Son esas mismas palabras que me enamoran
Pero son esas mismas palabras las que me ahogan. 
Que mas puedo decir, es el, aquel que no tiene remedio.
Escribo en nombre de aquel, a quien no puedo ver. 
mis cantos de mañana no tienen destino, mis palabras son igual que un suspiro del alma. 
Un solitario poeta que dedica frases en silencio a su imposible, se convierte en un misero viajante, caminando hacia el sur y desde allí mira al norte. 
Se levanta un guerrero sin ilusión, su armadura tan brillante, es el orgullo tan prepotente de mil batallas ganadas y su alma como un árbol viejo y hueco, describe lo frío que son sus caminos. 
El héroe que con valor toma su espada y se aleja de aquella que con dolor lo mira y con sus manos arrebata la vida por el honor.