Como todos sabemos los pingüinos son aves pero no vuelan, razón por la cual se pasan casi el ochenta por siento de sus vidas en el agua sin ser peces.
 
Seguro de ahí provienen algunos de los trastornos en su personalidad.
 
Dado a que viven en los extremos polares del planeta exponiéndose a temperaturas y a depredadores comunes un grupo de científicos norteamericanos para establecer sus diferencias truncaron dos ejemplares. (Es decir hicieron un cambalache de pingüinos.) Sosteniendo que es preciso para la humanidad conocer las disimilitudes en una misma especie pero de inconfundibles  nacionalidades.
 
El norteño u anglosajón fue nombrado como Jon y el sureño o despectivamente el otro, Manolo.
 
El intercambio estaba estipulado que fuese por treinta días y, se percibieron las diferencias en solo minutos.
 
Al llegar y ser liberados de sus jaulas cerca de los asentamientos que los acogerían por un mes se obtuvieron los resultados.
Jon fue tratado por los pingüinos “polo sureños”  como un empresario capitalista y embajador de la democracia animal y Manolo como un despreciable y muerto de hambre emigrante más.
 
Obvio que el DISCOVERY  CHANEL se negase a difundir las filmaciones.