Dos mujeres, el juez y un amado.
Publicado en Aug 11, 2010
Dos mujeres ante un juez reclamaban el corazón del mismo hombre.
Cada mujer juraba ante Dios y al juez ser la verdadera amada. El juez para sanjar el dilema y dirimir con justicia elevó una espada sobre la cabeza del hombre amenazando con dividir el corazón del hombre en dos y así tener para darle a cada mujer una parte. Sólo una de las dos mujeres detuvo la mano del juez en el aire y con todo el dolor de su propio corazón le cedió a la otra mujer el corazón entero del hombre amado. La decisión del juez estuvo hecha al instante y sin perder más tiempo dictó sentencia: -"Otórgole el corazón completo a la mujer que ha sido capaz de renunciar a este hombre en un acto supremo de amor verdadero." El sabio en su calidad de juez sabía muy bien que sólo el verdadero amor es generoso y siempre dispuesto al autosacrificio por la vida y la felicidad del otro. 22.10.2007.
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