Tetas
 
Tetas paradas como picos de montañas
Se erigen orgullosas entre ropas suaves,
Cubiertas con sostenes de seda cual capullo,
Mordisqueadas por hombres de dinero,
Que saborean la sequedad del desierto,
Son flores tras un vidrio, sin abejas,
Quieren permanecer como lirios,
Flotando sobre el agua de un cuerpo,
Ese cuerpo que se niega envejecer.
 
Tetas caídas como huevos fritos,
Se mueven con los pasos de la vida,
Vaivenean como las olas con el viento,
Dulce savia como manantiales eternos,
Que entre labios tibios se retuercen
Se esparcen entre manos callosas
Mientras humedecidas viven, siembran
Montañas aplanadas por los años,
Ven la vida que sembraron.
 
Tetas rugosas, vacías, silentes,
Ya no hay manos que te acaricien,
Mas labios rugosos te besan a lo lejos,
Cuelgan como enjambres orgullosos,
Orgullosas tetas de la vida que sembraron,
Algunas ya no viven, mas son recuerdo,
Marchitas miran tristes hacia el suelo,
Mirando las huellas que han dejado,
Olvidadas de caricias, trascienden.