Nebka era el mago más preciado por el faraón. Sus conocimientos los había aprendido de sus antepasados. Su sabiduría y el poder de su magia eran respetados y reconocidos por todo Egipto y más allá de sus fronteras.
Una día el faraón le mando llamar para decirle lo siguiente:
-Quiero utilizar las pirámides construyeron nuestros antiguos Dioses, como mausoleos. Por lo que vas a conjurar a los "Aju"(los genios) para que nos iluminen, y no caigamos en ningún error al hacerlo.
-Grande eres hijo de la Luz y sabias tus palabras. Sólo tú puedes gobernar a los Aju. -dijo el mago- Pero les invocaré para que acudan en tu ayuda. Sólo una cosa debo decirte: Si las pirámides se utilizan para tal fin, las generaciones venideras no sabrán para que  fueron construidas realmente.
Por eso mismo lo hago-contestó el faraón.
Nebka respondió con una sonrisa. Así se conservaría el Gran Secreto para siempre....