Nunca pensaste en dejar realmente este lugar, cada palabra a favor o en contra de ti te mantenían viva y activa. Tu vida real casi inexistente era resguardada por un nombre de usuario que muchos querían y muchísimos otros solo sentían pena a pesar de la indignación de tu arrogancia.
Unos ecos se empezaron a expandir y los rumores cada vez se oían más fuerte… decían que tu sano juicio era insano, que tus nervios y la coherencia ya no te acompañaban y que la calidad de tus letras ya no eran la misma. Había que hacer algo…
Con el tiempo aprendiste a atacar al indicado para mantenerte en el foco de la tormenta todo el tiempo y eso te excitaba. Con vos muchos personajes aparecieron para unirse a tus filas aunque nunca supiste bien si en verdad así era o solo se trataba de tu propia imaginación.  
Pero no hay mal que dure cien años así que tras la tormenta había que siempre estar inventando algo mejor que lo anterior para no perder posición. Y una noche ya en el borde del abismo una idea brillante cruzó tu cabeza: fingir tu propia muerte, siendo la única manera de sorprender después de tanto tiempo y desdoblarte en alguien más para poder observar mejor.
Una noche oscura comunicas la noticia y te frotas las manos esperando el efecto domino en cada persona, pero nada pasa… nada ni nadie cree en tu muerte y dos palabras aparecen titilando en tu ordenador “GAME OVER”… la próxima vez tal vez será aunque ya nadie se de cuenta.