"La defensa del árbol" Antipoema de Nicanor Parra
Publicado en Apr 20, 2012
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Por qué te entregas a esa piedra 
Niño de ojos almendrados 
Con el impuro pensamiento 
De derramarla contra el árbol. 
Quien no hace nunca daño a nadie 
No se merece tan mal trato. 
Ya sea sauce pensativo 
Ya melancólico naranjo 
Debe ser siempre por el hombre
Bien distinguido y respetado: 
Niño perverso que lo hiera 
Hiere a su padre y a su hermano. 
Yo no comprendo, francamente, 
Cómo es posible que un muchacho
Tenga este gesto tan indigno 
Siendo tan rubio y delicado. 
Seguramente que tu madre 
No sabe el cuervo que ha criado,
Te cree un hombre verdadero, 
Yo pienso todo lo contrario: 
Creo que no hay en todo Chile 
Niño tan malintencionado. 
Por qué te entregas a esa piedra
Como a un puñal envenenado, 
Tú que comprendes claramente 
La gran persona que es el árbol! 
El da la fruta deleitosa 
Más que la leche, más que el nardo;
Leña de oro en el invierno, 
Sombra de plata en el verano 
Y, lo que es más que todo junto, 
Crea los vientos y los pájaros. 
Piénsalo bien y reconoce 
Que no hay amigo como el árbol,
Adonde quiera que te vuelvas 
Siempre lo encuentras a tu lado, 
Vayas pisando tierra firme 
O móvil mar alborotado, 
Estés meciéndote en la cuna 
O bien un día agonizando, 
Más fiel que el vidrio del espejo 
Y más sumiso que un esclavo. 
Medita un poco lo que haces 
Mira que Dios te está mirando, 
Ruega al Señor que te perdone 
De tan gravísimo pecado 
Y nunca más la piedra ingrata 
Salga silbando de tu mano.
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Foto del autor Joaquin Sariego
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Descripción

Por qué te entregas a esa piedra Niño de ojos almendrados Con el impuro pensamiento De derramarla contra el árbol. Quien no hace nunca daño a nadie No se merece tan mal trato. Ya sea sauce pensativo Ya melancólico naranjo Debe ser siempre por el hombre Bien distinguido y respetado: Niño perverso que lo hiera Hiere a su padre y a su hermano. Yo no comprendo, francamente, Cómo es posible que un muchacho Tenga este gesto tan indigno Siendo tan rubio y delicado. Seguramente que tu madre No sabe el cuervo que ha criado, Te cree un hombre verdadero, Yo pienso todo lo contrario: Creo que no hay en todo Chile Niño tan malintencionado. Por qué te entregas a esa piedra Como a un puñal envenenado, Tú que comprendes claramente La gran persona que es el árbol! El da la fruta deleitosa Más que la leche, más que el nardo; Leña de oro en el invierno, Sombra de plata en el verano Y, lo que es más que todo junto, Crea los vientos y los pájaros. Piénsalo bien y reconoce Que no hay amigo como el árbol, Adonde quiera que te vuelvas Siempre lo encuentras a tu lado, Vayas pisando tierra firme O móvil mar alborotado, Estés meciéndote en la cuna O bien un día agonizando, Más fiel que el vidrio del espejo Y más sumiso que un esclavo. Medita un poco lo que haces Mira que Dios te está mirando, Ruega al Señor que te perdone De tan gravísimo pecado Y nunca más la piedra ingrata Salga silbando de tu mano. FUENTE:http://www.memoriachilena.cl/temas/index.asp?id_ut=nicanorparra(1914-)

Palabras Clave: Nicanor Parra

Categoría: Poesía

Subcategoría: Poesía General



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