Buscando mi lirio rojo, lo encontré, pensé que era único...
pero era más corriente que todos los que he visto y he conocido.
Sin embargo lo encontré...
 
Aquel ser que tomé por herramienta, sin que él lo sepa,
sintió luego mi mezquino amor, me dejó como taza sin café,
el verdadero amor había nacido, pero nos hacía daño...
tuvo mal comienzo...aprendí lo que es amor.
 
Aquello que encontré, hizo vivir mis mejores emociones,
ahora sentía; la alegría, el placer, el dolor, el odio, la frustración,
todo lo aprendí con ese ser; aprendí a amar.
 
Ahora está presente, pero llegaron los ausentes de allí,
ellos en conjunto me enseñaron a soñar, a seguir vomitando el amor,
dejar las opresiones del alma; cuidé tanto mi dignidad, que al perderla,
despertó en mí la verdadera mujer, sintiendo cada instante de esta vida.
 
Aquello que encontré fue mucho más que una herramienta,
fue mi ser reflejado en él... por ello lo bendigo siempre.