El rey no ha muerto
Publicado en Jan 08, 2009
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EL REY NO HA MUERTO
Gritos, gritos y más gritos. La voz gastada de tantas melodías gritadas, no cantadas. La marihuana y la cocaína siempre faltaban. Ese martes de enero de  no sé que año vimos a los Rolling Stone en un concierto que dieron en las Vegas. Recuerdo más claro que ese no tengo. Fue un día fatal. No, fatal no, yo diría que fue solo un poco diferente.                                               Llegamos temprano al concierto con mi grupo de amigos. Nos denominábamos " GRUPIS". Nos sólo era un nombre sino que un estilo de vida. Nosotros cumplíamos al pie de la letra el término: seguíamos a la banda donde fueran, teníamos la oportunidad de ir a las fiestas privadas con ellos, éramos parte del grupo.                                                                                        Ese día nos drogamos de inmediato al llegar, luego vino la cerveza y yo fui la primera que cayó, ni siquiera termine de ver el concierto. James, mi novio  en ese tiempo, me llevo al hotel donde nos hospedábamos, que de hecho era el mismo que el de los Rolling. James estaba un poco menos drogado que yo, pero cuando llegamos al hotel continuo drogándose mientras oía un disco de Sex Pistols, su otro grupo favorito.                                                                                         Al rato yo ya estaba mejor y quería seguir drogándome pero cuando tenía la línea finamente delineada de coca sobre el espejo y con mi rostro observándome moralistamente, la puerta se abrió de manera brusca. Eran unos policías gringos con cara de nazis que traían esposado a Elvis Presley. El mismísimo rey del rock. Hasta hoy no entiendo si lo que sucedió fue real. Dudaba si era real o simplemente era una alucinación anticipada de la coca.                                                   Los policías gritaban garabatos por doquier y maldecían mientras tiraban al Elvis al sofá, quien tenía los ojos hinchados, rojos y no decía una palabra. Estaba drogado al máximo. Lo más increíble es que estaba vestido con su típico traje y su pañuelo blanco alrededor de su cuello.    James y yo no entendíamos nada, la policía se había ido de inmediato, cerrado la puerta con seguro y dejado a un tipo que más parecía  un loco vestido como el rey que el rey mismo.   Mi pololo continúo drogándose y se reía de vez en cuando al ver el rostro inmóvil de Elvis.                  A los minutos después llego un tipo con pinta de gánster que dijo ser jefe de la policía. El nos dijo que habían encontrado kilos y kilos de droga en la habitación de Elvis y que además andaban en busca de un último hombre en el mismo hotel, el cual tenían cerrado y rodeado de policías. Dijo además que en cuanto solucionaran el problema sacarían a Elvis de ahí pero por el momento permanecería allí. Lo más extraño es que no nos dijo nada de la droga que estaba encima de una mesita. Esos tipos a veces tienen las cosas frente a sus caras y no se dan cuenta.
Inmediatamente cuando el gánster vestido de policía se fue, entró Elvis. Mi cabeza ya no podía más. ¡Había un Elvis sentado y sin movimiento y otro parado con lentes y su pañuelo frente a mí. No hice otra cosa que jalar rápidamente una línea sin pensarlo. Lo hice tan fuerte que tosí como 15 minutos sin parar. Mientras tanto el ultimo tipo en llegar, Elvis 2 como lo he llamado desde entonces cada vez que cuento la historia, saco un arma y la acomodo en su mano como preparándose para disparar.
Mientras todo ocurría, James, estaba tirado en el suelo desmallado por sobredosis, cosa que supe solo después de que toda la historia fantástica terminara. Mientras tanto Elvis 2 no disparo a nadie aun, sino que comenzó a sacarse la ropa y a colocarse otra que traía en una maleta. Era ropa de vagabundo, estaba sucia y olía pésimo. Se coloco un sombrero de mago que de solo hacerlo le provoco una risa que hasta hoy recuerdo. Cuando por fin estuvo vestido y transformado tomo su arma y le disparo a Elvis 1 en la sien. Ese disparo, ese maldito disparo me despertó y me hizo ver que era real lo que estaba sucediendo, así que corrí asustada a la habitación y me encerré. Lo que supe después, al día después cuando recién pude salir, fue que todo el mundo anunciaba la muerte del Rey por sobredosis, noticia obviamente tergiversada y nada verdadera, cosa que solo yo y el verdadero Elvis conocemos. Solo nosotros sabemos que él no ha muerto y que probablemente ahora ande vagabundeando por las calles de las Vegas, su ciudad favorita, su ciudad amada.
De toda esta experiencia lo que más recuerdo fue la frase que Elvis 2 dijo luego de disparar mirándome a los ojos:"Ahora soy una verdadera leyenda" una leyenda que aun vive, porque Elvis no ha muerto, yo lo sé.
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Foto del autor carolina arias
Textos Publicados: 16
Miembro desde: Jan 05, 2009
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Descripción

La historia de una mujer que sabe más de Elvis de lo que el mundo cree saber de él.

Palabras Clave: Elvis. Concierto Las vegas.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficción



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Gabriel

genial... logré sentirme en esa habitación... historia muy buena, un bello de juego de percepción y realidad, una gran mezcla de sensaciones... muy bueno... saludos...
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August 02, 2009
 

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