En el año 2100 murieron todas las hormigas bajo circunstancias desconocidas, al menos las que quedaban sobre la faz  del planeta tierra.
 
Al enterarse de esto las hormigas de Marte invadieron el planeta en hormigueros con forma de platillos. Su picadura láser desintegraba a todo ser terrícola, incluyendo a los androides.
 
La organización HCHET (Humanos Contra Hormigas Extraterrestres) hizo todo lo posible para salvar el planeta azul, pero todo esfuerzo fue poco: las marcianas hormigas lanzaron picazos de racimo, de uranio y, al final conociendo que ya no teníamos esperanza, dejaron caer sobre nosotros la hormiga atómica.      
         
 
(Por suerte, en ese preciso instante, todos despertamos  del sueño de la vida y salimos de casa a sembrar de palmas y naranjos sin pensarlo dos veces)