Dijo la bella ramera:
¿Quién de vosotros será el profano,
que tomará la ingrata modestia?
de acusar mi falta de  discreción,
y ser cruel con mi miseria.

¿Quién de vosotros será el inquisidor,
que lanzará la primera piedra?
¿Quién de vosotros dirá que mi cuerpo es degradante?
¿Quién de vosotros sería capaz de insultar mis largas piernas?
Si he visto en vuestros ojos, la pasión que os provoco,
si he visto en vuestras almas, la perversidad que os calienta.

¿Quién de vosotros reprochará,
la desnudez que mis senos muestran?
¿Quién de vosotros podrá sosegar la incitación,
que provocan en el andar de mis caderas?
si he visto en sus cuerpos la ereccion bucanera.

¿Quién de vosotros hombres hipócritas,
será capaz de negar a esta ramera en sus fantasías secretas?

¿Quién de vosotros?
Que levante su dedo acusador,
pues yo les diré si ha sido hombre,

entre estas sabanas que niegan.