Despertar es el castigo de los insomnes,
amanecer la resignación de la tristeza. 
Si duermes con esos ojos enormes...
de los que escapa la vida en busca de certeza;
vedados los sentimientos nobles,
la oscuridad atrapa a quien bosteza

No solo la sangre es sello de humanidad
es la candencia que sentiste al palpar...
glorificaste a la mente por su frialdad;
no vislumbraste sombras en su belleza.
el día y la noche gozan de hermandad
y entre mendigos se encuentra la realeza.
 
Auguraste a tientas un austero porvenir
con un pasado incierto que araste sin sembrar,
osando desafiar aquello que se esperaba venir.
el tiempo es relativo en su eterno esperar
ingenuo reloj a cuerda ¡no confiaste en tu tic tac!
amoroso el reloj de oro al que fuiste a reparar.