Se ha quedado dormida
después de su primer llanto
y está tranquila y felíz
acunada por tus brazos.
Tibio capullo rosado
de blanca y hermosa piel
mirada como un milagro
pues es milagro nacer.
A tu cuello se te cuelga
y en tus brazos se acurruca
y te llena con sus besos
que son cual néctar de azúcar.
Sus manos pequeñitas
te revuelven el cabello
y hacen brotar de tus labios
una sonrisa y un beso.
Es la rosa más hermosa
de las rosas de tu reino
y es manantial de agua clara
su risa que es un lucero,
la vas viendo crecer
y te parece mentira
que ese querubín de sueño
 sea tu hija, tu vida.