Muy enamorada e ilusionada esa
Joven de su novio se encontraba,
Parecía que ella no tenía otra
Razón, solo para él vivía era su
Pronta obsesión.
 
Salían juntos  a pasear al parque o
A veces a la pista a patinar.
Buenos momentos vivían cuando
Los dos el tiempo compartían.
 
Ese joven la hacía sonreír y de su
Amor tan grande en muchas
Ocasiones le dio, ella completa se
Entregaba en su mente y corazón.
 
Una tarde en su casa un pensamiento
A su inocente cabeza llegó, entregaría
En esa cita más que su corazón.
 
Ella a su novio llamó: “Hoy me
Encuentro sola” la amante adolescente
Le comentó, “¿Y qué quieres hacer?”
Aquel joven iluso le preguntó,
“Vente y entenderás” fueron las palabras
Que finalizaron la conversación.
 
Estando solos él se acercó, sus manos
A sus redondos y perfectos pechos clavó,
Su boca su cuello besó, ella un par de
Suspiros exhaló, la pasión de los dos
Se apoderó, ella con ternura lo miró y estas
Palabras dirigió: “Hazme tuya, sin duda ni
Vacilación”
 
Sin duda alguna esas palabras al joven
Encendieron, tocar sus piernas y besar sus
Labios sus objetivos fueron, aquella joven
Envuelta en pasión estaba, su mente
Escasamente razonaba.
 
Después de 30 minutos todo terminó,
Saciaron el placer y una culpa grande los
Corazones embargó.
“¿Verdad que sí me amas?” ella preguntó,
“No estoy muy seguro” aquel patán respondió.
 

 
Ella después de ese día jamás lo vio,
Lo ha buscado por doquier y hasta una carta
Le envió, pero de aquel vil muchacho ni
La sombra se vio.
Mi confinada se lamenta porque no se protegió,
Ella no lo sabía y muy tarde se enteró, que
En aquel encuentro un embarazo concibió.
 
Perdió la inocencia en ese encuentro
De pasión, solo quería compartir con él
Más que su corazón.
Parada frente al espejo una imagen observó,
Lo que ella había sido y lo que en sus
Manos se perdió.