F. S. R. Banda. DE LAS MALAS INFLUENCIAS; La virgen del insomnio.
Publicado en Mar 17, 2012
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        Hay que despertar la poesía, despertarla con la voz de los geranios adormecidos o con el rumor incesante del oleaje en una playa pedregosa, acosarla en los callejones y en las casonas, en las parroquias y en los prostíbulos, en los puertos y en los sueños, en el manicomio y en el matadero, en la crucifixión y en el empalamiento, como religioso y como ateo. Buscarla con la desesperación de un náufrago, con la aspiración de un suicida, con la incoherencia de un cuerdo, con las verdades de un loco, con las ansias del amante secreto, con la ira de un prófugo de la luz que calla el nombre de su amor superfluo, con el egoísmo del último sobreviviente que se escondió durante toda la matanza, con la humildad altanera de un hambriento perro callejero. Hay que violentarla, asumirla como una cicatriz, sodomizarla hasta disgregarla en verbos susurrados de un zurrado suspiro que promueve la mentira de la meretriz, en palabras distintas o iguales, en orgasmos fingidos de pena por penes que son mínimos ante los santos bravos dedales, hay que decretar su resurrección inminente como una de las deidades más elocuentes y necesarias, desangrarla a mordiscos de lobo, a cortadas oxidadas como las de una Hoz, a masticadas de veneno infestadas como las de un Reptil, hay que vomitarla con enjundia en la pelea de cantina como la de un Goliardo alcoholizadamente feliz, y también ¿por qué no? llorarla como un Híbrido con su siempre marica desliz. Hay que herirla, sajarla, desnudarla a contraluz, beberla hasta la ebriedad desaforada del canto y del desencanto que ladro, y odre celebro enculado por ella. Hay que develar la poesía, desvelarla, indagar por sus dialectos, masturbarla por sus conductos ductos, estatutos sucios con el edicto de velocidad endiabladamente sacra para que termine a chorros en la cama, sobre la boca, inundando la salvaje sábana, hay que domarla y saberle el cauce por sus quejidos de hembra impenitente y sus bramidos de macho malherido, andrógina latente de látex, o sin mantos de protección, según el desvarío y el alcohol que se haya bebido para que nosotros seamos víctimas y nos convenza que al penetrarnos con dos puños de ira, sin necesidad del exorcismo del condón, ésta nos fecunde el anti-amor, y que el sangrarnos duro será como el bautizo divino que nos aviente al verso eterno y sacrílego. O que nos advierta de probar su coño lampiño adictivo, o su culo ávido y ácido. Ya que por ahí se han parido las artes más prohibidas; como el simbolismo maldito, o el borracho e insurgente pornoHibridismo libido.  
        Hay que rescatar sus monólogos del laberinto del día a día, de la noche con su vuelo y su ausencia, de su labio leporino tras tanta lívida lamida bebida por mamar y tragarse venida tras venida del diáfano perspicuo de los fálicos, que de límpidos, solo tienen la lágrima del meato beato y balístico urinario. O de aquella lengua panorrera que de tantos pronunciares al botón de sus ninfas internas, con sus causas cuzas que causarán y causó, incendios húmedos tras las pantaletas quinceañeras. Hay que convertirla en pan y en vino, en sal y en agua, y también en cenizas, hay que promoverla y divisarla libertaria para poderla ver como la daga que mató a un Cristo y como la santa palabra que emancipó a Luzbel, volviéndola masdeísta, alejada del falso camino de un cruel amo y un corrupto rey, de un posible diablo y de un supuesto Dios del bien. Porque nada de esto existe, solo ella que con sus embistes descubre los embustes del humano pérfido que se hinca con iconoclastia y ciega reverencia para salvaguardar su integridad y plusvalía vital, por esto, por esto es que existe la poesía, para desenmascarar al enemigo de nuestro mal mental que aqueja con sus enfermedades colectivas faltos del plano de lo real, y bastos de la dimensión de la fantasía. Hay que cantarla como un grito de guerra y como un gruñir de sinfónicas mancebas. Hay que hundirse en el cenote nocturno de su útero virginal para renacer de ella a los esplendores de los soles venideros como un niño asustado y fuerte, que descubre que ella tiene una letrina como incubadora dentro, más adentro de la puerta sátira e intemperantemente lúcida vagina, o el incaindecente maneral largo y latiente de las escaleras que bajen al sótano donde habita su pene. Hay que sentirla temblorosa, penetrante, trémula, palpitante, angosta, vacilante, espumosa, pegostiosa, decrépita, estallante, velluda, apretada, fluida, seminal, brusca, desflorada, martillante, lastimera, epicúrea, grasienta, sibarita, sucia, enervante, embelesante, bíblica, única, tajante, bucólica, lasciva, farota, ninfómana, satírica, concupiscente, esclava, dogmatica, edictica, destructora, caliente como lava volcánica y tántrica como una cómplice demoniaca, todo ponderosa, ponedora, ligera, ostentosa, festiva, núbil, todo torrente, palpable, desgraciada, fantasmal, manoseable, costeable y omnipotente, hay que sentirla edénica, colérica, misericordiosa y deseable, anal toda Diosa y fálica execrable, blowjob, handjob, creampie, cumshot, fetichista, anarco colectiva, inmaculada y mamadora, revolucionaria y vale madres, épica y perniciosa, con sigilo y ruidosa, hay que sentirla al extremo como un insulto, en lo más profundo como lengua del indulto del estupro de un hombre cínico o de una mujer orgullosa, hay que pensarla con miedo, con el meado en la punta, con el orinal en la vaina, con maldad, con culpa, con anhelo, en celo, con desmayo, en mayo y en todos los meses que lo tengamos erecto o abierto, hay que tenerla, hay que dejarle, hay que contenerla, y hay que encerrarle, publicidad hacerle de que es una madre dolorosa que se vende por nosotros sus hijos, y los hijos de sus hijos que ladran por su brama como habitantes de las sombras, y de los arpegios cristalizados del dolor al desnudarla para la orgia masiva de plumas venosas dispuestas a habitar en su garganta. O como un padre desalineado que deslechado nos empujó al abandono, al vagabundo andar prensado como bastardos sin correa entre el orbe de la urbe.
        Hay que romper la poesía, sacarla al viento, a la lluvia, exponerla al odio, al desengaño, a la pasión más perversa y al amor más sublime, hay que excavarla hasta encontrar sus cimientos, sus ruinas y sus estatuas descabezadas. Hay que exponerla a la leña verde, y señalarla en Gólgota, hay que rezarle con el crucifijo en la boca, o en cualquier lugar donde pueda alojarse dando resultados agradables, hay que destriparla con la furia hosca de los moribundos y la paciencia imperturbable de los inmortales. Hay que buscarla en los rincones y en los arcones, en la falda sin ropa interior al fondo y con puntas afiladas en los tacones, en la tibiezas mustias de los deseos cumplidos, y en las miserias del desengaño, en las alegrías de un patio, de un bosque, o de un beso en alguna primavera donde el amor de tu vida tuvo a todos y tú nunca lo supiste, ni metiste, ni lamiste, ni cogiste, solo te mentiste adulterando la historia adultera fingiendo paraderos inexistentes, donde la pitonisa deslucida, era según tú la más filial de las vírgenes. Hay que buscarla en las mentiras que decías que ella no cogía, o en las verdades que te callabas de que ella sí mamaba, buscarla en las memorias, en las nostalgias y en los olvidos, hay que buscarla en los pasos idos que despavoridos dejan las más inhumanas putas, dizque musas que se largan sin dejar rastro y devolver propina, y se quedan tatuadas en el rostro de esos miserables poetas que clamaron esas ausencias con la llovizna tibia de sus párpados, hay que buscarlas en el ano de esas convictas distancias féminas, que se marcharon ignorando aquellas patéticas y antipoéticas existencias del versero que las reverenciaba, y que las respetó al grado de ser el último en sus salas, en sus casas, en sus juergas, y en sus imprudencias banas de levantar la pelvis y abrir las nalgas a horas trasnochadas de borrachera extrema sin preguntar ¿quién es? ¿cómo se llama? ¿se casará conmigo? ¿traerá preservativo? ¿me amará por los siglos de los siglos?  Hay que buscarla en ese limbo íntimo, donde el desmayo del poeta ingenuo se quedó ínfimo con la libreta vacía y las hojas en blanco, donde resalta que el poeta moría, donde se advierte que el poema agonizaba y donde se sabe que la mano virtuosa se pudría. Es que es de buscarla a oscuras, como un ciego palpando los bordes velludos de lo desconocido, del ciego que tiene el pretexto de no ver, y que por eso pregunta por alguna calle, pero lo único que quiere hacer es tocar pezones y lunares porque le encanta la pornografía en braille. Hay que escribir la poesía como un rito, como una invocación de índole clandestino, con fuerza y con la adrenalina alta y la serotonina baja, con la orbito frontal reducida y la periacueductal activada, como un asesino en pleno uso de sus deficiencias mentales, para causar la más grande carnicería a las frases y escritos banales, así, así hay que buscarla. Hay que trazarla como una afrenta a un cruel Dios, como una rebelión al más tirano, como una humillación al más débil, reescribirla como una ceremonia y releerla como una revelación, o un éxtasis. Hay qué prepararla como si matáramos al abusivo, y como si matáramos al que lo alimenta, hay que discernirla con el llanto infantil como cuando el violador desmembró al niño, y enfilarla cual cuchillo que destazó al maldito cuando la pequeña víctima tuvo su ansiada venganza. Desbaratarla, desarmarla, desperdigarla en vocales, en silabas, en quejidos y gritos, quitarle el pedigrí y volverla anónima y ácida y dejarla caer a mitad del plenilunio, deshojarla en los otoños, crucificarla en los inviernos, demonizarla en el Estío, del que estamos muertos en hastío.
        Hay que devorarla como una fruta sagrada, dulce y venenosa, hay que posesionarnos de ella hasta pervertirle el hábito, si algo nos dictan sus rezos, es que el hombre escribe poesía porque desea a la mujer de su prójimo en sus cuartos, en sus oscuridades, es por llenar esas oquedades con albina tinta que salga de nuestras puntas mástiles marítimas con olor a pez. Y las mujeres la conjugan para declinar la desfachatez de un reclamo callado por la inmadurez o el feminicidio de su sentir acongojado por el machismo y su idiotez. Después de convencer y tramar hacerlo en el edén, la poesía fue exiliada a los azufres, así que ahí, hay que acecharla, seducirla, poseerla hasta el delirio, y cosecharla para que nos dé frutos de carne rosada y jugosa para nuestro sacio, hay que arrancarle un trozo de carne para mascarle todo el día, y con ganas de ella no quedarse por los siglos y los siglos vergamén. Hay que tomar sus piernas como remos para navegar por sus viscosos ríos, no hace falta traer mapas porque no importan los tesoros ni cosas así, lo verdadera importancia es escarbarle en su isla y sí justo en el puntito, justo en la equis que ya todos sabemos dónde está marcada, porque hay que saciarse en ella, vaciarse en ella, solventarse en ella, y ella para nosotros, adictiva dance femenina y complaciente o masculina y aguantadora, con una belleza imparable, y para eso, hay que darle nuestra sangre, para que pueda seguir viviendo eternamente como la amante de nosotros los Híbridos y no nos delate, de que ella como nuestra madre, nos da el sexo para que nosotros su hijos, sepamos cómo amarle beso tras verso, y como padre odiarle poema tras botella. Se tiene que observar sincero en un atardecer limpio, o un atardecer en llamas por la guerra infinita en turno impío, en un amanecer con calma o una mañana de alaridos por saber que temprano se irá a la horca por hereje castigo, hay que apreciarla en la noche bohemia, en esas madrugadas donde la ves a aquella, la musa que se te fue sin dejar rastro; entregándose a tu padre, rentándose a tu amigo, curioseando con tu madre,  regalándose a tu enemigo o confundiéndote con tu hermano. Hay que mantenerla despierta, viva, flama tea, que resplandezca, que vuele, que mate, que divague y que en cuerpo céfiro levite el desplante. Que no duerma, que no quede merma, que no quede lerda, frígida y menopáusica, lánguida y andropáusica, que se quede estrecha y lamible, erecta y succionable. Que se quede guerrillera, que no se calle ante quien sea, que hable, que vomite, que ande, que corra y que luego vaya por los aires. Que se mee donde desea, que no se levante las enaguas si eso desea, que se establezca donde quiera, que sea pesadilla, que sea polución, ensueño, anti-diva, no un clon de lo sublime y eterno, y es que ésta virgen aún espera el que la domine y permanece en vela para verle venir, espera a la que la haga llegar, para dejar de fingir sin tener que cobrar. Espera al que y a la que, para saberle el latir, pero hay que darle la paz, alejarle del insomnio, y alejarnos del insomnio, hay que ser su dueño y su dueña, pero antes no dejarnos caer por el insomnio, porque un hombre y una mujer con insomnio, son seres con muy pocos sueños, y eso, no es poético, y la señora poesía sabe que si no duermen no la van a aguantar encima, porque ella dice que para escribir poesía, y enamorarle a diario, y enloquecerle de atar, se necesitan huevos y ovarios. Y nada más.     
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Este es un texto, un relato neobarrroco con un poquito de mi stilleto NeoBarroquismo Hbrido incitado por el maestro F. S. R. Banda, un poeta, cuentista surrealista y barroco por el cual nace este ejercicio antipotico de forma mrbida, como les recuerdo amigos; el albm; De Las Malas Influencias, es un poemario cuantario o lo que sea para matar a dos beatos de un tiro, una; rendirle tributo a los que incitan a sodomizar la poesa y otra, dar cursor al delirium tremens que me regalan estos mismos.

Palabras Clave: poesa

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Creditos: f.s.r.banda

Derechos de Autor: f.s.r. banda/hoz ludnadez


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F.S.R.Banda

Hoz, le agradezco otra más de sus gentilezas por haber revisado vuestro texto para su publicación en mi modesto blog del Surrealismo Neobarroco.
Lo he releído, ahora dejándome atrapar y fluir voluntariamente por su hiperdesplegada tolvanera y he confirmado (con cercanía de non sancta envidia) su destreza barroca, su creativo imaginario procaz, su innegable arte de palabras. Y me sigue asombrando que mi virgen insomnica sea la semilla soterrada de tantas maravillas.
Me quedo con una duda, mínima, casi existencial, en la frase “o el incaindecente maneral largo y latiente de las escaleras que bajen al sótano donde habita su pene.”, no supe entender si es ‘incandescente’ o es tal como está escrito, y asume el/los concepto(s) de inca-indecente, o in-Caín-decente. Pero dejemos eso para futuros analistas de estas bizarrías nuestras.
He aquí el link:
http://surrneorroco.blogspot.com/2012/03/f-s-r-banda-de-las-malas-influencias-la.html
Téngame como su agradecido amigo,
F.S.R.Banda, mismo
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March 21, 2012
 

Hoz Leudnadez

Maestro vaya! qué sagaz y tenaz desborde de metafora-discernir sí... mire es incaindecente -haciendo alusión a la incandescencia y a la indecencia- pero ya viendolo bien In-caín-decente hace más virtuosa la riña... dejando todo en oscuridades y blasfemias, el calor+el mal legado+ la indecencia= a barroquismo híbrido está bien escrito quizás le cambie a como se me ha suscitado ahora con su análisis maestro gracias y dejeme hacerle saber que acá... también tiene a un buen amigo que le admira y lo realza como una mala y gran influencia! salud maestro Banda.
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March 22, 2012

SARTRE

Amigo mio enpece a leer y a lo primero ya entendi deje de leer ,la poesia ,es un hecho sin techo,es un prostibulo,donde la orgia es constante,en el baul de los recuerdos ,dejamos nuestras derrotas,para que tanto ego ,todo son miradas tristes ,es mentira nadie es feliz,ni el mejor poema ,te hace feliz,que importa si uno escribe la soledad es la misma,saludos
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March 18, 2012
 

LOBOLEJANO

Esos delirium tremens que te han regalado y que recreas con espasmos de ávida sierpe inextingible mantienen uno de mis pies fuera de la tumba (es Otoño y a mi cabeza rapada se suma una barba que nace cada vez más blanca) Gracias por seguir echándo leña al fuego.

Abrazos.
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March 18, 2012
 

F.S.R.Banda

Sinceramente honrado de ver mi nombre (seudónimo) al tope inhiesto de su esplendido texto. Emocionado de ver mi modesto texto incrustado en vuestro derroche de asombros, maravillas y vocablos nacientes. Lo mío es un tímido susurro neobarroco urdido a contrapelo de estos soles, lo suyo es un grito en éxtasis o bajo los hechizos misteriosos de nuestra siempre amada meretriz, es una búsqueda de venganza y de perdición voluntaria, vigente, actual, renovada, posee la fuerza de lo joven, los códigos de los verdaderos dueños del Universo destartalado que los viejos mustios les estamos heredando, el vocabulario abunda en vistosos sacrilegios que traspasan nuestro arcaico español y hace yunta y/o simbiosis con ajenas lenguas bárbaras o en descubrimientos o en intentos o en intensidades verbales que denotan que el idioma ha sido vencido, violado, pervertido, abusado, y porque no; sodomizado.
El verbo es ácido, desparpajeante, insolente, soez, sexual hasta lo abrumador o lo aberrante, por lo mismo libre, alado, sutil como el humo de buen tabaco y embriagador como el mejor de los vinos, es un laberinto de cristales y espejos donde el lector solo desea no encontrar la salida.
Lo he leído una sola vez, de corrido y casi sin respirar, como debe ser, me aguardan ahora muchas otras lecturas para seguir descubriendo los infinitos detalles de la prodigiosa filigrana de vuestra maestría (orfebrería).
Con mis sinceros agradecimientos,
Salud!
F.S.R.Banda, mismo


Nota.- Me gustaría me autorizara a publicarlo en mi modesto blog de Surrealismo Neobarroco, como una exquisita joya que justificará muchos de mis solitarios desvelos y devaneos literarios.
Solo una duda; en el segundo párrafo dice: “O de aquella lengua panorrera que de tantos pronunciares al botón de sus ninfas internas, con sus cusas, que causarán y causó, incendios húmedos tras las pantaletas quinceañeras.”, la palabra ‘cusa’ me parece que debe ser ‘causa’, Si no es así, ruego disculpe mi ignorancia o falta de imaginación para entender el código escondido en ella, pues la busqué en Google y en el libraco de la R.A.E y en este ultimo solo aparece:
cuzo, za.
(De cuz).
1. adj. Ast., Gal. y León. Dicho de una persona: Indiscreta y fisgona.
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March 17, 2012
 

Hoz Leudnadez

Señor Banda, por su "puesto" de poeta maestro que sí, quiero y es más que honor deseo, puede publicare donde y como guste, respecto a la duda hubo un pequeño error que ya le corregí, cuz; es afirmativamente un adjetivo de improvisto feticho-sexual al que se le atribuye; voyerismo, chismeo, indiscreción y es básicamente lo que quería decir aquí va la corrección del mismo; "O de aquella lengua panorrera que de tantos pronunciares al botón de sus ninfas internas, con sus causas cuzas que causarán y causó, incendios húmedos tras las pantaletas quinceañeras" y me dará muchísimo gusto que se haga con todas las de bien por eso me tomé la necesidad de fijarme bien en la tipografía y en la otrografía señor, así que, es todo suyo por "supuesto" Mi orfebrería se ve anhelada por el hecho mayor a lo que mis vaivenes acontecen cada sábado de plaza o cada domingo de misa rápida por las tregedias de viudas inacabadas y ávidas aún en deseo, qué alegre gozo el esbozo de su pecho a por este texto que, esmera y con la más lijera -ropa- y causa haberle desorbitado el lubidulio señor Banda... gracias por escribir así mi gran mala influencia
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March 19, 2012

Hoz Leudnadez

espero y le guste maestro, esta es la versión de mi Neo Barroquismo Híbrido, lo recluté en el estante de un taller de narrativa, la cual nos pedía que, reutilizaramos un texto de algún escritor a gusto, hace muchos años en 1998 cuando era un mocoso -como ahora pero con más mocos- publiqué unos textos llamados "Hozmosis" en una revista argentina Surreanimatia en donde expresaba el neobarroco concierto de mis surrealismos y leyéndole a usted, me recordó eso, así que retomé su trabajo en aquel taller de hace poco, por instintiva y demasiado descaro y delirio que me causó el leerle, y escogí su texto y a usted como autor, espero y le resulte agradable el deforme que hoy mórbido le muestro le repito, salud como usted que tiene esta idea, yo no me siento satisfecho sin llegar a algo más allá, sin dejar de lado que, la palabra es una necesidad oral que no satisface, pero el que es poeta en verdad, hecho y conjugado; hace valer la pena el pronunciar. Gracias señor Banda.
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March 17, 2012
 

Hoz Leudnadez

Este es un texto, un relato neobarrroco con un poquito de mi stilleto NeoBarroquismo Híbrido incitado por el maestro F. S. R. Banda, un poeta, cuentista surrealista y barroco por el cual nace este ejercicio antipoético de forma mórbida, como les recuerdo amigos; el albúm; De Las Malas Influencias, es un poemario cuantario o lo que sea para matar a dos beatos de un tiro, una; rendirle tributo a los que incitan a sodomizar la poesía y otra, dar cursor al delirium tremens que me regalan estos mismos
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March 17, 2012
 

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