Alumbro mi fe con la luz tenue de la luna
escribo en la noche mi desdicha y mi fortuna
Pensando que vuelan al viento como golondrina
posándose en tu hombro y mis versos recita.
 
Versos sin rumbos... callados...
Que escribo con lágrimas y sangre
Que mueren con la aurora y con el día
Palabras de amor, mis versos mudos.
 
Abro mi alma... abro la ventana
Para que el viento los lleve a tu morada
parten las hojas como los pétalos de una margarita
Deshojada por mi tristeza y mi agonía.
 
Van cayendo las hojas, una a una
Sobre la mar de mi ahogada melancolía
Se desdibujan las letras, se esparce la tinta
Y aquellos versos mudos y sin destino
Se confunden, desaparecen en el silencio
Bajo la mirada inerte... muerta
De mi desesperada cobardía.