-Is Frank Enstein.
Dedicado a Luca Prodan.

Desde que esos ojos me miran, día y noche, despierto o dormido, sueño como en sueños que sueño con esos ojos que miran hacia adentro. Una vez más, dentro de las mil, no se dónde esconderme cuando golpean a mi corazón, parpadeando sonoramente, de una manera angelical.
Con el tiempo he descubierto que diciembre no es un mes y mucho menos el fin de un año, que bajo tanta formalidad se ocultan otros rostros y nuevos cuerpos. Existen sombras que pueden hablar pero, aún así, no existe un cielo de donde se pueda escapar...
Y qué, si hay una noche que seductoramente juega a ser buena, si tan solo tuviera algo festejaría hasta el alba, la sonrisa de Buda, el encuentro. Festejaría sin lastimar. Pero perdí amigos entre vicios y dejé de hablar, pensaba en nada, estaba incómodo en la felicidad de comprenderlo todo, que no somos nada, que los instantes que vivimos son la ilusión más efectiva, una ilusión que nos entretiene mientras alguien se entretiene también moviendo los hilos que nos pertenecen.. Quizás de eso se traten los mitos, de un dios niño, un dios hombre, un simple juego.
Nos embriagó un pesebre patético, por un rato fuimos una familia, después llegó el túnel y ahí nos dividimos por siempre... Tano que te parió, ¿cómo es posible escaparle al recuerdo?
Rojo y negro, padre de mi rebeldía, seguí tu juego. Si pudieras olvidar por qué el gris se volvió dorado, olvidar el sabor de esos días de perdedores hermosos y no te ponga tan lejos, ya no. Basta de ironías, quédate tranquilo Luca. Sigo con tu fuego, hermano, sigo a pesar de que te has puesto azul como un murciélago que le escapa al día, te has puesto azul al jugar con la muerte, te has puesto azul y no encuentro el consuelo de esta derrota. Nuestra...
Tus ojos, pleno abismo, abierto a placenteras y horribles experiencias están sobrecargados de matices nocturnos, de visiones extraordinarias en donde se mezcla el amor, la pasión y el dolor en su más alto vuelo. Quisiera encontrar el perdón para tu partida, quisiera hablarte mejor pero este mundo suicida está lleno de murmullos que no dicen nada y a mi se me escapan las palabras cuando la musa corre vertiginosamente por mis dedos cansado de tanta llama que ilumina pero no quema.
Soy una musa poética y sentimental, enferma a la vez por ardientes reflejos de una tribu de pupilas experimentales que me impulsan a continuar caminando las calles del Abasto hasta el mismo centro de la ciudad. Entonces te admiro como la muerte, te reconozco como uno más y te subo como tu propia insensatez al más alto de los cielos.

Bon apetit!

W ART IN (SA)

ACIDO, FOREVER!!

Ya he subido algo
dedicado a nuestro
amigo, pero ya vez
a veces y solo a veces
llegamos tarde ¿no?

Volveré por tu casa
y te dejaré el regalo
del que hablo...

Besos, W ART IN.

"Y mirás a mi campera"

"Y yo me alejo más del cielo también..."