Cuántas veces uno se encuentra en la vida con una situación en la que se deja dominar por el ficticio "deber" y no por lo sincero "querer". Cuántos sueños se fueron perdiendo con el pasar del tiempo por pensar en un después. Cuántos objetivos sin cumplir por un necio "no se puede". Ahora... me pregunto ¿Vale la pena dejar de hacer lo que uno quiere, siente y anhela? La vida es una sola, la vida esta para vivirla, para disfrutarla, para errar y perdonar. ¿Quién no se equivocó alguna vez? ¿Quién no tuvo que pedir disculpas?
La vida pertenece a quien se atreve, a quien arriesga todo sin saber que puede llegar a pasar. La buena vida es para los valientes, para aquellos que la enfrentan y se animan a vivirla a conocer de sus consecuencias, de las experiencias que tiene para enseñar.
No será mas sabio aquel que haya tenido el don de una inteligencia extravagante, lo será aquel que haya vivido la vida al extremo, sin preocupaciones ni obstáculos propios. El más sabio será aquel que juegue todas las cartas por más malas que sean, aquel que se arriesga por lo que quiere, por lo que siente, aquel que sigue ese sueño que desde chiquito anhela, aquel que le apuesta al destino el todo por todo, aquel que entiende que querer es poder y que siempre hay que aspirar a un poco más.
Suele pasar que uno por no ser egoísta deja de lado sus objetivos, sus ganas de cumplir con lo que quiere ¿Es justo? No creo que sea justo para con uno mismo. A veces tenemos que complacernos y dejarnos llevar por lo que queremos y sobre todo por lo que sentimos ¿Acaso no es eso lo que nos da un poco de felicidad? ¿No es eso lo que nos llena y nos hace sentir un poco vivos? Insisto, yo sostengo que la vida es una sola y por eso hay que permitirnos vivirla.
Milagros de Urquiza
22/9/2010