Errante, ser plegable e incansable
busca y encuentra
recibe lo que bien le sienta y lo comparte
 
este pasar es nada, hasta que son coincidencias
-prefiero nombrarlos choques,
hay quien dice son regalos de la vida
en complot con el alma-
y por un rato, juguemos a ser dioses
sin darnos cuenta, meditemos posibles elecciones
 
creerse dueño de voluntad
hasta caer junto a un destino, que usó su mejor disfraz...
 
contemplándonos feliz y a carcajadas
con el gesto de todos los tropiezos
y las que creímos decisiones
descubrir poco a poco la forma
de los medios para construir memoria
el punto es tejer la historia
por simple y vacía que sea, inclusive laboriosa
 
Es misión del tiempo revelar significados
y en el paso de mortal, no comprender y errar
tal vez por miedo, eludir; procurando ignorar
¿será privilegio encontrarse atrapado en un instante
entre razón y verdad?
la pugna de lo que miro, siento, pienso y digo
con lo que pudieran notar los demás
divagar cada día y dejar un rastro absurdo
explicarse la formas de cada laberinto
 
Juntar los pedazos, levantarse
sobrellevar las cosas sin dar cuenta al motivo
hasta que todo cambia de sitio y lo inminente cumple un ciclo
sucede un mudable despertar:
sea a la más sublime claridad
tal vez, profundo vacío; acercarse al punto medio
y sonreír consigo mismo...

las vivencias se vuelven piezas
colocadas con impecable tino
y la vida entera reproduce su paisaje
lleno de color, forma, sentido...