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ESTE INOLVIDABLE AMOR

Publicado en Nov 19, 2009

Pensándolo fríamente
para no desconcertarme,
sufro y heme aquí varado,
pues te extraño como antes,
si bien tu rostro no se ha disipado
como yo lo anticipaba.

Por el ardid de tus manos abrigado,
el presente simplemente estalla
y nace de ti lo más importante,
el pasado se disuelve en la cabeza,
pero a ratos vuelvo a consentirlo,
eres paloma querida que hoy surcas
las prioridades de mi destino.

Me dejo llevar a donde tu corazón late
y tomando en cuenta la razón locuaz,
se me antoja traerte a mí como antes,
en las delicias de la fugacidad,
para reencontrarnos grácilmente
viviendo del gozo, la plenitud, la eternidad.

Surge el afán de escribir sólo para ti,
y resisto el escalofrío de sentirte tan cerca,
en la misma latitud al momento de reír.

Es que acaso, luego me pregunto
sin que nada me pueda perturbar,
si tú y yo en verdad podremos existir
a la luz de la más honda cercanía,
si acaso seguiremos juntos,
si aún despertaremos juntos,
haciéndonos el amor sin prisas.

Sin argumentos que resulten falsos,
sin la pesadilla de los entrometidos,
aquellos que ansían disminuirnos,
ni lamentos que arruinen nuestra unión.

Esos vouyeristas que siempre intentan
formar parte de nuestra historia
y que se empeñan en hacerla
mucho más tormentosa,
más intensamente colateral;
ni siquiera ese lastre consiento ahora
porque únicamente necesito reunir en mí
las fuerzas requeridas para seguir
con el curso de este inolvidable amor.

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