De nuevo, la temida desesperanza,
Busca anidar en el seno de nuestros
Sueños incumplidos.
Y las calderas apagadas de nuestro
Futuro, se confunden con el espeso gris
De estas conciencias adormecidas.
Para competir con el silencio
de los covardes.
 
Por que, de eso se trata, de  escupir
Sin miedo, el  feo rostro de la injusticia,
Atrevidamente, eterna.
 
 Porque de eso se trata,de mentirle a la vida
Con la piel de mis pensamientos.
En un discurrir
Acuoso y fecundo
Hasta que nazca una nueva generación,
de alevines  idealistas.
Sin duendes taciturnos y mezquinos;
Sin danzarines trashumantes;
Sin equilibristas temerosos y vacilantes;
Por que de eso se trata;
De superar lo vivido.