UN SOLO INSTANTE
Publicado en Nov 21, 2009
Las aves se llevan la tarde sin decir nada;
el viento a las nubes impelidas, penetra el corazón de la vida y lo traspasa: el tiempo, y no le importa el afán de los últimos colores por dibujar el crepúsculo y por hacer del día, una versión maravillosamente única. Tiempo salvaje que no se tienta nada, para romper las copas llenas y llenar de vida las copas vacías... En este fluir constante quiero pedirte, alma mía, que cuides tus brazos y tus rodillas; dale descanso a tu fatiga que yo en ti descanso, respira hondo hasta llenarte de horas, de mañanas y de días que yo no sé cuando convertiré en nubes a mis manos para abrazar tu cuerpo con todas mis aves y llenar nuestras almas de colores. No sé cuando... pero cuida tus venas, tu estómago, tu intestino delgado y tu vejiga, también tu vesícula, y tu alma de niña; cuídate plena pues sólo deseo amarte como lo hago cada día tan sólo un breve instante y por todos los restos de mi vida. (Pero pensándolo bien yo soy el que debo cuidarme pues soy en realidad más viejo que vos)
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|