Quemados (sobre las quemas realizadas en el sur de chile, para dejar terreno
Virgen que perteneciera a los hombres de la tierra y regalarlo a los colonos)    
 
Miren, como arde la inconciencia entre las hojas,
Como el humo se funde en un abrazo con las nubes
Los alerces se retuercen como niños azotados,
El fuego los besa con la lengua de la muerte,
Sacuden sus brazos como pidiendo perdón al cielo,
Las hojas marchitas vuelan como luciérnagas,
Las piernas temblorosas desvanecen, caen, mueren
Se desploman como naipes sobre el suelo,
Mueren lento y su espíritu silente vuela al cielo,
Miren, como arde la inconciencia entre sus dedos
Como muertos sin dolientes han quedado olvidados,
Cubiertos por la hierba, besados por la niebla,
Lavados por la lluvia, cobijados por el sol,
Los musgos los han vestido con su verde,
Muerte negra los cobija en su regazo eterno,
Yacen troncos olvidados bajo el agua,
Yacen troncos olvidados sobre el suelo,
Yacen troncos olvidados sobre el fuego,
Yace el alerce, yace el pehuén, yace el roble,
Yacerá el hombre bajo la cruz de su inconciencia.