Recorro  la noche,  buscando devorar mi cáliz de veneno...


Soy como un nefasto carnicero hambriento.


...para luego, desparramarme  todo entero.


...lapidando a quien se  vaya cruzando en el sendero.


...ser malo, para no dejarme coger de buen pendejo.


...para que nadie conozca de mis  chifladuras y mis miedos.


Esta turbación de amar sin tabúes y rodeos.


El temor a encontrarme con el amor noble y sincero...


..y no saber cómo procurarle mi más  ardiente afecto.


José Luis Marrero Santiago


2012-06-15