EL LLANTO DEL INFANTE
Publicado en Aug 15, 2012
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                                         EL LLANTO DEL INFANTE
Todas las noches en hora de soledad y de luna ausente, cuando las sombras se multiplicaban, las pocas almas de carne y hueso que transitaban por el camino grande que besa al cementerio  se llenaban de temor, por que oían el llanto de un recién nacido que emergía desde el mismo campo santo, se persignaban y aceleraban sus pasos rumbo al pueblo, y no faltaban  aquellos que por evitar oír esos llantos, rodeaba el camino por lomas aledañas.
Tanto perturbo la paz del pueblo el llanto del infante que el asunto se trato en cabildo, donde se acordó visitar el camposanto una noche, para ello se prepararon con aguas benditas, crucifijos y oraciones a tayta Dios para que proteja sus almas de mortal de aquello que a su entender se trataba de un alma maligna. Dos días después del cabildo tal como acordaron, se reunieron a la salida del pueblo y marcharon rumbo al cementerio, eran tantos y hacían tanto ruido que posiblemente espantaron al almita, porque por más que esperaron esa noche no hubo llantos de infante, mas si bostezos de hambre y de sueño, que no les quedo más que volver al pueblo sin haber dado solución alguna al llanto del infante.
La existencia del llanto infantil que nació de una sepultura desconocida y que atormento a casi todo un pueblo, se propago por las comunidades vecinas al pueblo y a la vez por las vecinas de estas, de manera tal que de su existencia se comentaba en el tiempo a lo largo y ancho de los horizontes andinos.
Noche a noche el llanto, cada vez más fuerte y lastimero que capto mayor atención que las otras animas que usualmente solieran espantar a los mortales, ya sea en los caminos o en los  rincones de las viviendas.
Noche a noche el llanto parecía no hallar sosiego y sus cada vez mas ensordecedores gritos se oían en todo el pueblo, destemplando los nervios de sus habitantes, quienes a la luz del sol luciendo ojerosos sentían mermadas sus fuerzas físicas e iban postergando muchos de sus quehaceres cotidianos para un mañana que demoraba en llegar.
Más de cinco cabildos, más de cinco intentos por descubrir la tumba de donde provenían los llantos, y estos se hacían cada vez más sonoros haciendo que algunos pensasen ya en emigrar del pueblo.
Por fin llego el día de la santa patrona del pueblo y con él, el párroco para celebrar las misas, no bien desmontaba el cura, desesperados los pobladores le pusieron al corriente de los hechos y casi en peso llevaron al religioso hasta el campo santo deseosos de oír las frases o palabras que acabasen con los llantos del infante. En esta ocasión el representante del reino de Dios en la tierra, era un hombre de unos sesenta años de edad, bastante trajinado por los rincones del ande y conocedor de las costumbres y creencias de estos pueblos. Mientras marchaban al campo santo pregunto sobre el momento en que empezaron los llantos, si tiempo antes habían sepultado a alguna mujer en edad fértil, los pobladores respondieron negativamente, informando que el ultimo entierro fue de un  anciano y se realizo un mes antes de que empezaran los llantos, y aquello aconteció en un mes de febrero.
En el cementerio por orden del  cura hurgaron por los rincones hasta que descubrieron una tumba clandestina que les lleno de curiosidad, asombro y temor. Por que las tumbas oficiales coincidían con los amigos del pueblo sepultados entre ccarawis y dobles de campanas, una tumba clandestina no era natural de aquellos lugares.
Con el permiso del cura, y de las autoridades presentes, profanaron la tumba y hallaron los restos en estado de descomposición avanzados de una mujer a la cual el cura roció con agua bendita y le prodigo de oraciones, luego de que se asentara en acta el hallazgo de la tumba clandestina, enterraron el cadáver e identificaron la tumba, para luego volver al pueblo y empezar las indagaciones en las comunidades colindantes sobre la desaparición de alguno de los miembros de su comunidad. Días después, enterados del hallazgo, arribaron de una comunidad vecina donde una joven en estado de gestación había desaparecido y que tanto los familiares y vecinos estaban convencidos de que la joven y su pareja habían huido hacia la costa para evitar los comentarios de sus paisanos que no veían con buen agrado su estado  sin estar casada aun,  tiempo después se supo que su pareja había sido capturado en una estancia ubicada en las lomas y que habiendo reconocido su brutal acto, había sido mancornado y conducido por dos  gendarmes hacia la capital de la provincia para ser juzgado y sentenciado.
Con el agua bendita sobre el cuerpo de la victima hallada en la tumba clandestina, se puso punto final al llanto del infante y noche a noche los demás seres del mas allá, fueron volviendo a tener vigencia plena.
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Foto del autor Jorge Luis Cervantes
Textos Publicados: 53
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Descripción

El llanto del infante en una narracin que trata sobre las creencias de los pueblos andinos del amrica del sur

Palabras Clave: LUISVER

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Terror & Misterio



Comentarios (1)add comment
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Jorge Luis Cervantes

Como en diferente partes del orbe, en el país donde vivo, hay pueblos que tienen sus propio mundo de costumbres y creencias, en el presente caso trato una de las miles de historias que se suelen contar en las noches lóbregas al calor de los mecheros.
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August 15, 2012
 

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