Cuando Carlos se acercaba a la puerta para ver quién tocaba, encontró que antes de llegar alguien había colocado una escalera en la pared del fondo. Es extraño ver eso puesto que él vive solo, pero sin salir de su concentración fue a quitarla del lugar. Entonces fue hasta la puerta, se fijó antes por la mirilla de la puerta y abrió. Eran aquellos dos hombres de la historia que escribía. Los hizo pasar para hablar con ellos, pero le dijeron que preferían esperar en la puerta y que en cuanto volviera de acomodar aquella escalera los acompañara. Accedió, acomodó la escalera en el suelo, dió un paso hacia la puerta y en ese momento desapareció de la vista de los dos hombres. Se quedaron sorprendidos y no se lograron explicar el suceso, luego la escalera se levantó lentamente hasta volver al sitio. Entraron a ver ese suceso igual de extraño que el anterior, y detrás de ellos la puerta se cerró de un golpe.