No ha sido para nada un domingo feliz. Quizá porque la niebla toda la mañana nos ha esconddio la fe. Y el templo de las Montañas donde como pueblo depositamos nuestro destino que no vale nada porque no es propio, no es individual, si no una comunión de todos quienes quieren ver lo que no hay (cielos cuatribarrados con estrellas rojas) lo que hace que a Dios le añadimos otra palabra maldita: Patria. Quizá por ello, todo el Vallès, joder!! los dos valleses!! han permanecido grises y fríos como las palabras que mueren tristes en un rincón del alma o en la mente sin que nunca me haya atrevido a soltar para que volaran como palomas blancas o negros cuervos, sombras sobre mi sombra. Y además, he pensado en ti. Durante partes del día he pensado en ti. Y lo peor es que no he sabido como hacerlo, porque eres un laberinto medio trazado en un jardín, casi sin entradas y que se termina (al menos para mí) en unos setos que desaparecen como si todo esto fuera un juego, pero me temo que no lo es. He pensado en ti algunos ratos, como ahora estoy haciendo y escucho voces discordantes sobre mi voluntad y tu llegada. Los temerosos del poblado, los que guardan las esencias, aquéllos que tras el fracaso siempre exclaman con orgullo: "Ya lo dijimos" y te ramatan con un "Pero no nos has hecho caso", te niegan. Su no cargado de rémoras hace que observe su rostros tan avejentados por siglos de razón en ellos. Son serios como un entierro, hoscos como un lobos a punto de atacarte. No me gustan!! No me gusta este echarse para atrás. Y atiendo aquellas voces cristalinas pintadas de todo tipo de ánimos, nacidas en la mañana, doradas por los rayos solares más tiernos. Las que siempre te llevan de la mano a emprender cualquier viaje: "La aventura es la aventura", "Solo se vive una vez", "Ella vale la pena y lo sabes", "No hay muchas así en el jardín". He pensado en ti, anocheciendo en mi cuerpo, cansado de un domingo gris y feo. Y alguien ha dicho a mi oído: "Es como una partida, hay muchas piezas distintas y todas se están moviendo. No parece siquiera que se imponga reglas ni te las vaya a imponer a ti. Vas a quemar gasolina por rutas abiertas a desiertos, sin puntos de referencia. Quizá te pierdas con ella, quizá por ella te pierdas". ¿Ves como he pensado en ti?