Amor.
Nunca como ahora había tenido tanto esa palabra pegada entre mis palabras diarias.
Amor.
Hace tanto que no recordaba algo tan dulce y sencillo como palabras de amor en el esbozo de una mirada tierna.
Amor,
evoco tu risa y corren a formar ronda mil poemas de amor en mi memoria.
Amor.
Suena tan vacío, casi con eco, cada vez que se me escapa sin querer, amor, musitado apenas entre la embriaguez de mis recuerdos.
Amor.
Quedará, así, en el silencio, para siempre? 
Me pregunto.
No habrá otro amor extraño y loco como éste, otra vez, jamás?
Amor,
se regocija mi alma con la simple palabra liberada al viento como una paloma blanca que llevara mi mensaje hasta tus oídos: te quiero.
Amor.
Es sólo una palabra. Una palabra que extraño tanto como si hubiese nacido sólo para repetirla al infinito.
Amor, así, en vocativo.
Reemplacé tu nombre mil veces, porque para mí, el amor y tú son sinónimos en el mismo sentimiento.
Amor, quise hacer de esta palabra un beso que se quedara para siempre en tus recuerdos.