cuando estas asustado.
 

Por qué temerle a llorar…
si llorar no es debilidad. 
Es una lágrima que se escapa,
es una parte de ti que se libera para que te quites el escudo, la armadura y la capa
debido a que el ser humano también descansa; ya que se cansa.
 
Por qué temerle al fracaso…
si los reyes más fuertes algunas veces han perdido su palacio
y de igual forma se han levantado cada uno se ha inspirado
en los que si creen en ellos para lograrlo.
 

¿Por qué tener miedo?
las fantasías forman parte de las alegrías.
 

Por qué hacer hincapiés en cosas erróneas o que están vacías…
acuérdate que por cada favor que hagas un ser supremo siempre da otro por garantía.
 

Por qué temerle a lo que vendrá después… 
si ni siquiera has comenzado para que este se dé.
 

Por qué temerle a lo que no hemos hecho…
si los hechos forman parte de nuestros sentimientos.
 

¿Por qué temerle al miedo?
Si todo el tiempo estamos observando el cielo,
esperando el nuevo amanecer pendiente o atento a lo que va a suceder.
 

Por qué temerle a lo que sigue…
si nacimos para ser grandes, fuimos a la escuela para aprender, vivimos
para procrear y saber, cada nuevo año tenemos ansias de crecer
y a veces anhelamos lo que no debería ser y rogamos para que este se dé.
 
Por qué temerle a la belleza…
si la belleza hace parte de la tristeza,
en ella simultáneamente se esfuma cada día
pero se resuelven nuestras agonías.
 

Por qué temerle a lo que no has probado, no has vivido…
¿acaso nunca has soñado con lo que no ha existido?