Los Ruralistas (captulo 02)
Publicado en Jul 09, 2009
- II
El cáncer En la estancia de los Pereyra estaban de tertulia, reunidos los ruralistas. Se apiñaban en el salón principal, junto a la chimenea; hablaban de sus cosas, cuchicheaban. Estaban entonados los ruralistas. Y conspirando: ─El cáncer se la lleva. ─Dicen que no pasa el invierno. ─Los mejores médicos la atienden. ─¡Perra! ─¡Puta! ─Que la salven ahora sus negritos. ─Sus descamisados. ─Dicen que el cáncer la tiene nock-out ─Que sufra la zorra. ─Que se retuerza. ─Como una culebra. ─Como una puta. ─Bien puta. ─Pero chéee, ¡un poco de respeto a las putas! ─Si señor. ─Ja, ja... ─Ju, ju... ─Y un poco de respeto al cáncer, también. ─Ta´ muy cierto. ─Habráse visto. ─Ya lo creo. ─¡Viva el cáncer! ─¡¡¡VIVA!!! Todos los presentes celebraron en un vitoree la ocurrencia de brindar a la salud del cáncer. La sugerencia había nacido en el vozarrón áspero y grave de Don Esteban M. colorado en licor y tabaco. "Viva el cáncer", gritó. Y el odio brilló en sus ojos. ─Y el Generalote qué dice. ─Me la saco de encima, dice. ─Ja, ja... ─Ju, ju... ─Con esas antorchas parecen indios. ─Son indios. ─La indiada copete parado. ─Fanfarrones. ─Orgullosos. ─Dále zapato al indio, ¡dále! ─Ja, ja... ─Ju, ju... ─Dicen que ya larga olor a podrido. ─Por la boca. ─Por el culo. ─Linda jodita esta del cáncer. ─La peste buena. ─Ja, ja... ─El bicho sabe lo que hace. ─Déjelo trabajar tranquilo. ─Tranquilito y sin apuro. ─Ja, ja, ju, ju... ─Y cuándo está llegando el pái suyo ese. ─En estos días, amigo... en estos días... ─Lo esperamos. ─Lo esperamos. ─Qué se apure, amigo. ─Qué se apure el pái. ─La sudestada lo tiene varado en Buenos Aires. ─Sudestada hija e´puta. ─Mierda. ─¡Viva el pái atrapado en Buenos Aires! ─¡¡¡VIVA!!! Todos celebraron enrojecidos. La Fuscaiola iba y venía con bandejas y copas vacías. En el salón principal. Iba y venía. Y aguzaba especial atención a la conversación de los ruralistas. Sabía que era algo importante. Iba y venía. La Fuscaiola. Y escuchaba. Y apuntaba reseñas. Sabía que los ruralistas estaban conspirando contra la salud de Evita: la Jefa Espiritual de los humildes deshaciéndose en un cáncer; criminal, mañero: la Santa Evita llorada en la angustia de la muerte. Y los ruralistas conspirando: ─Un pái de la macumba. ─¿La quéee? ─La macumba. ─Los macumberos. ─La makku´umbbá, para ser precisos. ─¿La qué? ─Makku´umbbá. ─Ma-cum-bá... ─Macúmba... ─Una especie de magia negra del Brasil. ─Del sur del Brasil. ─¡Viva la macumba! ─¡¡¡VIVA!!! Todos aclamaron envilecidos. Y la Fuscaiola escuchando...
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Verano Brisas