TU MORADA
Publicado en Sep 23, 2012
Noches inacabables se ocultaban entre las encendidas estrellas de tu cielo y la delicia cadenciosa de tu nombre se esparcía caprichosa en los rincones donde todo era inmenso. De la nada inventábamos horizontes donde enmudecían enmarañados mis dedos fuimos dueños y esclavos de unos ojos chorreantes de presagios, trastornados de destinos, húmedos de desvelos. Ahora soy apenas el sueño del fuego y la llama, una condena muda, el vacío donde mora tu fantasma. Eve V.Gauna Piragine
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Eliza Escalante