A veces en la vida debes aprender a decidir qué se queda y qué se va, qué desechas en el bote que dice pasado y qué reciclas en lo que dice presente… qué guardas quizás para un futuro y qué formateas de tus días… debes parar un momento y entonces escuchar con atención el sonido de tus latidos, el sonido de tus momentos…
¿Qué te dicen los segundos presentes?
¿Qué escribe en tu piel el leve suspiro de los actos a los que renuncias?... ¿Qué te dicen las mañanas que serán distintas por el paso que has dado?...
 
Dime mujer, dime hombre…
Dime ojos oscuros, dimes vida mía…
¡¡Vida!!...
¿Qué me dicen los segundos?...
 
Callas por momentos y entonces paras en medio de la calle, renuncias a caminar, a que tus pasos sigan hiendo hacia el abismo de lo cotidiano, del miedo a errar y entonces decidas quedarte allí y errar a propósito…
 
Te aterras de ser… te aterras de ir, de quedarte, de moverte, de seguir y dar el siguiente paso… te aterras de estar allí parado en medio de la calle y entonces ves hacia adentro y te fijas en que quizás da mas miedo estar allí adentro, te fijas en que confunde no distinguir la oscuridad que habita ese ser del que conoces el nombre pero has perdido noción entera de quien es…
¿Quién es ó en otras palabras, quien eres?...
 
Callas, te gusta estar afuera porque sabes qué va a pasar, te gustar estar afuera porque sabes que de los miedos sobrevivirás, hay silencio en el crepúsculo de cada día, hay un momento incomodo entre la ida a la cama y el instante mismo en que te quedas dormido…
 
Hay un momento de suma molestia en ese instante en el que el silencio del mundo te lleva a escuchar los gritos que salen de allí adentro…
¿Qué quiere?
¿Por qué no calla?...
¿Por qué no solo sigue normal, acompañando tus días como hasta ahora?...
 
Te agrada dejarle en silencio… te agrada el silencio solo de ese adentro, de ese interior que te aterra… de ese tu que has dejado de lado, por el yo que todos quieren… te has dejado llevar en una barca de papel que cuando se moja se hunde… te has ido hundiendo y aun crees que alguien te salvara, crees que un ángel te socorrerá, porqué te has acostumbrado al ruido y el silencio ahora solo arruina el pensamiento, solo arruina la ilusión de que la realidad no exista, de que tu no seas un yo, sino un tu que les guste a todos…
 
Como una ventana que vas a cerrar, la tomas y la diriges, pero ya no quiere cerrarse, la oscuridad se siente afuera, se observa en tus ojos distantes, en la incapacidad de pedir ayuda, de decir que estas sola… que ya no quieres estar más así… que realmente el ruido de afuera es molesto y que ese tu que todos quieren nada observa, ese tu es una ilusión para que la realidad muera… pero la realidad te consume… como un alcohólico se consume la ultima gota de cada vaso… esa gota bendita y maldita que quema tus entrañas y desvela tus horas… esa ultima gota que te jode la vida y te alegra los segundos…
¿Cómo pedir ayuda?...
¿Cómo decir que te rescaten de la oscuridad?...
¿Cómo aceptar que te has perdido y ya no sabes hacia dónde va la mar, hacia donde van las olas que te llevaran a la orilla?...
¿Cómo aceptar que no sabes ayudar porque tu oscuridad pide a gritos que te ayuden?...
 
Jugar al superhéroe fracasado, sonreír como el indigente que lo ha perdido todo… como una herida en el corazón que no cierra, una gangrena que te carcome y te encierra… como una sonrisa sin dientes y como un alma sin cuerpo, te has quedado nadando en el vacio del silencio que te atrapó… y vuelves allí… a la calle justo en la que paraste y te preguntas…
¿Quién te puede ayudar?
¿Cómo te van a ayudar?...
¿Ahora hacia donde tomar camino si siempre has dirigido las velas del barco de papel que se hunde?...
 
Confúndete en las calles, camina sin sentido… úntate de polvo y enójate con la sonrisa… empieza ahora… así, gritas que renuncias y entonces el eco resuena en tu interior… descubres que solo gritas para ti porque da miedo pedir ayuda… decir que has fallado, que te has perdido en el camino y no sabes como pararte… que la fuerza se te ha ido con el ruido, que se la ha llevado el suspiro de lo que no hiciste… que ha vuelto el fantasma al que le hiciste mala cara, al que no dejaste que te asustara… como una montaña sin quien la escale… como un gusto sin disgusto… como una silla que no es para sentarse, como un unicornio de verdad… todo se miente todo se lleva… cierras los ojos y piensas en caer pero no puedes… si no pides ayuda no puedes…
 
Como un grito que no se escucha, como un manzana sin pecado, como una mujer sin su periodo… como un gusto sin disgusto vuelves palabra tras palabra intentando agarrarte para volver en pasos… pides silencio porque no sabes fallar… no soportas las criticas… la rigidez de tu piel ha espantado a gritos el sazón de tu ritmo… miras las teclas y sientes que te vas… que te alejas… pero ahí estas… no sabes quien eres y entonces te pierdes…
¿Qué es amar?...
¿Es posible amar?...
¿El mundo se queda?...
 
A quién le dices que te rescate, cómo pides que te muevan… que te pesen, que te vistan… que te escuchen… que te soporten si tu propio silencio te consume… te traga en su inmensidad… cómo te escuchas si te jodes… como te levantas si no quieres pero debes… como te conviertes en madre, en hija en mujer en amiga… si no sabes ni quien eres… como te arriesgas si estas en el piso… como fallas si ya estas jodido… como vuelves si ya no tienes camino… como renuncias al mundo si te has atado a él para salvarte de ti mismo.—como entiendes quien es quien si no sabes si quiera - si eres tu quien escribe o si es otra que se apodera de ti… si son tus dedos como teclas o si son las teclas que corren frente a tus ojos… te confundes, te alejas, te tiras y te anhelas… pides tiempo, pides paz… no sabes que hacer… cómo renuncias al pasado si ni siquiera lo viviste, cómo amas el presente si aun estás en el pasado…
 
Cómo vuelves, cómo eres…