Es muy duro esto. Esta galería de monstruos familiares que nos animas a observar. Duro especialmente con la madre. Por ello también es un poema valiente porque pienso que la imaginación aquí tiene poco que ver. Lo has sacado todo de ti, no de las musas.

Una poesìa que refleja descarnadamente, lvivencias con seres que rodean, la protagonista. Imàgenes que se sumergen en la ternura de un deseo y en la ferocidad de realidades concretas
Felicitaciones Shona

Muchas gracias por tu comentario que es una reflexión y no una palmadita en el hombro. Sinceramente, la frase que citaas es un error gramatical. No lo escribí así adrede si no por una mala redacción.
Saludos Marcelo.

Está impresionante. Muy bueno. Duro y tierno poema, como los escarceos mimosos de una leona con sus cachorros. Hay una frase muy sólida, que de tan poderosa no sé si está bien escrita. Si es un error, es un error magnífico: Madre se nos come de tanto querernos. Normalmente te diría, sobra un pronombre. Madre se come (a sí misma, haciendo reflexivo el verbo, forzándolo a una condición que no tiene, pero que poéticamente puede tener), o bien, Madre nos come (a nosotros). Madre se nos come es como una suma, nos come y se come, no sé si fue tu intención, pero el resultado es formidable. Después, el padre dios elegido, el tierno ausente, es una construcción muy buena, una descripción profunda de lo esencial. Hay muy buenas comparaciones y metáforas. La descripción que hiciste de la familia me representa un gineceo autosuficiente, donde lo masculino es más que nada una referencia, sin embargo no hace apología de esa autosuficiencia, sólo la describe como un hábitat, como un paisaje obligado. Te felicito, Shona, realmente es muy bueno. Escribes con el corazón, pero esa mano va guiada también por la cabeza.
Saludos.
Marcelo.