Dios me ha dado cinco sentidos
y hasta el ocuparlos,
los limita Él...
más aún cuando uno ama
con el corazón...
Mis ojos te buscan
entre el gentío, los recuerdos
las fotografías y la esperanza...
Mis oídos creen escuchar tu voz
ante cualquier sonido
que ellos reconocen en la música,
en un llamado telefónico
ó en el silencio de mi habitación...
Mi nariz huele tu perfume en el vacío,
en la naturaleza del espacio infinito
y en la penumbra de la noche...
Mi boca añora tus besos y besarte,
hablarte al oído, cantar una canción
y pronunciar un "Te amo..."
Mis manos tocan con la punta de los dedos
el horizonte entero detrás de mi ventana,
y creen acortar la distancia entre tú y yo...
Pero también está mi alma...
que puede entender y descifrar
cada latido de mi corazón...
Sabe cuando existe un conflicto
y junto al corazón se angustia y sufre...
Sabe cuando todo está en calma
y el corazón se contenta en la paz...
Querido Padre,
me has dado más de cinco sentidos para amar,
porque es mi alma
lo que algunos llaman espíritu,
la que repite el nombre de Antonio,
cuando mis latidos se apresuran sin pensar...
Es la fe del Espíritu Santo
la que doblega mi pesimismo
frente al futuro incierto...
El amor echa afuera el temor,
y si he de sufrir,
que sea por una causa digna:
El amor...
Lo aprendimos de ti amado Señor
con la muerte de tu hijo Jesús...
que se convirtió en alegría
al momento de la resurrección...
El amor renace día a día
y no muere
a pesar de las circunstancias...