Infielmentemio 12a parte El final
Publicado en Oct 24, 2010
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¡Dios mío! ¿Pero que estoy pensando? ¡Basta ya de estupideces! 
No puedo dudar de Melissa…
Fui a casa, esa noche se llenó de la más triste soledad y culpa que jamás había sentido en mi vida, me sentía no merecedor del amor de Melissa, no encontraba palabras que pudieran describir el dolor que invadía todo mi ser, me aterraba pensar en perderla para siempre… ¡Melissa era mi vida! ¡Sin ella, me sentía perdido! No se por cuánto tiempo lloré hasta quedar dormido profundamente.

Al día siguiente las pequeñas manos de Azul sobre mi rostro me despertaron... y con gran ilusión me dijo:
-¡Papi, papi! Hoy vendrá mi mami por mi… ¡me lo dijo! 
Sentí una terrible angustia al desmentirla…
-No, reina, mami no podrá venir por ti…
Sus grandes ojos castaños se llenaron de lágrimas... y con profunda tristeza contestó:
-¿Pero, por qué? ¡Mi mami me lo dijo!...
-Te entiendo preciosa, pero es que mami, no está bien… mami esta… en el hospital… ella está un poco delicada, ¿me entiendes?
-¿Puedo ir con ella papi?
-Por ahora no mi vida, en unos días te prometo que te llevaré, cuando mamá se sienta mejor.
No quería que mi pequeña viera en esas condiciones a Melissa.
Después de casi un mes, decidí llevar a Azul a visitar a Melissa, los golpes físicos en su mayoría estaban sanando positivamente, en cuanto a su estado emocional, no había cambio alguno, así que pensé que quizá la visita de nuestra pequeña hija cambiaría el estado su estado de ánimo.

Al llegar al hospital le dije a Azul que fuera cuidadosa con Melissa, porque la podría lastimar si era demasiado expresiva… Creí que Melissa reaccionaría al ver a nuestra pequeña Azul, pero no fue así…
Al entrar a la habitación se acercó Azul de puntillas y puso sus manos encima de las de Melissa, hablando casi en secreto le dijo:
-Hola mamita, ¿cómo estás?
Melissa abrió los ojos… sus ojos verdes brillaban… y en su mirada había un gran gesto de ternura, pero ni una sola palabra salió de su boca…

-Mami…. ¿estás bien? ¡¡Habla mamá, mamá!!
Con lágrimas en sus ojos sacó de su pequeña bolsa una carta que le había hecho a Melissa, se la puso sobre sus manos… y se apartó para abrazarme…
-¿Por qué no habla papi, porque no me dice nada mi mamá?-
-Está cansada corazón, ya verás que pronto se pondrá mejor, ven, dale un beso a mamá, y espera afuera con María, en unos minutos estaré con ustedes, quiero hablar con mamá-

Tomé la carta de Azul, y miré a Melissa, sabía que querría oír lo que Azul había escrito.
Mamita:
¿Por qué no estás en casa como antes?, siempre me porto bien, extraño que me cantes antes de dormir, mi papi también te extraña mucho, cuando entro de puntitas a su estudio él está llorando, y cuando le pregunto ¿Por qué? Me dice que le entró una basurita en el ojo... pero yo creo que miente, porque todos los días no entran basuritas en los ojos, creo que te extraña igual que yo.
Mamita, ponte bien y fuerte para que regreses a casa, yo te cuidaré como tú me cuidas a mi cuando me enfermo.
Te quiero mucho mami.
Azul.


Me conmoví tanto al leer las palabras de Azul, no pensé que fuera tan sensible y que se diera cuenta de lo que estaba sucediendo.
Besé a Melissa enjugando con mi boca sus lágrimas y me marché.
Las únicas palabras que en mi mente se repetían una y otra vez eran no quiero hablar, no quiero sentir, no quiero vivir… pero la angustia me paralizaba, era la gran tristeza que atormentaba mi alma… Pero después de escuchar la carta de Azul, y de sentir sobre mis manos las de ella… tenía ganas de abrazarla besarla y decirle cuánto la extrañaba también y cuánto los amaba a los dos…
Pero tenía miedo de enfrentar la realidad de las cosas, tenía miedo de lastimar a Carlos, día a día también, había estado aquí, pendiente de mí, sin que Fernando se enterara.
Más tarde tocaron a la puerta de mi habitación, era Carlos.
-Hola Melissa, ¿Cómo estás el día de hoy?
Miró el papel mal doblado de Azul entre mis manos y me dijo: ¿puedo verdad?
La leyó… y respiro profundamente… tomó una silla y se sentó junto a mí, me tomó de las manos…
-Melissa, ¿no te das cuenta cuanto esta sufriendo la pequeña Azul porque te recuperes?...
Se que quieres hablar, se que me escuchas, Melissa, creí que no volvería enamorarme después de mi fracaso matrimonial, pero desde que te conocí no dudé nunca de la maravillosa mujer que eres, y día a día me fui enamorando de ti perdidamente.
Desde el momento mismo que me dijiste el problema que tenías con tu marido me di cuenta de cuanto lo amabas, aún así me dejé llevar por mis sentimientos sabía que sufriría, pero no me importó, pensé disfrutar de tu presencia aunque fuera solo por instantes quería llenarme de ti… reflejarme en tus ojos, y hacerte mía, pero tu jamás permitiste ir más allá de una simple caricia, no quiero que permanezcas así…
Quiero que sepas que he estado observando a Fernando, y estoy completamente seguro de que te ama, lo he visto llorar, lo he escuchado leer una y otra vez las cartas que se escribían, lo he visto orar en la capilla y ofrecerle a Dios su vida a cambio de la tuya…
El te ama profundamente, y si te digo esto es porque no quiero que cometas un error, es porque se que no tengo ni la más mínima oportunidad, ni una remota esperanza de que habrá un después para ti y para mi, se que jamás habrá nada más que agradecimiento de tu parte, te amo, no lo puedo negar, pero mi amor va más allá del deseo de tenerte a mi lado para siempre, es el deseo de que seas feliz, que recuperes tu matrimonio, y que perdones a Fernando…
Soy hombre, y se te lo puedo asegurar que está arrepentido… no me debes nada Melissa, solo vuelve en ti… prometo estar presente siempre que me necesites… de verdad… te amaré en silencio… ¡regresa bonita!-
Me besó mis manos y salió del hospital. Después de todo lo que me dijo Carlos, me di cuenta de que estaba confundida, de que el amor que creí sentir por el solo fue una ilusión de haber encontrado alguien que me dijera palabras hermosas y dulces al oído, era porque me sentía sola y humillada y en él encontré la mano que no me dejó caer, encontré el cariño que en ese momento necesitaba…
Entonces supe cuanto me amaba Fernando también y entendí lo arrepentido que se sentía, ¡OH Dios, necesitaba abrazarlo…!
Sin saberlo en ese momento Fernando había escuchado nuestra conversación…
Casi de inmediato llegó Fernando…. me miro y una vez más me dijo:
-¡Melissa, mi vida, ¿no te conmovieron las palabras de Azul? perdóname, mi vida, por favor!…
Ya no pude más... grité con tal desesperación que los dos comenzamos a llorar, nos abrazamos… parecía que sentíamos el dolor con la misma intensidad porque no podíamos dejar de llorar, Fernando una y otra vez me decía:
-Dime que me perdonas, por favor, dímelo….
-Sí, te perdono….
-¿Qué dijiste?
-¡Si te perdono!
-¡Gracias mi vida, gracias, te juro que no te arrepentirás!
Unos días después salí del hospital, Fernando me llevó a casa y decidimos tomar una terapia de pareja con Begoña para poder asimilar y enfrentar lo sucedido, porque el haber perdonado Fernando no significaba que todo quedara olvidado y que pudiera hablar de ello sin el gran dolor que me producía… a veces me recriminaba el haberlo perdonado, tenía un terrible miedo al engaño, había perdido totalmente la confianza en él y creo que ese fue el paso más difícil, el perdón…
Begoña después de varias sesiones de terapias, un día me dijo:
Has llorado infinidad de veces aquí te ha dolido sanar La costra no te antepongas al futuro más… perdona, pero perdona completamente, no a medias tintas… perdona a Fernando, a Rocío, Perdona a los demás y déjalos ser.
-¿Por qué te cuesta tanto trabajo perdonar Melissa? Todos cometemos errores, y francamente por todo lo que hemos hablado aquí, te puedo decir que Fernando te ama profundamente, que está consciente de que cometió un error, y te puedo asegurar que no hubo nada más que lo que él ya te ha dicho, ¡perdónate el haberlo perdonado!
Después de ese día entendí que:
La infidelidad es uno de los retos más grandes con que se enfrentan muchas parejas.
Sin lugar a dudas, es uno de los motivos que mayor dolor puede causar en una relación, convirtiéndose además, en un generador activo de frialdad, inseguridad y desconfianza.
Cuando en una relación se comienza a perder cosas tan importantes como son el respeto, y la confianza... creo que es difícil continuar... pero ambos están dispuestos a enfrentar las consecuencias de sus errores, y yo se que ¡lo podrán lograr!
Si tu en realidad sientes que lo amas y decides continuar, te aconsejo que sea con la plena conciencia de lo que el perdón implica, olvidar y empezar a partir de cero, y no dar lugar a recriminaciones posteriores que pueden volver la relación problemática.
Intentar comprender lo que pasó y reconstruir la relación quizá sea difícil, sin embargo, conviene afrontar el conflicto con calma y honestidad. Sólo el paso del tiempo, la aceptación de lo sucedido, el diálogo, el respeto y la confianza permitirán que se pueda recuperar.
El perdón es un regalo, que te doy yo… El perdón enriquece al corazón porque le da mayor capacidad de amar; si perdonamos con prontitud y sinceramente, estamos en posibilidad de comprender las fallas de los demás, actuando generosamente en ayudar a que las corrijan.
Es necesario recordar que los sentimientos negativos de resentimiento, rencor, odio o venganza pueden ser mutuos debido a un malentendido, y es frecuente encontrar familia en donde se forma un verdadero torbellino de odios.
Nosotros no perdonamos porque los otros no perdonan. Es necesario romper ese círculo vicioso comprendiendo que "Amor saca amor". Una actitud valiente de perdón y humildad obtendrá lo que la venganza y el odio nunca pueden, y es lograr reestablecer la armonía.
La última terapia fue la más conmovedora que jamás había tenido, y por fin le dije a Begoña lo que sentía… aquella promesa que nos habíamos hecho Fernando y yo al haberlo perdonado sentía que había ido contra mi misma…
-¿Cuál fue esa promesa? me dijo:
-Contesté llorando:
Mi promesa de amor para ti Melissa…. te protegeré, te cuidaré, te respetaré y te amaré como si fueses de cristal… transparente, sutil, delicada, y nunca permitiré que se quiebre… Fernando mi promesa de amor por ti es como el de los cisnes, ¿sabes que los cisnes son los únicos animales en el mundo que le guardan fidelidad a su pareja aún después de muertos por el amor que le tienen? ¡Son monógamos! A lo largo de su vida sólo tienen una pareja… así te amo y te amaré yo… y a partir de entonces en nuestro aniversario nos regalábamos un cisne de cristal, con una nota que decía: “Prometo amarte como un cisne de cristal”
Lo que más me duele es que mi corazón lo hizo añicos y aunque lo pegué ¡jamás quedará igual!
Después de mirarme fijamente me dijo:
Melissa, Melissa, recuerda que el cristal se puede fundir, me tomó la mano y se despidió…
Desde ese día entendí que si tu amas verdaderamente a tu pareja y ambos están dispuestos a darse una oportunidad, a ser pacientes, tolerantes y juntos reconstruir una vida llena de amor, se puede lograr, Fernando y yo ahora esperamos nuestro segundo hijo, después de renovar votos hace un año y de haber fundido nuestras almas como el cristal soplado para nuevamente repetir nuestra promesa de amor.
Fin.
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Miembro desde: Oct 06, 2010
1 Comentarios 617 Lecturas Favorito 1 veces
Descripción

Esta pequea novela la escribi cuando tenia 27 aos

Palabras Clave: amor infidelidad

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Personales


Creditos: Angel De La Noche

Derechos de Autor: Angel De La Noche


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Oscar Franco

estuvo chevere, me atrapo de principio a fin. felicitaciones... en realidad me gusto mucho porque alucine que era tu caso real, pero la ficcion es lo mas probable. en fin gracias por compartirlo.

te envio estrellas y va mis favoritos.

te invito a leer alguno de mis poemas. un abrazo.

www.textale.com/osquitarxp

Tu Amigo Oscar Franco
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December 09, 2010
 

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