Amada mía:
¡Hoy se me hace muy difícil escribir un poema!
Porque tú me faltas, porque tus manos están lejos de mí,  porque no tendré tu beso al levantarme y sé que el café en la mañana me sabrá a distancia, a himno mudo gritado en la cintura de la estatua de una musa…y cada gesto tuyo desatará aún lejos de mí una mescla de la luz y de la sombra, un sabor a fuego desnudo que se cruza entre alas de mariposas y molinos de viento, una misteriosa tormenta que solo tú y yo conocemos, que solo nosotros veneramos. Hoy te tengo lejos, distante como el aullido que hace eco en todos los versos de amor que hemos compartido… Amor mío, qué conjuro usar después de saber que pasaré un día atado al deber, al honor de ser cubano y dar mi sangre si es necesario en este país que me abraza y me cubre con su alma, sólo eso me detiene para no salir corriendo al encuentro de los labios que sé únicos y hambrientos de los míos…cómo hacer que los relojes se arrodillen en el abismo, cómo darle sentido a la vida si estás lejos, si la mitad de ella la llevas dentro: soy un perfecto hombre a medias sino estás conmigo. Pero me consuela que me duelas en la raíz del espíritu, en lo más blando de mi alma, en cada latido lastimado de mi corazón, en cada atardecer que he tenido que contemplar sin ti, cuando sé que te mueres por compartirlos conmigo…porque allá donde estás los atardeceres no son a la misma hora que cuando veo morir el sol acá en Venezuela.
No encontraré palabras hoy mi amor, hoy no puedo…es el día de los enamorados, y una gran parte de los amantes que hay en este mundo se estarán besando en este momento. Y debo interrumpir esta carta. Haré silencio en honor a todos los que tenemos la persona amada lejos en un día como este.
Te ama infinitamente
Tu quijote
Frank Ernesto.